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Un salvaje nuevo vecino: Richard Orlinski llega a la CdMx

El escultor francés Richard Orlinkski llega la Ciudad de México para conquistar coleccionistas locales.
 Richard Orlinski.
Leonardo Gómez

Felipe Haro Minero

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Texto: Felipe Haro Minero  Fotos: Leonardo Gómez   

Hay un nuevo vecino en el 440 de avenida Presidente Masaryk, se trata de un gorila color rojo de propor­ciones enormes y actitud feroz que destaca entre las boutiques de lujo de una de las zonas más exclusivas de la capital porque la mitad de su cuerpo atraviesa la ventana de la recién inaugurada Richard Orlinski Galería by Apollo.

La primera tienda exclusiva de arte del artista fran­cés en Latinoamérica alberga el bestiario escultórico que lo catapultó a la fama como uno de los creadores contemporáneos más vendidos de la década. Con influencias de personajes como Jeff Koons y Takashi Murakami, principalmente, su obra se cimenta en los colores brillantes del pop art, ángulos agudos, símbolos de la libertad y fuerza al tiempo que a través del uso de materiales industriales como resina, aluminio, mármol, piedra y bronce apunta una crítica sobre el consumismo de nuestra sociedad actual. Sus piezas están inspiradas por el concepto Born Wild y son un reflejo de lo que Richard considera la profunda cone­xión entre el instinto animal y la naturaleza humana.

Su llegada a la Ciudad de México tiene que ver con la fuerza cultural de una de las capitales del mundo que ha ido cobrando mayor relevancia dentro del circuito del arte, pero también con el espíritu.

 

“Hay mucha gente”, destaca Orlinski entre risas, como si dejara ver que eso ya es una garantía para el éxito comercial de su nuevo proyecto, “siento que hay muy buenas vibras aquí, mucha energía positiva y me gusta la gran mezcla de culturas. También creo que son de mente muy abierta y hay esta voluntad por crear cosas. Estoy seguro de que en los próximos años va a estar en los primeros lugares de la escena artística mundial porque hay muchos coleccionistas, me di cuenta de eso cuando en las galerías que tengo por todo el mundo, muchos de los compradores de las esculturas estaban aquí, por eso es que estoy aquí también”.

 

Así como hay piezas clásicas de su trabajo, también hay en la galería una serie de obras hechas de manera especial para su venta en México, cada una de ellas inspirada en las vivencias de Richard en un país que conoce bastante bien y que ha aprendido a apreciar en sus múltiples dimensiones.

“Las piezas especiales para esta galería vienen de mi inspiración por todo México, tomamos partes de las diferentes civilizaciones que se han mezclado aquí para crearlas. Mi equipo y yo estudiamos la cultura mexicana y tomamos algunos elementos, emociones, tatuajes de todas las culturas, y lo amo”, afirma.

Más que una relación directa con toda la ciudad, lo que busca el artista galo es generar una amistad con el tipo de gente compatible con el espíritu de su trabajo. “Mi arte tiene algo”, señala, “es muy vívido, colorido y moderno, por eso es cercano a personas de ese tipo, no solamente de aquí, sino de todo el mundo. Es especial, sientes algo y pienso que es porque trabajo con afecto y sentimiento, por eso encaja”.

 

Pero su objetivo último es el de compartir la cultura con un mayor número de personas. “Espero iniciar algo que muchas personas quieran venir a visitar. He escuchado que los jovencitos suelen pedir a sus papás que los traigan a ver este tipo de lugares y me gustaría que éste se convierta en un punto de convivencia, que se pueda vivir y que siempre tenga las puertas abiertas. Otro objetivo que tengo es traer arte más popular y asequible para que más personas lo puedan comprar, ese sería un segundo paso que quiero dar en todas las galerías que tengo en el mundo, porque quiero que el arte sea para todos y no reservado únicamente para los ricos”, concluye Orlinski.

 Richard Orlinski es artista plástico y DJ, su estilo es libre y desenfadado, pero lo que ha caracterizado su carrera desde el comienzo en 2004 es su voluntad de llevar el arte a donde nunca ha estado, incluso cuando eso significa romper las regla.

Uno de sus objetivos en México, como parte de su propuesta de generar una nueva forma de apreciar el arte, es colocar una pieza monumental en un lugar público emblemático de la CdMx, especialmente a las afueras del Museo Soumaya de Plaza Carso, esto por tratarse de un museo que resguarda una gran colección de piezas de Auguste Rodin, un artista con el que Orlinski guarda una relación especial.

Es el tipo de colaboraciones que el francés disfruta hacer y su arribo a la capital mexicana abre un mundo de posibilidades para el arte contemporáneo.