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Los newyorkers se están quedando homeless

Las rentas se desplomaron al comienzo de la pandemia en Nueve York (y el mundo).
Nueva York/ Foto María Fernanda Leaño
Nueva York/ Foto María Fernanda Leaño

María Fernanda Leaño

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En la Gran Manzana los edificios estaban vacíos, por ende, desesperados los landlords, bajaron las rentas, incluso regalaban tres meses gratis a los inquilinos con antigüedad y a los nuevos gangas para poder, al menos, sobrevivir, el mundo se paró, hubo órdenes de desalojo a los que no podían pagar renta durante el encierro y apoyo del gobierno a los inquilinos para poder tener plazos para pagos. Y de repente todo cambió.

 

Durante los inicios del covid y el lockdown, los alquileres en Nueva York y varias otras ciudades estadunidenses importantes se desplomaron y luego se inflaron, ya que el miedo al virus y el bloqueo de las economías urbanas provocaron que oleadas enorme de personas se marcharan. Pero con el retroceso del virus y el regreso lento de una vida normal, muchas grandes ciudades están recuperando su atractivo.

 

Los tiempos han cambiado hoy en día con el new normal y la vuelta de la demanda. He aquí un vistazo a las raíces de la escasez de viviendas en la ciudad de Nueva York, donde las rentas han sido aumentadas a precios incluso más altos que los prepandemia. Ahora, más de 40 por ciento de las unidades disponibles en Manhattan provienen de apartamentos que alquilaron durante ese tiempo debido a desalojos y aumentos en rentas, además hay pocos lugares accesibles y muchos desalojados desesperados.

 

Los mercados se han visto afectados en las últimas semanas por el debate sobre si la inflación más alta llegó para quedarse, y los analistas han sugerido que el resultado podría tener repercusiones significativas para los mercados diversos. La inflación ha causado que las rentas en la Ciudad Gótica suban a cimas invivibles, lo cual ha causado desalojos desbordados. Al terminar el plazo en el cual “literalmente” regalaban tres meses de renta dentro del inicio de la pandemia, debido a multitudes de inquilinos que dejaron la ciudad ante el pánico, también contando con mejores opciones de viviendas en otras ciudades y países, además del home office.

 

La inflación ha afectado a todos a nivel mundial. Y bueno, los precios suben mientras los salarios continúan siendo los mismos.

Actualmente se contemplan filas largas que no parecen terminar cada que aparece algún listing de un apartamento a precio accesible. Miles de locales han sido víctimas del incremento desmedido e incluso más caro que antes del virus y por ende, han perdido sus viviendas. Otros aprovechan el home office (ahora común y ya para quedarse), para así mudarse a otros sitios, aún ganando lo mismo que cuando iban a sus oficinas en NYC. No sabemos que pasará después de esto.

 

 

Además del recuerdo pandémico de cuando Nueva York cerró por completo. Era una ciudad fantasma. Imagínate Times Square solo, sin un alma. Parecía película apocalíptica. Yo no creía lo que veía. Me daban escalofríos. Hoy en día lo vacío ha sido remplazado por manadas de turistas, muchos más que en tiempos anteriores, (ya era la ciudad más visitada del mundo, imagínate). Además, se pone peor, se han abierto bastantes lugares para turistas estilo spring break, y la ciudad cada vez se parece más a un “Las Vegas” de fiesta y diversión que la antigua ciudad de la cultura y el arte. Aunque la esencia aún prevalece.

 

La campaña New York Is Back impulsada por el gobierno, en la cual se invirtieron billones de dólares, ha sido un éxito. Más quizá no para los habitantes de la ciudad, sino para la inflación y el turismo, desalentando a los locales con antigüedad y atrayendo a otro tipo de mercado. Cada vez son más comunes las historias de terror sobre alquileres que aumentan $1,500 o $2,000 dólares y los inquilinos casi subastan con ofertas más altas para los apartamentos para que no se los ganen. Incluso aquellos que viven en apartamentos con alquiler estabilizado (el cual supuestamente no puede subir por ley), ya veránaumentos en su renta el próximo año, ya que la Junta de Directrices de Alquiler aprobó un aumento de 1.5 por ciento para seis meses de arrendamientos de un año y de 2.5 por ciento para arrendamientos de dos años a partir de octubre de este año.

 

Tema que provocó marchas y molestia masiva en todos los barrios de Nueva York. También empujando a algunos residentes a abandonar hogares que ya no pueden pagar. Las listas de leases y departamentos a “precio real” disponibles son casi inexistentes, y la gente desesperada busca lugar donde vivir sin cesar. Los alquileres en Nueva York aumentaron un 33 por ciento entre enero de 2021 y enero de 2022, según el sitio de listados en línea Apartment List, casi el doble de la tasa nacional y el aumento más alto entre las 100 ciudades estadunidenses más grandes rastreadas por el grupo. Por ejemplo, en zonas como West Village, TriBeCa, Soho, el Upper West Side y Williamsburg, Brooklyn, la renta promedio se redujo aproximadamente un 20 por ciento entre enero de 2020 y enero de 2021.

 

Pero durante el año pasado se disparó alrededor de un 40 por ciento, los alquileres son más altos de lo que eran antes de la pandemia. Además en zonas como Soho, donde quebraron bastantes establecimientos durante el primer año y medio de la pandemia, cerraron lugares con onda, los cuales eran must para la gente de Nueva York. Estos sitios han sido reemplazándoselo por lugares un tanto vulgares, turísticos y para borrachos. Lo cual también ha acorrientado la zona. Al igual que el Meatpacking district, donde, literal, pusieron una feria naquísima. Es imposible llegar a Soho House sin antes pasar porBrincolines, toros mecánicos, bares ambulantes y turistas enloquecidos. Algo así como Cancún.

 

Ya no parece NYC, comentan muchos locales. Los aumentos reflejan un cambio brusco impulsado en gran parte por el fin de los descuentos que los propietarios usaban para mantener y atraer inquilinos durante la pandemia. Algunos dueños de propiedades dicen que se están adaptando al “floreciente mercado” de la vivienda en la ciudad, compensando la pérdida de ingresos y compensando el costo creciente de los servicios públicos y los impuestos a la propiedad. Y sí lo están logrando, ya que según Time Out “Nueva York es la ciudad a la cual más personas desean mudarse o visitar” (y eso refleja que aún con este tema, están dispuestos a pagar el precio. New York is Back Unaffordable... and back).

 

Entonces, ¿cómo es que se podrá cumplir con la demanda de hogares con la cantidad de personas que buscan rentar con salarios sin incremento y arrendamientos duplicados? La respuesta es triste. Están llegando extranjeros muy ricos quienes están dispuestos a pagar las cantidades enloquecidas de la inflación. Más los “híbridos” (habitantes foráneos quienes llevan ya muchos años aquí), quienes ya son prácticamente newyorkinos, ya que es una ciudad basada en culturas mundiales y los también nacidos en la ciudad están prácticamente homeless, entonces el mood se convertirá en new rich style, la manera distintiva de vivir en New York se extingue y se convierte en un parque de diversión. Restaurantes, lugarcitos cozy y establecimientos emblemáticos han desaparecido, algunos llevaban 80 años en la ciudad. Hoy se reemplazan con sitios“comerciales”, onda “instagrameable”, y las zonas más exclusivas de vivienda en Downtown, Uptown y BKN se ha llenado de personas aspiracionales, gente que concibe Nueva York como el que vio en una película, y posiblemente se marchará en cuanto lleguen los -20 grados y noten las inmensas cantidades de basura y dificultades del día a día del verdadero Gotham...

 

Todo en la vida da vueltas como una rueda de la fortuna, mientras, ya no se siente la vibra local, imagínate ver gente con yardas en los restaurantes en vez de traer un fino dirty martini en mano. Fin del comunicado. Quedaremos atentos a novedades. #theworldasmybackyard

La búsqueda de apartamentos en la ciudad nunca ha sido fácil, hoy es casi imposible a medida que los precios se disparan. Miles de desalojados se encuentran en busca departamentos pospandemia a precios razonables, ahora con costo incrementado, el cual bajó significativamente durante la pandemia, y al haber firmado 1 o 2 años, les es imposible renovar, al no poder pagar cantidades dobles o triples en incrementos, por lo que son desalojados sin piedad.