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La Reina Isabel hace su mayor esfuerzo para homenajear a Felipe de Edimburgo

Reina Isabel II
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Brisa Granados

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La reina Isabel II reunió a miembros de la familia real y otros dignatarios en la Abadía de Westminster para honrar a su esposo, el príncipe Felipe durante su primer anicersario luctuoso. Se trata de la primera aparición pública de Elizabeth después de cinco meses de padecer los estragos de las consecuencias del COVID que le aquejó.

 

Uno de los hechos más sorprendentes fue ver a la Reina Madre, de 95 años, entrar al recinto ayudada por su hijo, el Príncipe Andrés, y de un bastón. Aunque en ocasiones esbozó una sonrisa, también se le notó cansada y al mimso tiempo muy conmovida al recordar a quien fuera su compañero de vida durante 73 años, su único amor.

Debido a la contingencia sanitaria el año pasado sólo pudieron asistir 30 personas al servicio funerario de Felipe de Edimburgo, pero hoy fue diferente, varios familiares y mandatarios acompañaron al Reina de Inglaterra en un momento muy emotivo.

 

La Reina y la mayoría de sus invitados, entre ellos Letizia de España, la princesa Ana y  Camila Knowles arribaron a la Abadía de Westminster vestidos de verde, el color honorífico del Principe Felipe.

En la ceremonia también pudimos ver a Alberto de Mónaco, Guillermo y Máxima de Holanda, Felipe y Matilde de Bélgica, Carlos Gustavo y Silvia de Suecia. El príncipe Eduardo y Sofía de Wessex, con sus hijos, Louise Mountbatten-Windsor y el vizconde Severn, la princesa Beatriz de York y su marido Edoardo Mapelli, Margarita de Dinamarca, el Primer Ministro Boris Johnson, La princesa Eugenia de York, El almirante Sir Tony Radakin, de la Oficina de Defensa, entre otros.

El gran ausente

Por varios meses se especuló sobre la asistencia del Príncipe Harry al evento tan especial para su abuela y sobre el primer encuentro de la Reina con Lilibet Diana, la hija más pequeña de Harry y Meghan, pero tal momentó no llegó.

Desde que Harry y Meghan Markle renunicaron a sus títulos nobiliarios y a todas la obligaciones y derechos como miembros de la Casa Real de Inglaterra, el Estado les retiró cualquier tipo de apoyo y protección, y el acoso contante de los paparazzi a los alrededores del Palacio de Buckinham no ayuda para que el hermano de William de su brazo a torcer y decida regresar con los suyos, por lo menos en momentos tan especiales como el de hoy.