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Isabel II regresó a Windsor, al lado de su amado Felipe de Edimburgo

La Reina fue recibida en su última morada por su familia y sus dos fieles perros corgis, Muick y Sandy

Brisa Granados/ Coordinadora digital

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Después de 11 días del fallecimiento de Isabel II, por fin sus restos han llegado a su última morada: la capilla de San Jorge en el Palacio de Windsor.

 Los soldados de la reina marcharon junto a su ataúd cubierto de flores en procesión hasta el castillo y la capilla de San Jorge, el último paso será bajar el cuerpo de la Monarca a la bóveda.

 La Reina ha regresado a su hogar en Windsor y pronto se reunirá por la eternidad con su amado esposo, el Príncipe Felipe, dentro de la cripta de la Capilla de San Jorge, su lugar de descanso final.

 Isabel II consiguió el reinado más largo de Gran Bretaña (70 años) y fue llevada a la histórica capilla, acompañada de Carlos III, los Príncipe William y Harry, y demás hijos y nietos a su última morada.

 

 

 Al final del breve servicio, la Reina será bajada lentamente a la bóveda de Windsor, mientras se escuchen las palabras “Sal de este mundo en tu viaje, oh alma cristiana”.

 Ha sido un largo viaje el que la Reina ha debido hacer antes de reunirse con el duque de Edimburgo: comenzó en su casa de descanso, el castillo Balmoral (donde falleció) hace 11 días y terminará con su entierro en la Capilla de San Jorge del castillo esta noche.

 En un gesto por demás conmovedor los dos fieles amigos de la Reina, sus corgis Muick y Sandy, la estaban esperando cuando llegó el coche fúnebre cubierto de flores.

 El Rey, la princesa Ana, el duque de York, el conde de Wessex, el príncipe de Gales y el duque de Sussex, se encontraban entre los miembros reales que recibieron el ataúd cuando llegó al castillo después de una procesión a lo largo de la abarrotada Long Walk de Windsor.

 

 Disparos de la tropa de la Reina fueron dlanzados al aire para indicar que la Monarca había llegado a casa, cuando la carroza fúnebre se acercó a los escalones de la capilla de San Jorge.

 La campana de Sebastopol del castillo sonó, algo que solo sucede cuando muere un monarca británico, la carroza fúnebre terminó su viaje al son de las gaitas.

 Miles de personas se alinearon en The Long Walk y aplaudieron mientras el la carroza cubierta de avanzaba lentamente hacia su castillo de Berkshire, donde pasó la mayor parte de sus últimos años antes de su muerte, incluido el encierro con el príncipe Felipe.

 

 

 

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