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Homenaje a la vida

Vero Villarreal Sada, Araceli de la Parra y Mexicráneos abordan la muerte de forma alegre a través del arte.
Vero Villarreal Sada
Sergio Bejarano y Fernando Canseco
Publicado el:

Por Felipe Haro Minero

Fotos Sergio Bejarano y Fernando Canseco

Desmontar la imagen lúgubre de la muerte no siempre es sencillo, pero es algo que en México se logró hace mucho.

La esencia del Día de Muertos, tradicionalmente, es la alegría. Recordar a quienes se fueron de manera positiva y mantenerlos presentes en el corazón para que vivan.

Inspiradas por esta mentalidad y con la finalidad de preservarla, Verónica Villarreal Sada y Araceli de la Parra construyeron todo un discurso y estética alrededor del símbolo de la calavera, mientras que el proyecto Mexicráneos, encabezado por Gerardo Herrera y Ana Mondragón, lo ha empleado para impulsar el trabajo creativo y difundir la cultura del país.

Por medio de sus expresiones, han conseguido mostrar un rostro distinto de la muerte, como parte esencial de la vida, que si bien es inevitable, no tiene por qué ser motivo de tristeza, sino todo lo contrario.

Vero Villarreal Sada

 

 La relación entre la muerte y el arte de Vero tiene que ver con las experiencias propias de la creativa regiomontana. La pérdida de seres queridos y el proceso de duelo la han llevado a reflexionar sobre el tema y convertirlo en su prin­cipal elemento.

“Para mucha gente un cráneo re­presenta la muerte, pero yo veía algo alegre, siempre uso colores alegres y brillantes, porque sí es verdad que es algo que por ser incierto, puede dar miedo, pero por otro lado se contrasta con la vida que es llena de color y la tenemos ahora, entonces hay que dis­frutarla, porque después ni tiempo va a quedar de preocuparnos, la muerte va a llegar”, destaca Villarreal.

A pesar de que la cultura mexicana tiene, históricamente, lo que podría llamarse un profundo romance con la muerte, también pareciera que esto no siempre está presente en la mente de las personas y se convierte en un motivo de tristeza y de dolor.

“Nos vestimos de negro y lo volve­mos todo negativo, en lugar de decir, ya acabó su tiempo y qué padre que estuvo aquí, festejar todo lo que hizo y la persona que fue. Se nos olvida celebrar a la persona y nos la pasamos egoístamente sufriendo porque se fue”, expresa Vero, “la festividad del Día de Muertos a mí me encanta, porque justo nos recuerda que hay que verlo de otra forma, no con tanta sufridera. Desde mi punto de vista, la gente se transforma, porque el alma sigue, simplemente deja el traje espacial que usamos en la tierra”.

A través de esta tradición se festeja a la persona por lo que fue, el altar está pensado para traer los mejores recuerdos de lo vivido juntos, pero siempre de una manera alegre.

“Aceptarlo y verlo así es un tema como de crecimiento espiritual y ma­durez, que al final te permite ver la vida más bonita. Todos vamos a perder a alguien en algún punto, pero hay que entenderlo, decir no pasa nada y to­marlo de la mejor manera. Creo que te da muchísima paz mejor recordar a las personas de manera positiva. Obviamente es doloroso porque la extrañas, pero no tiene que ser un tema oscuro y tabú”, opina Villarreal, quien a través de la alegría de sus cuadros quiere ayudar a generar un cambio, “quisiera modificar esa idea, a través de mi pintura, una calavera no tiene que ser el símbolo de la muerte así de satanizada como la entendemos, sino como un recordatorio de que estás vivo y hay que disfrutar”.

Araceli de la Parra

 

La idea de trabajar con cráneos surgió del gusto que Araceli tiene por esta figura y sus múltiples aplicaciones.

Para ella son una manera de recordar a los muertos, pero espe­cialmente un recordatorio de que es un destino que todos compartimos.

“Un cráneo significa cambio, va­lentía y vida. Nos ayuda a cambiar la dirección para empezar un proyecto y dejar el pasado”, expresa de la Parra, “simboliza la vida de la persona que alguna vez fue su poseedor. Lo que le devuelve apariencia de vida, son los agujeros de los ojos, puesto que permiten observar a través de ellos lo que va creciendo a su alrededor”.

Su intención principal es recordar que la muerte es algo que siempre está presente y es inevitable, pero de una forma artística. Al igual que la tradición, ella quiere recordar el paso de los seres queridos de una manera colorida y con humor.

“Al ser mexicana he estado toda mi vida en contacto con la celebra­ción del Día de Muertos y por sus diferentes representaciones me ha ayudado en mi obra”, explica Araceli, “la relación de nosotros con la muerte es muy estrecha, bailamos, reímos y nos burlamos de ella. La vestimos de Catrina o llenamos de colores su cráneo, siempre será femenina, 'la muerte', 'la calaca' y pareciera irónico, pero los mexicanos si algo hacemos bien es darle vida a la muerte, en especial en esta fecha”.

Mexicráneos

 

La exposición de cráneos monu­mentales intervenidos por artistas sobre el Paseo de la Reforma se ha convertido ya en una tradición, luego de cuatro años, sin em­bargo, la pandemia obligó a los organizadores a encontrar nuevas alternativas para este 2020.

Durante noviembre y hasta finales de año, la galería Casa Milán será la encargada de presentar el nuevo formato de Mexicráneos, que incluye una muestra de 180 lienzos y una selección de cráneos de menor escala, que fueron traba­jados por la comunidad de artistas que se ha generado alrededor de esta iniciativa de difusión cultural.

Se trata de un proyecto que desde su creación ha tratado de ser tanto una plataforma de apoyo para artistas emergentes como una ventana para mostrar la cultura mexicana al mundo.

Desde sus comienzos, lo que trata de hacer es explicar al resto del mundo los motivos detrás del Día de Muertos, a través del trabajo de quienes los intervienen, utilizando el cráneo como elemento central.

“Lo que creo que mundialmente es algo muy atractivo para gente que no es de raíces mexicanas, es justamente entender cómo el mexicano puede celebrar la muer­te. Es algo que cuesta trabajo”, afirma Gerardo Herrera, director del proyecto, “el cráneo es un símbolo para el mexicano, que se puede ver de distintas maneras, especialmente en Día de Muertos. Mexicráneos toma esa figura icónica para generar propuestas de arte que cuando las ves, están llenas de colorido, vida y movimiento, eso ha sido parte de la esencia. Ese arte que queda plasmado en los cráneos y los lienzos presenta diferentes expresiones, desde temas muy tradicionales, hasta urbanos, que te hacen reflexionar o quizá recordar algo vivido con alguien querido. Entonces, se convierten en algo muy especial de la cultura mexicana”.

La edición 2020 está dedicada a la permanencia de los seres queri­dos, incluso después de la muerte, como un homenaje al verdadero sentido del Día de Muertos.

“También hablamos de que el arte tiene vida eterna, porque así como esas personas estarán mientras pensemos en ellas, de los artistas lo que permanece es la obra”, explica Herrera.