Crónica de un reinado anunciado: Carlos y Camila anfitriones del último día del Jubilo de platino

Las fiestas en honor a la Reina Isabel II, sus 96 años y 70 de reinado están por terminar: millones de británicos han celebrado con la familia real; la población joven ha dejado al descubierto que las “cosas de la realeza” no les importan, y cada uno de los participantes de la familia ha dejado en claro su papel.

Para ser más claros: Carlos y Camila han recibido con responsabilidad y entusiasmo cada una de las nuevas tareas que la Reina les ha asignado, que cada vez son más y más importantes.

Estamos viviendo un momento histórico: ante su notorio desgaste físico, la Reina ha ido preparando a su hijo, de 73 años, para que dentro de poco tiempo se convertirá en la persona más longeva en obtener una corona.

La estadía de Meghan Markle y Harry, después de permanecer dos años ausentes de la Commonwealth, vino a reafirmar varias cosas: una reconciliación entre los hijos de Lady Di y Carlos se ve lejana.

El regreso de los Sussex a Londres no fue lo que Isabel II esperaba, cercanos a la Reina aseguran que estaba esperanzada a que gracias al Jubileo y la llegada de la hija pequeña de Harry los malos entendidos entre su familia quedaran en el pasado, pero eso no ha pasado.

El encuentro entre Harry y su padre, Carlos tampoco fue muy cálido, se sabe que el futuro Rey ya ha conocido a su nieta, Lilibet Diana, pero a los Duques de Sussex no se olvidan los “supuestos” comentarios racistas que el príncipe de Gales hizo cuando Meghan estaba embarazada de Archie, le preocupaba saber cuál sería el color de su piel.

También se sabe que Harry no está de acuerdo con el nombramiento de Camila Parker como reina consorte y que ha dejado en claro que no será parte de la coronación.

Los problemas entre los Sussex y la familia real parecen no tener fin.

El camino hacia la Corona

El día de hoy Carlos de Gales estuvo acompañado de su esposa, Camila, la duquesa de Cornualles, durante el "Gran Almuerzo", en una fiesta insignia en el campo de cricket The Oval en el sur de Londres.

La futura Reina eligió para vestir chaqueta verde esmeralda bordada por Fiona Clare.

Por la tarde noche se espera que 70 personas arriben a la conocida “Gran Entrada” en el Castillo de Buckingham. Los invitados a dicho evento son embajadores y representantes de organizaciones benéficas.

Un total de 12 millones de personas se han unido al festejo de la Reina. Todo este esfuerzo de la Corona británica no ha sido suficiente para cautivar a los británicos más jovenes, quienen aseguran que no sienten ningún interés por "las cosas de la realeza".

Las mujeres jóvenes ya no sueñan con ser rescatadas por príncipes ni con convertirse en Reinas, y el Palacio de Buckingham tiene un reto grande, pues con la ausencia de Isabel II tal vez se acabe el encanto de la monarquía británica.