Camilla Parker: la reina consorte que el pueblo no perdona

Es simpática, amable, trabajadora y buen influencia para Carlos, pero siempre cargará con el fantasma de Lady Di

Brisa Granados/ Coordinadora digital

Publicado el:08/09/2022 08:55:12 pm

“Es mi sincero deseo que, cuando llegue el momento, Camila sea conocida como reina consorte mientras continúa con su leal servicio”, dejó en claro Isabel II durante un comunicado que firmó en invierno pasado.

Y la voluntad de la Reina recién fallecida será llevada a cabo: Carlos III reinará de la mano de su esposa, Camila Parker Bowles, la nueva reina consorte, pero, no sólo el pueblo británico, sino el público en general tiene una imagen un tanto empañada.

La historia del triángulo amoroso entre Carlos III, su ex esposa, la Princesa Diana y su actual esposa, Camilla Parker Bowles, vive en el inconsciente colectivo y la nueva reina consorte siempre tendrá las de perder.

¿Por qué lo decimos?

Porque la Princesa Diana supo ganarse el cariño del pueblo, no sólo por lucir bonita, sino por involucrarse de primera mano en el trabajo humanitario: lució costosas tiaras y también cascos y caretas antiesquirlas para protegerse en territorios de desminado. Dejaba de lado los atuendos de diseñador para portar los chalecos de la Cruz Roja cuando visitaba las víctimas de las minas antipersonas, a los niños enfermos en Pakistán o a los refugios londinenses para personas sin techo.

Lady Di fue amorosa con sus hijos y también con todo aquel que necesitaba de ella, rompía protocolos, como negarse a usar guantes para poder tocar las manos de quien se acercara a ella, o abrazar a enfermos.

Diana de Gales cambió la percepción del mundo acerca del sida y el VIH, pues en un momento donde las personas que padecían dicha enfermedad eran repudiadas por la sociedad ella se presentó en un hospital para hacer algo que nadie había hecho hasta entonces: tocar a una persona con sida para demostrar que no se contagiaba de esa forma, como muchas personas ignorantes creían.

¿Qué hizo mal Camilla?

No sólo Camilla, también Carlos: decidieron tener una relación prohibida cuando él estaba casado con Diana.

Camilla y el nuevo Rey, Carlos, se conocieron en un juego de polo en el Windsor Great Park en 1970, la química fue instantánea y casualmente la bisabuela de Parker fue amante de el rey Eduardo VII.

Luego ese primer encuentro, la pareja comenzó a salir hasta que Carlos tuvo que servir en la Marina británica durante ocho meses, cuando el príncipe enamorado regresó Camilla ya estaba comprometida con alguien más.

En 1973 Camilla se casó con el oficial Andrew Parker Bowles, quien curiosamente, había salido anteriormente con la princesa Anna, hermana de Carlos.

En 1980 Carlos, quien en ese momento tiene 31 años, conoció a Diana Spencer, de apenas 18. Comienzan a salir y, por ordenes de Isabel II, después de 12 citas, el príncipe le pidió matrimonio.

El 29 de julio de 1981 frente a más de 750 millones de televidentes Diana y Carlos se casaron.

Carlos decidió mantener una relación extramarital con Camilla, su eterno amor, lo que provocó que en 1996 se divorciara de la princesa Diana, pero para que eso sucediera, la madre de William y Harry debió resistir muchas humillaciones por parte del padre de sus hijos, quien aprovechaba cualquier oportunidad para recordarle que no la amaba.

Por fin juntos

En 1999, dos años después de la muerte de la Princesa Diana, Carlos y Camila se dejaron ver como pareja. En 2001, por primera vez, la pareja se besó en público, en un evento de la Sociedad Nacional de Osteoporosis. Un año después de mudaron a vivir juntos, a la Clarence House, y dos años después anuncían su compromiso, y 35 años después de conocerse se casan.

Camila Parker es la nueva reina consorte de Inglaterra, título que adquiere la mujer de un rey que gobierna, pero que no tiene los mismos poderes que una reina que sí que se considera jefa de Estado, como Isabel II.

Desde 2013 Camilla Parker ocupa el cargo honorífico de canciller de la Universidad de Aberdeen, en Escocia.

Si algo hay que admirarle a Camilla es que ha resistido estoica las críticas que ha recibido por años por se la “tercera en discordia” en el matrimonio de Carlos y Diana; ha sabido ganarse el cariño de William y Harry, y sin duda de Isabel II, y ha logrado influenciar de manera positiva en el nuevo Rey Carlos II.

¿Logrará ganarse el cariño del pueblo también?