Perfiles

Síguele la pista a Fernanda Incera

Su carisma y pasión por las artes escénicas la llevó a realizar sus sueños en la ciudad del teatro: Nueva York

Leticia Casarin

Me encanta la música, cantar y el teatro. Soy maniática de la ortografía.

Publicado el:

 

¿En qué momento descubriste que querías dedicarte a las artes escénicas?

Desde chiquita fui la niña que en clase estaba haciéndole al bailoteo y entreteniendo a los demás, así que siempre tuve esa cosquillita. Fue algo que enfrenté hasta que estaba estudiando comunicación, porque fue cuando retomé el contacto con el baile, canto y actuación. Pero, siempre supe que eso era lo que quería hacer el resto de mi vida.

 

¿Cómo llegaste a Nueva York?

Gracias a mi familia. Siempre había sido una meta en mi vida y cuando audicioné para la New York Film Academy no tenía idea de lo que iba a pasar, simplemente me preparé y dejé todo al destino. Cuando me aceptaron y ofrecieron una beca fue realmente cuando empezó “el problema” (risas), porque entonces ya no podía mentirme, tenía la oportunidad de hacerlo y sabía que si no me iba lo lamentaría siempre. Así que me animé y después de una lista de trámites interminables empecé mi conservatorio de un año en teatro musical.

 

Fotos: Fernando Canseco

 

 

¿Cuál ha sido la mayor satisfacción de tu experiencia neoyorquina?

Terminar el curso, ya que representó retos que nunca me imaginé que tendría. Tuve básicamente que aprender todo desde cero y alcanzar el nivel de toda la gente con la que estudiaba. Es una carrera muy demandante tanto mental como físicamente y se necesita de mucho entrenamiento y confianza.

También, aprender a vivir sola en un país diferente al mío, pero no cambiaría absolutamente nada, estar estudiando hasta las cuatro de la madrugada, todas las lágrimas, las lesiones, el cansancio, el sentimiento de no pertenecer a un lugar, ninguna la cambiaría porque me hicieron una persona fuerte y preparada. Lo mejor es que ahora puedo estar parada en la ciudad de mis sueños luchando por lo que siempre he querido hacer.

 

Fotos: Fernando Canseco

 

 

¿Qué significó para ti y qué retos llevó presentar La Venus De Las Pieles en un escenario de Broadway?

Es una obra que siempre había querido hacer, pero al ser tan fuerte tuve que explorar varias partes de mí que no había querido sacar. La obra consiste en un guion de aproximadamente 100 páginas y únicamente dos personajes, aprenderme tantas líneas pareció casi imposible en ese momento.

También, tuve la oportunidad de trabajar con mi mejor amigo así que llegar a tantos niveles de confianza y sentimentalismo que nunca habíamos tenido fue un proceso largo y cansado. Pero, significó mi debut en NY y trabajar con un director reconocido y profesional fue una experiencia que me enseñó probablemente más de todo lo que aprendí en la escuela, no sólo profesional, sino personalmente también.

 

 

¿Cuáles son tus planes a futuro?

Durante este tiempo me di cuenta que la mejor herramienta de expresión que tengo es el baile, así que mi proyecto a futuro es trabajar en terapia artística. El arte no es egoísta y su valor consiste en regalarle a la gente sentimientos y emociones. Mi iniciativa consiste en “bailar los sueños de las personas” me gustaría crear una página web en la que se pueda escoger entre un catálogo de diferentes bailarines y dar donaciones para diversos grupos o asociaciones que lo necesiten.