María Félix corrió a Silvia Pinal de dos fiestas (una fue el bautizo de Frida Sofía)
La “Doña” siempre se caracterizó por un carácter fuerte y así lo demostró el día del bautizo de su ahijada, Frida Sofía, hija de Alejandra Guzmán.
Alejandra y Pablo Moctezuma decidieron, por influencia de la mamá de él, Estela Moctezuma, quien al ser una de las empresarias más importantes de la época se llevaba muy bien con “La Doña”, que María Félix se convirtiera en la madrina de bautizo de su recién nacida, Frida Sofía.
El bautizo se llevó a cabo el 13 de marzo de 1992 y María Félix puso dos condiciones para amadrinar a la pequeña Frida: que nadie se le acercara durante la ceremonia y que ella fuera la única estrella de cine en el lugar para que nadie le robara la atención.
Así que Silvia Pinal, abuela de Frida Sofía, tuvo que esperar afuera de la sala donde bautizaron a la hija de Alejandra Guzmán, ¿puedes creerlo?
Así lo confirmó Frida Sofía en el programa “De primera mano”, de Gustavo Adolfo Infante:
“Ella no se llevaba (Silvia Pinal) con María Félix. Es que María era tan diva, que era o yo, sola o no voy. Así era. Dejaron a mi abuela afuera del bautizo. Entró hasta después. A la hora de la misa no entró por instrucciones de María”.
Silvia ya estaba acostumbrada
El bautizo de Frida Sofía no fue la única ocasión en que doña Silvia Pinal tuvo que soportar los desplantes de diva de María Félix pues ya la había corrido de una fiesta organizada por Enrique Álvarez Félix, único hijo de “La Doña”, quien le dijo a Silvia:
“¿Quieres venir a una fiesta en mi departamento? Va a venir mi mamá”.
Ingenuamente Silvia Pinal pensó que sería buena idea encontrarse con María, quien en aquel momento ya era una estrella consolidada.
Silvia llegó a la fiesta, se encontró de frente con María Félix y no podía dejar de verla, pues la admiraba mucho. Dicha situación incomodó mucho a “La doña”, quien le dijo…
“Bueno niña, ya me viste, ahora ya vete”, confesó doña Silvia Pinal al programa “Ventaneando”.
Con el buen sentido del humor que siempre ha caracterizado a doña Silvia Pinal reconoce que la belleza de María Félix solo era exterior pues solía ser muy grosera.
“Era preciosa María Felix, grosera y majadera, pero preciosa”.