George Michael, un lucero de Navidad

Tal y como si se tratara de un réquiem de Mozart, Georgios Kyriacos Panayiotou, mejor conocido como George Micheal, -nos legó un himno entrañable y desgarrador-, como lo es la canción más agridulce del  mundo “Last Christmas”, en donde se narra la historia de una pareja que se vuelve a ver tras una ruptura dolorosa en víspera de navidad.

No sabemos si son los cascabeles, o el halo de esperanza que despide la voz del astro inglés, que de alguna manera nos reconforta y la seguimos tarareando a pesar de lo complejo de la lírica.

Luminiscencia y melancolía

La historia detrás de este éxito global sucedió de la manera más inesperada, como todo en la vida del cantante; cuando él y su compañero de banda  Andrew John Ridgeley, estaban en casa de los padres de Micheal mirando la televisión, cuando de repente el artista tuvo una epifanía, saltó del sillón hacia su habitación y escribió un par de letras, a lo lejos se oían los primeros acordes de lo que sería después una de las canciones más escuchadas en el planeta. “Recuerdo cuando George bajó corriendo de las escaleras emocionado como si hubiera encontrado la alquimia de la música y la tuviera en las manos.  Me llamó y nos instalamos en  su antigua habitación, donde habíamos pasado horas de niños grabando pastiches de radio y jingles, misma que convertimos de un minuto a otro en nuestro estudio de grabación para no perder la efervescencia de la inspiración.” admite el ex integrante de WHAM! al semanario británico The Sun, quien adicionalmente narra que cuando Micheal cantó el primer estribillo de la melancólica canción, fue un momento de asombro. “Ver, sentir y escuchar aquellos primeros sonidos proveniente de la garganta de George, fue una de las sensaciones más inexplicablemente bellas de mi vida, era como sí él hubiera destilado la esencia de la Navidad en una canción, -que tocaba corazones a la par de destrozarlos-.” comentó emotivamente el músico.

2º Lugar por largo tiempo

El éxito fue inmediato, no había estación de radio que no la programara 10 o 15 veces al día en ambos lados del Atlántico, consagrando al artista para siempre. No obstante dicho hit nunca alcanzó el puesto número 1 en las listas de popularidad, ya que tuvo que competir con otras composiciones como ‘Jingle Bells Rock’ o I Saw Mommy Kissing Santa Claus’, melodías muy en el gusto del gran público. Y que hoy a un lustro de la muerte del músico, (quien irónicamente falleció un 25 de diciembre del 2016 en su casa de Londres) pudo finalmente alcanzar el lugar que se merecía  en las listas de reproducción como Youtube o Spotify con "Last Christmas" ,desbancando a Mariah Carey con su innegable éxito atemporal “All I Want For Christmas Is You” obteniendo por primera vez el tan ansiado primer puesto.. 

Lo más maravilloso de esta canción es que además de ser una de las favoritas de todos, cumplió con una inmenso objetivo social, ya que los integrantes de WHAM!, decidieron donar todo el dinero recolectado del sencillo para subsanar la hambruna en Etiopía, África. “Algo que pocos saben es que George era una persona en extremo amable y altruista, su empatía era inconmensurable, se preocupaba por todo y por todos. A él no le gustaba alardear de sus obras humanitarias, se sentía muy bien con el anonimato, despreciaba a quien presumía sus actos caritativos.” reveló su asistente personal Thomas Owens, una de las pocas personas que conoció de primera mano la generosidad del artista.

Y es que una de las facetas poco conocidas del cantante era justamente esa, su personalidad filantrópica. De hecho a raíz de su muerte fue que se supo que Micheal trabajó directamente con personas en situación de calle, sirviendo comidas, brindando consuelo y aportando dinero a dichos albergues. Por ello en la cinta homónima “Last Christmas” el personaje principal que interpretó la actriz británica Emilia Clark, trabaja con población de escasos recursos, esto como guiño a la historia íntima del cantante, quien en muchas ocasiones recabó fondos para diversas organizaciones de salud de modo totalmente discreto. 

Además su altruismo iba un paso más allá al no sólo donar tiempo y dinero a causas nobles, sino que genuinamente él era una persona muy acomedida y servicial. “Una vez estaba lloviendo horriblemente y mis llantas se desinflaron en medio de un lodazal y tuve que bajar a cambiarlas, cuando de repente un coche prende las intermitentes y desciende un hombre guapísimo, me sonríe y me ayuda a cambiar las llantas en 5 minutos, para mi asombro ese sujeto increíblemente atractivo y amable era George Micheal, se retiró silenciosamente  y me quedé estupefacta” narró una radioescucha a BBC RADIO 4 en vivo. 

La calidad humana de Micheal fue inenarrable, por décadas apoyó a niños con cáncer,hizo presentaciones gratuitas para enfermeras y regaló artículos personales para que se subastarán y generar ingresos para muchos proyectos e instituciones como refugios de inmigrantes, adultos mayores o personas con discapacidad. Por lo que hoy honrar al hombre que nos brindó tantas alegrías es lo menos que podemos hacer y al cual deberíamos aspirar a imitar