Entrevista con Gerardo Porteny

Estudiante de Derecho en la Ibero. A su corta edad ha creado cinco fundaciones de diferente índole, entre ellas dos de lucha contra el cáncer de mama.

¿Qué motiva a un joven de 19 años a iniciar dos fundaciones en contra del cáncer de mama?

Veo que en el mundo existe el problema de cáncer de mama y que se puede combatir con información y con la conciencia. En mi familia, mi mamá, Tammy Backal, es una líder empresarial, le da trabajo a más de cincuenta hombres y mujeres; mi hermana mayor, Melissa, tiene maestría y doctorado con el mejor promedio; mi hermana menor, Paola, es una de las mejores chefs de México y, precisamente, lo que me motiva son todos estos ejemplos donde observo que la mujer puede causar un impacto tan positivo en la sociedad.

¿Cómo te organizas entre trabajo y el estudio?

Para mí la carrera siempre será la prioridad, porque la educación sirve para resolver cualquier problema. Una vez que acabo mis pendientes de la universidad, voy a la oficina y me pongo a trabajar.

Pero también salgo con mis amigos, y mi novia, a quien adoro. Realmente mi trabajo lo disfruto, mis cinco fundaciones las veo como algo inherente a mí y forman parte de mi personalidad.

Platícame de la fundación Pink Life Against Breast Cancer.

Lleva tres años. Empecé con la idea de hacer sudaderas rosas como uniformes para recaudar fondos. Mis papás me apoyaron moralmente, pero empecé con doscientos pesos en el bolsillo, sin tener experiencia de negocio.

Al día de hoy estamos presentes en más de diez escuelas y se han vendido más de tres mil 500. En cada paquete viene un folleto con información para la autoexploración.

¿Qué me dices de tu fundación Pink Life Raicing?

Lo que me di cuenta sobre la marcha es que no hay hombres luchando por esta causa, y si los hombres no estamos conscientes de esto, ¿cómo podemos apoyar a las mujeres? Así que me quise acercar a este sector a través de coches.

Es la primera escudería de coches profesional de América Latina que corre sin fines de lucro.

Después de correr en nuestros coches rosas, los pilotos se quedan a firmar autógrafos y en la parte de atrás viene un folleto con información de autoexploración.