Entrevista: Anthony Goicolea

Un estadunidense que reflexiona acerca del significado y evolución del comportamiento humano a partir de las tradiciones sociales. Un mexicano que se vale de la ausencia para generar espacios y que con fotografías realiza un señalamiento a los organismos que se encargan de la historiografía y archivística oficial de México.

Estos fueron los creadores que presentaron su trabajo en la exposición inaugural del año en la Galería Luis Adelantado México.

Los invitados a esta muestra apreciaron el trabajo de Anthony Goicolea, norteamericano de raíces cubanas, en su primera exposición individual en la Ciudad de México. Se tituló Widow’speak y consistió en una serie de dibujos y de fotografías, así como una video instalación en la que se apreciaba un perfomance en el que un grupo de niños le pegaba a una piñata en forma de caballo.

En tanto que Félix Luna presentó Efemérides habitables, con la curaduría del historiador Andrés Aguilera, y en la que realiza un ensayo visual dividido en tres partes y que combina reproducción de fotografías y una intervención directa al espacio de la galería. El trabajo de ambos creadores continuará expuesto hasta mediados de abril.

Evolución de rituales

Anthony, ¿qué muestras en esta exhibición?

Una videoinstalación que es referencial. Mucho de mi trabajo aborda la idea de tradiciones, rituales, hábitos, y cómo las personas se comportan en un grupo versus individualmente. Estoy interesado en estas tradiciones del día a día que las personas toman parte en diferentes ocasiones, pero que han perdido su significado original.

En esta exposición digamos que analizo una tradición muy común, en la que formas parte de una fiesta, con una piñata. Pero si lo piensas bien, la derivación de esta clase de rituales son un poco violentas, extrañas, y quiero usar eso como una metáfora.

¿Crees que esencialmente como niños somos violentos?

Los niños son un poco más brutales, y un poco crueles porque no han aprendido las formas que adoptas como adulto. Creo que hay mayor propensión a la violencia, pero creo que es algo a lo que en general la gente tiende.

Viendo tu trabajo anterior, ¿por qué has estado interesado en este estado de pre pubertad?

Me interesa explorar la idea de transición, algo que cambia de un estado a otro. Ese periodo es un símbolo de eso, cuando cambias de la niñez a la adultez, un estado intermedio raro, no hay límites reales.

¿Qué representa ser descendiente de una familia de inmigrantes?

Es parte de esa idea de la transición. Crecí con esas historias de lo que era La Habana, y de cómo era la vida allá. Teníamos muchas fotografías familiares en las paredes. Pero como nací en los Estados Unidos no tenía permiso de ir. Representaba una patria que no podía visitar, se volvió algo mítico en cierta forma.

¿Cómo te sentiste cuando pudiste visitarla?

Familiar, pero al mismo tiempo extraño. Me di cuenta de eso cuando volví a casa y trabajaba con el material que había fotografiado cuando estuve allá. Las cosas no cuadraban, y era porque todo lo que yo sabía de Cuba era en blanco y negro, y cuando fui ¡todo era tan brillante!

Resultó algo peculiar porque sentía nostalgia, usualmente es lo que sientes por algo en el pasado que has experimentado, pero nunca había vivido ahí. Pero así lo sentí cuando estuve, por tantas de las historias con las que crecí estaban fijadas en este lugar, que imaginé o armé de fotografías y de ese tipo de cosas.