Dos cenas románticas y un viaje a Botswana, las tres citas en las que Harry y Meghan se enamoraron

La historia de amor entre Meghan y Harry es bien conocida. La pareja se conoció en Londres a través de unos amigos de ella, salieron por un par de meses antes de que los tabloides se enteraran de la nueva pareja del príncipe Harry y se comprometieron en 2017, pero ahora, detalles de cómo fueron esas primeras citas salieron a la luz.

Finding Freedom, el libro biográfico no autorizado por los duques de Sussex, reveló detalles de cómo fue el flechazo desde la primera cita. Meghan estaba en las nubes mientras que Harry parecía estar “en trance” después de conocer a la actriz.

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La primera cita

Meghan y Harry se conocieron gracias a un par de amigos de la entonces actriz, quienes arreglaron “una cita a ciegas”. Ninguno de los dos sabía con quien se iba a reunir, pero Meghan bromeó con algunos de sus amigos a quienes les dijo que esperaba encontrar “un buen caballero inglés”.

La pareja se reunió en el restaurante del hotel Dean Street Townhouse en Soho en el centro de Londres. Estuvieron tres horas platicando y conociéndose a tal punto que ni siquiera se preocuparon en la comida que les sirvieron.

“Harry supo desde ese momento que estarían juntos… ella estaba palomeando los recuadros muy rápido”, dijo uno de los amigos del príncipe a Omid Scobie y Carolyn Durand, los autores del libro.

Fue tal el impacto, que acordaron reunirse en el mismo lugar al siguiente día.

La segunda cita

Meghan y Harry acordaron visitar el mismo restaurante para una cena romántica y seguir conociéndose. De hecho, el libro asegura que Harry abrió una cuenta secreta de Instagram para seguir a Meghan, quien por cierto, según los autores, publicó una foto de un dulce de corazón con la leyenda “Kiss Me” justo los días que estuvo en Londres. ¿Casualidad?

“A pesar de la obvia atracción, no hubo un beso de despedida, sólo hubo un chispazo de que algo pasaba ahí y esperaban verse de nuevo pronto”, se lee en el libro.

Uno de los amigos de Harry dijo a Scobie y Durand que casi de inmediato, se obsesionaron el uno con el otro y que Harry parecía estar en un trance. Meghan, por su parte, confesó a una de sus amigas que veía futuro en esta relación.

La tercera cita, un viaje África

Meghan tuvo que regresar a Toronto para continuar con las grabaciones de la serie ‘Suits’, pero se hizo un espacio durante el verano para volver a ver a Harry. Esta vez, el hijo menor del heredero al trono le pidió sólo que viajara a Londres y él se encargaría del resto.

Harry organizó un viaje a Botswana. Un lugar que ha sido especial para Harry desde que murió su mamá, pues es a donde el príncipe Carlos llevó a sus hijos después de la muerte de Diana y en donde Harry ha hecho varias labores filantrópicas.

La pareja se quedó en una cabaña de lujo en Okavango Delta, una reserva protegida de Botswana en donde los animales andan libremente.

“Una de sus amigas dijo: ‘regresó sonriendo y totalmente cautivada’. Su teléfono estaba lleno de fotos – de la naturaleza que había visto, fotos de ella y selfies con Harry. Si Meghan no habría tenido que regresar a Canadá para seguir trabajando ella y Harry a seguir con su vida en Londres, habrían pasado todo el verano juntos”, se lee en el libro.

De acuerdo con los autores, Meghan dijo a una de sus amigas que nunca se había sentido tan segura y tan conectada con alguien en tan poco tiempo.

Después de este viaje, la pareja siguió con su relación a distancia. Ella en Toronto y él en Londres. Seis meses después, los tabloides se enteraron de la relación por lo que tuvieron que hacerla pública para pedir privacidad. En 2017 se comprometieron, en 2018 se casaron y en 2019 nació Archie, su primer hijo.