Art Basel Miami Beach 2018

FLORIDA.- Cuando Ernst Beyeler, Trudl Bruckner y Balz Hilt, tres galeristas de Basilea, decidieron organizar una feria internacional de arte en los años 70, no imaginaron que su idea sería un inagotable afluente de estímulos para la adquisición de obra, además de convertirse en un detonante de imprescindibles distritos culturales y plataformas satélite, como Design Miami, que ocurren en hoteles, museos, galerías y otros espacios durante los cuatro días en que sucede la gran celebración de la creación humana. 

Ya lo dijo el desarrollador y mecenas del Pérez Art Museum, Jorge Pérez. “Antes de Art Basel Miami Beach la gente venía a retirarse o a tomar el sol para luego salir por la noche a los bares y discotecas, pero ahora no somos sólo eso. ABMB ha logrado atraer a inversores, influyentes galerías, coleccionistas de todo el planeta y a un grupo de personas que aman el buen clima y la sofisticación de la feria de arte contemporáneo más importante de América”. 

Tras celebrar las muestras de Basel, Suiza y Hong Kong, China, la capital del ocio y el verano eterno de Florida expone su carácter multicultural, que cierra el circuito anual de la feria en el Centro de Convenciones de Miami Beach y áreas cercanas. En esta décimo séptima edición participaron más de 200 galerías internacionales de arte moderno y contemporáneo, las cuales presentaron obras de más de cuatro mil autores, entre pinturas, esculturas, instalaciones, fotografías, películas, videos, performance y arte digital. Los asistentes descubrieron piezas editadas tanto por talentos emergentes como por maestros consolidados que han recibido premios de adquisición, cuyo trabajo forma parte de colecciones de museos. 

Si bien la feria europea aterrizó en Miami, en 2002, intentando conquistar el mercado artístico en esta región del planeta, hoy el romance está más vivo que nunca, siendo la cita más esperada para influyentes galerías de América del Norte, América Latina, Europa, Asia, Australia y África. Cuando el arte se vuelca sobre un área territorial bien acotada, surge una plataforma con identidad, que se nutre con el encanto de una gran ciudad, como Miami, la cual necesita de un agitado pulso para mantener el ritmo de su economía. Es por eso que los distritos artísticos más influyentes tienen una relevante concentración de producción y, más importante, de consumo cultural. Es decir, museos, galerías, estudios de creadores, boutiques de diseño y moda, tiendas de concepto, restaurantes, hoteles y bares con un eje de innovación, incluso transporte público eficiente y una importante extensión de áreas libres y abiertas para convivir, respirar los estímulos sensoriales, ver y ser visto. 

Como una meca y plataforma del mercado global, Art Basel Miami Beach demostró una vez más la existencia de una poderosa fuerza que mueve no sólo conciencias y emociones, sino también millones de dólares sin ser Wall Street: el arte.

Fotos Sergio Bejarano