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Vino: Corcho natural vs. tapón sintético

Mucho se habla sobre el tema de si es mejor tapar una botella de vino con corcho natural o sintético

RSVP Staff

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Mucho se habla sobre el tema de si es mejor tapar una botella de vino con corcho natural o sintético. Esta disyuntiva ha ido cambiando con el pasar del tiempo. Al principio fue un shock para la gente, hará unos 15 años aproximadamente, ya que después de utilizar el corcho natural durante 300 años no era bien visto abrir una botella de un buen vino y encontrarse con algo de plástico.

Los tiempos han cambiado y en la actualidad para cierto tipo de vinos este tipo de tapón,  e incluso la tapa a rosca ya es muy aceptado por los consumidores.

En definitiva, el fin de ambos es “tapar”, mantener lo más herméticamente cerrada la botella para que el vino llegue en las mejores condiciones a nuestra copa.

Respecto al corcho natural, este proviene de la corteza del alcornoque, árbol muy adaptado a zonas cálidas que lo encontraremos principalmente en Portugal y España. Esta corteza se extrae aproximadamente cada 12 años que es cuando la misma llega a tener el grosor suficiente para cumplir su cometido. El corcho debe poseer dos importantes cualidades: flexibilidad e impermeabilidad, estos dos rasgos le permiten adaptarse a la perfección al cuello de la botella.

La selección y el control de calidad del corcho son puntos muy importantes. Puede significar el sello que garantice la calidad del vino, obtenida en la vinificación y en los largos cuidados de la bodega. Esta inversión final pasa a justificar las demás, sin ella el proceso en busca de calidad no tendría sentido.

Un buen corcho promete un vino sin gusto a corcho, sin pérdidas y sin defectos y una buena conservación por años para los vinos de guarda, y garantiza la satisfacción del cliente, que ha pagado por un producto de alta calidad.

Corcho y vino mantienen una convivencia que puede ser muy feliz o transformarse en la peor de las relaciones.

Respecto a los tapones sintéticos, en la actualidad encontramos muchas calidades distintas en el mercado, su ingreso a la Industria del vino ha sido lenta pero inexorable.

Son productos de una combinación de polímeros, basados fundamentalmente en la poliolefina (polietileno de baja densidad). Obtenidos en su mayoría por una extrusión única, que permite obtener tapones de diferentes medidas, la mayoría de los tapones sintético que hoy presenta el mercado están constituidos por compuestos aprobados por la FDA y la Unión Europea.

Su funcionalidad en cuanto al objetivo principal de tapar, es cumplida de manera excelente, por lo tanto aseguran la calidad del vino. Al no depender de la humedad para mantenerse expandidos, como si le sucede al corcho natural, permiten la guarda de las botellas en forma vertical. Su recuperación es prácticamente instantánea, a los 60 segundos podemos hablar de una recuperación del 99%.

Según estadísticas al año se cierran más de 14 mil millones de botellas de vinos y unas mil millones de espumosos lo que implica un negocio millonario. Esto dividido entre las corcheras y las empresas de tapones sintéticos.

En definitiva todos buscan lo mismo, cerrar las botellas de la mejor forma posible para conservar la calidad del vino que en ellas se encuentra.

Con el paso del tiempo han cambiado los envases, han cambiado las copas, porque no darle la oportunidad al cambio de corchos, aceptar lo que la tecnología permite y poder asegurarnos que siempre el vino que bebamos tendrá la mejor calidad posible.

Fotos: UnSplash

Realizado por: Sommelier Nora Grillone.

FB: Le Cordon Bleu Mexico

 

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