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Los lugares preferidos de José María Yazpik en la CDMX

Disfrutamos de una travesía citadina con el actor para conocer sus gustos y placeres fuera de la pantalla grande

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“Si quieres conocer a Andrés, vive con él un mes”, así se dice y es muy cierto. Para identificar a las personas es necesario convivir con ellas, es por eso que en esta ocasión nos dimos a la tarea de acompañar al actor José María Yazpik, para saber más de él fuera de la pantalla grande.

La aventura comenzó en el estudio de su casa —su sitio favorito—, donde disfruta de la vida, sus amores y pasiones. Al cruzar la puerta, lo primero que uno ve es la fotografía Burro en Marte, de Andrés Padilla Domene, ubicada al centro de la habitación, la cual está rodeada de todos los libros que el actor ha leído, así como de varios Post its en los que se encuentran organizados sus futuros proyectos.

De afable plática, Chema —como es conocido— te va llevando de un tema a otro. Entre los puntos que toca está su hija, Leonor, por la que da todo, a tal grado que está modificando su sótano, en el que se ubicaba el cuarto de juegos, para montar un teatro, donde espera se desarrolle la imaginación de la pequeña.

Disfruta mucho de su familia, en su celular guarda una fotografía de la vista tan privilegiada que tiene la casa de sus padres y la presume con una sonrisa, porque goza estar ahí, de hecho, su próximo trabajo se desarrollará muy cerca.

También es un amigo que disfruta de cualquier compañía, sabe escuchar atento, dar sus comentarios y callar cuando es necesario.

Fotos: Fernando Canseco

 

Estas son algunas características que rodean la personalidad de este actor, quien se ha preocupado por hacer un trabajo significativo que marque la vida de las personas y que, sobre todo, transmita emociones con la exacta interpretación de una línea.

Chema lleva cinco años arriba del barco de uno de los tequilas más reconocidos en el mundo: Don Julio, bebida que disfruta y de la cual conoce el proceso de producción. Tiene más de 23 años de saber tomar un buen caballito, “derecho, ¡como debe ser!”, y su favorito es el blanco, el clásico de la casa.

Así como Don Julio sabe hacer tequila, Yazpik sabe escribir, dirigir y actuar, como lo ha demostrado a lo largo de su experiencia en cine, teatro y televisión. Tiene esa personalidad característica para compartir con su familia y amigos cada logro, cada amor y desamor, y todas sus aventuras como trotamundos. Tiene un camino labrado, reconocimiento y aún le falta mucho por recorrer, como al tequila.

 

SU HOGAR

La vida de Chema es todo, menos simple, tiene mucho sabor, gran responsabilidad y la disfruta día a día, en especial el tiempo que pasa en su casa de la colonia Roma, donde ya tiene algunos años viviendo, después de dejar aquel departamento en la Condesa.

El estudio de su casa es uno de sus espacios favoritos

 

En todo el sitio predomina la madera que le da la calidez y tranquilidad que Yazpik busca. La recepción es en su sala, impecable, que entre los elementos que destacan se encuentra una lámpara en el piso que parece una escultura, a su lado se ubica una pequeña mesa de bar en la que licoreras resguardan sus tequilas.

Su lugar más íntimo es el estudio, donde prepara su vida, su agenda y sus futuros trabajos. Ahí, el escritorio se ha convertido en su compinche, en el que pasa largas horas leyendo libretos y escribiendo historias que, posiblemente, contará después.

 

Entre sus tesoros está Pedro Páramo (Juan Rulfo, 1955) un libro obligado de la prepa pero que, “ahora que estoy releyendo, encuentro muchas diferencias y le estoy entiendiendo mucho mejor”, dijo, luego de comentarios sobre su mala memoria y la capacidad que tiene de perder la concentración en un texto que no lo atrapa.

Eso es tan sólo una parte de su hogar, ese recinto que resguarda celoso y que sólo los más allegados logran traspasar.

 

COMER, TODO UN PLACER

Varios de sus buenos amigos son chefs, como es el caso de Elena Reygadas, propietaria de Rosetta, uno de sus restaurantes favoritos, donde el ambiente es propicio para disfrutar de la excelente comida con un Don Julio 70 muy frío.

José María Yazpik disfruta mucho visitar a la chef Elena Reygadas en su restaurante

 

El buen servicio, los platos deliciosos y el mejor postre hacen único a Rosetta, pero nada se compara con compartir con una buena plática y encontrarte con gente que conoces de toda la vida. Chema lo sabe y por eso es asiduo a este lugar, porque además “está en la esquina de mi casa”.

Short rib braseado y polenta rústica

 

En esta visita, Elena decidió prepararle un menú que incluyó short rib —el platillo favorito de Chema—, “tanto que podría cenar lo mismo”. Éste fue acompañado por un espejo de polenta que le dio el balance perfecto entre la salsa y el dulce del elote, que lo hizo una experiencia especial.

 

UN TOQUE DE CREATIVIDAD

Como buen artista, gusta de la sensibilidad de otros creadores. En su casa se pueden ver piezas como la lámpara de su sala, que es diseño especial del taller Candela Luz, donde Yazpik siempre encuentra una obra de arte que se apega a su estilo único e independiente y que, con buen gusto, ilumina sus espacios favoritos.

Erick Urrieta fue el encargado de presentar el estudio a Chema. En la calle de Monterrey está la casa de Candela, en la que salen estos objetos auténticos y llenos de estilo propio. Aprovechando la visita, el actor decidió encargar una nueva pieza que formará parte de su hogar.

Erick Urrieta recibió a Chema en su estudio

 

Entre las múltimples facetas de José María está la de manejar un estilo desenfadado y cómodo, respetando siempre sus gustos. Por eso la unión con Candela resulta la perfecta.

 

 

SABOR TRADICIONAL

En la Condesa, a unas calles de donde vivía antes, está la Cantina Xel Ha, que tiene más de 25 años sirviendo los mejores tragos y respetando la escencia de las cantinas de antes.

En ese lugar, Chema ha convivido con sus raíces y tiene 15 años siendo fiel a su cantinero, Abad Santos, quien ya sabe que los favoritos del actor son los tacos cachondos de cochinita pibil (fritos en su propia grasa) y la ternera con papas fritas que prácticamente se deshacen en la boca y te deja un delicioso sabor.

Tacos cachondos de cochinita pibil, uno de los platillos que Chema disfruta en Xel Ha

 

Es ahí donde va con sus amigos, comparte sus más grandes éxitos y ha vivido desamores. Siempre se encuentra con algún amigo, “cuando toda la banda vivía por la zona, podías venir un viernes en la noche y era de pasar mesa por mesa para saludar, te encontrabas a los de Zoé, Daniel Giménez Cacho y Damián Alcazar. Se armaban unas buenas.”

La diversión está garantizada para todos, no sólo para los vecinos, entre sus experiencias hay reuniones que surgen luego de un encuentro de golf, Xel Ha se convierte en su próxima parada y empieza la fiesta muy similar a la que se da con sus amigos de toda la vida y con los que se la pasa muy bien.

Para cerrar el día, nada como estar con amigos y un buen tequila

 

Así es un poco la cotidianidad de Chema Yazpik, quien en sus planes tiene un viaje en puerta, ya que va a celebrar la boda de su hermano en Praga, y la vida lo sigue reconociendo por hacer bien lo que le gusta, porque eso le pasa a la gente que lucha por el éxito, lo tiene asegurado.