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Evita 'pelarte' después de tomar el Sol con estos tips

Te decimos cómo evitar pelarte después de asolearte con estos sencillos tips.
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Una de las mejores cosas de ir a la playa es que puedes tomar un poco de Sol y broncearte; pero hay ocasiones en las que la piel estuvo tanto tiempo expuesta al Sol que comienza a regenerarse y entonces comienza a caerse, es decir, comienzas a "pelarte". 

Afortunadamente, hay algunos trucos que puedes seguir para evitar pelarse después de asolearte y que harán que tu bronceado dure mucho más tiempo y tu piel se vea radiante. 

Aunque algunos especialistas no recomiendan tanto el broncearse, pues, como indica el sitio MedlinePlus, te expone a los rayos dañinos y aumenta el riesgo de cáncer de piel, la realidad es que nadie puede resistirse a agarrar un poquito de color.

Protege tu piel

Puede parecer contradictorio, pero usar protector solar (y reaplicarlo constantemente) es básico. No sólo evitarás quemaduras solares y, por ende, pelarte, sino también te ayudará a prevenir los daños de la exposición a los rayos ultra violeta.

También recuerda no asolearte entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m., pues es cuando el sol está más fuerte. Quizá tardes más en broncearte, pero evitarás terminar roja y adolorida.

Mantente hidratada

Es natural que en época de calor la piel se reseque, pero esto se intensifica después de exponerte al sol. Para evitarlo, mantente hidratada tomando constantemente agua, pero también aplicando crema hidratante ligera antes y después de asolearte.

Otra forma de evitar que la piel se reseque o deshidrate, es evitar los baños de agua caliente y tratar de siempre utilizar agua fría, al fin y al cabo, en el calor no se siente tanto, ¿no crees?

Recuerda que para mantenerte correctamente hidratada, debes tomar agua simple. Los refrescos, las cervezas o los cocteles no te ayudarán a cumplir este objetivo y sólo estarás consumiendo calorías vacías. 

Trucos para no pelarte al broncearte

Cuida tu alimentación

Incluye alimentos ricos en vitamina C y E, como cítricos y nueces, pues son antioxidantes y protegen tu piel de los daños del Sol, como las quemaduras.

Te recomendamos cuidar lo que comes días antes de asolearte, pues lo que incluyas en tu dieta podría ayudar a que tu bronceado se mantenga más tiempo. Por eso, es bueno incorporar verduras como la zanahoria, el jitomate, la sandía y el mago que son ricos en vitamina C y Ecarotenoides, y betacarotenos

También incluye pescados ricos en omega 3 (salmón, atún), pues estos últimos ayudará a reparar e hidratar tu piel y darle mayor elasticidad.

Cuando ya te quemaste

¡Enfría tu piel! Cuando sufres una quemadura solar, debes refrescar tu piel, ya sea con una toalla húmeda, tomando un baño frío o aplicando un gel de aloe vera o sábila. Después de esto, no olvides aplicar crema hidratante con suavidad, para evitar la sensación de que tu piel se estira, lo cual la lleva a descamarse… Y por lo que más quieras, ¡evita rascarte! Hacerlo lesionará más tu piel

Al día siguiente, lo mejor es evitar exponerte al sol, de lo contrario tus quemaduras aumentarán y puedes terminar con dolor de cabeza, fiebre, náuseas o fatiga, además de ampollas en la piel, por lo que necesitarás consultar a un médico.

Recuerda que el bronceado no dura para siempre. Incluso cuando llegues a un tono elevadísimo, eso se terminará yendo, así que mejor no sobreexpongas a tu piel al sol, pues sólo puedes causarle daños a largo plazo y una descamación a los pocos días. Y si la asoleada salió mal y terminas con mucho malestar, no olvides consultar a un médico.