El remedio perfecto para la piel en invierno: Almendras

Frío, te odio. Así, directo y sin piedad.

No se imaginan cómo sufro en esta época… odio tener mucho frío, mi nariz podría caerse por congelamiento, me molesta tener capas y capas de ropa, mi cabello se reseca y ¡qué decir de la piel!

Cuando era chiquita sufría de “dermatitis atópica”, resequedad extrema en la piel que además me daba muchísima comezón. Todo el año la tenía pero en invierno se intensificaba y era HO-RRI-BLE.

Poco a poco fui descubriendo cómo prepararme para las bajas temperaturas, incluía cremas, tratamientos en el cabello y telas abrigadoras. Pero hace poco descubrí un secreto que me llegó como milagro… ¡de haberlo sabido antes!

Resulta que las almendras es el alimento que necesité toda mi vida y te voy a explicar por qué.

Este producto natural aporta muchos beneficios, tiene alto contenido en proteína, fibra y vitamina E (cosas que buscaba por separado en mi “preparación para el cambio de estación”).

La fibra ayuda al movimiento intestinal y beneficia al corazón, la vitamina E es antioxidante y protege la piel de los cambios de clima, sobre todo la más delgada como los labios y debajo de los ojos. Ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro (que a mis 25 ya empiezo a considerarlo) e hidrata también el cabello de forma impresionante.

Yo me como un puñito de aproximadamente 23 almendras diarias y no saben los cambios que he notado, además me encanta que sean chiquitas y pueda transportarlas fácilmente. OJO, le pregunté a una nutrióloga si era mejor comerlas o untar su aceite y me contestó que siempre será mejor ingerirlas para ver cambios más rápidos porque los beneficios vienen de adentro hacia afuera.

¿Qué tal, lo intentas y me cuentas cómo te fue? Yo LAS AMO

Fotos: Unsplash.

Con información de: California Almonds.

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