Moda

Un siglo resplandeciendo

Un siglo resplandeciendo
Fernado Canseco
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Una cena cerca del cielo es la manera en la que Chanel celebra 100 años de la creación de la fragancia N°5, un aroma que Gabrielle Chanel eligiera para convertirse en su legado olfativo.

En el mundo de la belleza pocos son los iconos que se mantienen intactos desde su nacimiento, menos son los que permiten historias que van de la pasión al éxito como es el caso de la fragancia N°5 de Chanel. Un perfume que nació en 1921 para convertirse en el primero lanzado por una diseñadora bajo su firma: Gabrielle Chanel.       

   

       

El camino de su nacimiento es conocido —el perfumista Ernest Beaux obtuvo la aprobación del quinto extracto creado para esta encomienda, un jugo con notas de neroli de Grasse, rosa de rayo y jazmín de Grasse— al igual que el impacto que ha tenido en su siglo de vida atrapando a las mujeres con su encanto sofisticado y su simplicidad, o aquella anécdota convertida en estandarte cuando Ma- rilyn Monroe aseguró que dormía sólo con “unas gotas de Chanel N°5”, dicho que potenció el alma sensual de este “perfume con aroma de mujer”, y no de flor, como lo dijo la diseñadora en su momento.                   

Para celebrar este legado, la firma convocó a una cena de gala en el piso 29 de la Torre Manacar, un espacio que permitió una vista panorámica de la Ciudad de México, y donde la encomienda de llevar a los asistentes lo más cerca de la luna se cumplió. La paleta blanco y negro, insignia de la maison, y elementos que honraban la imagen de la fragancia complementaron la ambientación de este festejo que comenzó con un coctel de bienvenida.

Posteriormente, un elegante salón recibió a los asistentes para disfrutar un menú realizado por la chef Elena Reygadas (Rosetta) que comenzó con taco de col rostizada y pipián de pistache, para seguir con una ensalada de persimos, shiso y acedera. El plato fuerte consistió en extraviado con romesco para finalizar con un postre de peras, flor de sauco y helado de estragón, todo maridado con vinos elegidos especialmente para la ocasión y enmarcados por un grupo de música en vivo para una noche en la que se brindó por 100 años más de este emblema aromático.