La modelo más longeva de Balenciaga cumple 103 años, ella recuerda que el diseñador no sonreía

Cumplir 103 años ya es una gran noticia, y si además, quien los cumple es una de las mujeres más bellas del mundo, como es el caso de Lolita Laporta, se convierte en un hecho sin precedentes.

Lolita Laporta celebra hoy su aniversario 103 acompañada de Baruk, su perro Yorkshire, ambos viven en un apartamento en Barcelona, España.

Laporta se dio a conocer en el mundo de la moda a principios de los años 40 cuando fue descubierta por Cristóbal Balenciaga, en aquella época el diseñador, quien es sinónimo de lujo, acababa de montar su estudio en Barcelona.

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Lolita trabajó para Balenciaga durante tres años en la sedes de Madrid, San Sebastián y Barcelona, hasta que se hizo novia de quien fuera su esposo y decidió abandonar al vasco.

Así recuerda Laporta su encuentro con el diseñador vasco:

“Un día, caminando por la calle me encontré con una amiga que dijo ‘¿estás trabajando como modelo todavía?’. Yo le contesté que sí. Ella me recomendó que buscara a Balenciaga porque ella era su modelo principal y se mudaría a Amécica”.

“Cuando llegué, me miró de arriba a abajo y me dijo: ‘Vente el lunes’. Y ya me quedé con él”.

Lolita confiesa que Balenciaga era una maravilla de hombre, pero sonreía poco:

 

“Maravilloso de carácter, de amabilidad, de educación, atento, cariñoso... Eso sí, poco sonriente, pero cuando lo hacía, era una delicia. Las clientas se lo rifaban. Era muy bueno”.

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Laporta también modeló para Pedro Rodríguez, responsable de los uniformes de las azafatas de Iberia.

En los 40 y 50 el modelaje no era tan bien visto como ahora, era relacionado con mujeres "indecentes":

“Afortunadamente mis papás era muy modernos, dice Lilita, ellos estaban separados y yo hacía lo que quería”.

Para su día a día Lolita se apoya en su sobrina Montserrat, de 68 años de edad, y en una chica de servicio que le ayuda con las labores del hogar. Recuerda su época como modelo con mucho cariño y satisfecha de lo que logó.

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Lolita Laporta modeló durante 25 años y recuerda que Balenciaga le regaló tres vestidos con los que portó en las pasarelas, pero las costosas prendas se perdieron entre mudanza y mudanza.

También tiene presente un día que estuvieron trabajando hasta tarde y él, en señal de agradecimeinto, mandó a pedir unas tapas para compartir con ella mientras los dos estaban sentados en el piso del taller del diseñador.