Moda

Jóvenes y talentosas: Alejandra y Gabriela Morales

Las hermanas Alejandra y Gabriela Morales llevan más de 10 años creando joyas únicas para su firma Mani Maalai. Sus piezas eclécticas y vanguardistas son un must en Monterrey y ahora llegan al Distrito Federal. Las diseñadoras nos platican un poco de su trayectoria, su inspiración y sus gustos. 

 

¿Cómo inició su firma de joyería?


Alejandra: Cuando estaba chiquita era fan de los aretes y compraba de todos. Me colgaba todas las joyas de mi mamá. Cuando crecimos empezamos a comprar piezas para vender, pero llegó un punto en el que queríamos cosas diferentes y al no encontrarlas decidimos tomar talleres de diseño, de fabricación de joyería y producción. Al poco tiempo ya no comprábamos nada, todo lo hacíamos nosotras.

 

Gaby: En cuanto al diseño ha sido una cuestión de inspiración propia, pero conforme han pasado los años buscamos perfeccionar las técnicas para que la calidad sea la mejor en cuanto al material, el chapeado, etcétera. Personalmente elegimos las piedras, buscamos que tengan los cortes, colores y formas que necesitamos.

 

 

¿Qué presentan en su nueva línea?


G: Ahora tenemos varias colecciones: Pulso, inspirada en cruces y santos; Instinto, con insectos y reptiles; Rebel, de dagas de todos tamaños y espadas; Vuelo, que son alas, cráneos de colibrí, plumas y cuervos; así como Siete, piedras en bruto.

 

A: Siempre sacamos cosas diferentes, muchos clientes buscan piedras que son únicas, hay algunas que son totalmente naturales, pero otras las trabajamos para darles un acabado muy especial.

 

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Las hermanas Alejandra y Gabriela Morales llevan más de 10 años creando joyas únicas para su firma Mani Maalai. Sus piezas eclécticas y vanguardistas son un must en Monterrey y ahora llegan al Distrito Federal. Las diseñadoras nos platican un poco de su trayectoria, su inspiración y sus gustos. 

 

¿Cómo inició su firma de joyería?

Alejandra: Cuando estaba chiquita era fan de los aretes y compraba de todos. Me colgaba todas las joyas de mi mamá. Cuando crecimos empezamos a comprar piezas para vender, pero llegó un punto en el que queríamos cosas diferentes y al no encontrarlas decidimos tomar talleres de diseño, de fabricación de joyería y producción. Al poco tiempo ya no comprábamos nada, todo lo hacíamos nosotras.

 

Gaby: En cuanto al diseño ha sido una cuestión de inspiración propia, pero conforme han pasado los años buscamos perfeccionar las técnicas para que la calidad sea la mejor en cuanto al material, el chapeado, etcétera. Personalmente elegimos las piedras, buscamos que tengan los cortes, colores y formas que necesitamos.

 

 

¿Qué presentan en su nueva línea?

G: Ahora tenemos varias colecciones: Pulso, inspirada en cruces y santos; Instinto, con insectos y reptiles; Rebel, de dagas de todos tamaños y espadas; Vuelo, que son alas, cráneos de colibrí, plumas y cuervos; así como Siete, piedras en bruto.

 

A: Siempre sacamos cosas diferentes, muchos clientes buscan piedras que son únicas, hay algunas que son totalmente naturales, pero otras las trabajamos para darles un acabado muy especial.

 

 

¿La esencia de la marca se inclinó a piezas dramáticas desde su creación?

A: Siempre ha sido así, pero seguimos las tendencias, como ahora que están muy en boga las alas y animales, aunque siempre con el mismo estilo. Tenemos una línea más clásica con aretes tipo chandelier.

G: En lo personal nuestro estilo es así, no somos de cadenitas con piedritas y aretitos, pero sí hacemos porque nuestros clientes también buscan algo más sencillo, así que podemos reducir los tamaños y crear una versión personalizada, tanto para hombre como para mujer, de la pieza original.

 

 

¿Qué tipo de personas las buscan?

 

A: Es gente a la que le gusta la moda, no es alguien que se incline por perlas o diseños clásicos. Nuestras piezas son muy versátiles, pueden ser tanto para el día como para un evento en la noche. No son piezas que se guardan en la caja fuerte y las sacas una vez al año.

 

¿Cómo es su relación al ser hermanas y socias?

 

A: Siempre nos hemos llevado súper bien, es muy relajado y no es que estemos de la greña, pero cuando llegamos a tener alguna diferencia en el trabajo no llega a ser un gran problema. Además, si se nos ocurre algo, como un nuevo diseño, estamos en el mismo canal.

 

G: Al ser hermanas nos tenemos más confianza y jamás nos hemos peleado en más de diez años que tenemos trabajando juntas.