Perfiles

Tintes femeninos

Más que una marca, Doña Natalia es todo un compromiso social que han adquirido Natalia gil y Rosa de la Rocha con las mujeres del pueblo nombre de Dios, donde tienen una cooperativa

 

¿Cómo te involucraste con el mezcal?


Al regresar a México de Inglaterra lo descubrí y me encantó. Era complicado encontrar buen mezcal, había dos o tres marcas buenas, pero cuando probé el nuestro me pareció una delicia, porque es una cosa muy rica y lo siento como algo muy sano.

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Emanuel Rodríguez

Estudió Comunicación en la Ibero y tiene gustos culposos derivados de la moda.

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Más que una marca, Doña Natalia es todo un compromiso social que han adquirido Natalia gil y Rosa de la Rocha con las mujeres del pueblo nombre de Dios, donde tienen una cooperativa

 

¿Cómo te involucraste con el mezcal?

Al regresar a México de Inglaterra lo descubrí y me encantó. Era complicado encontrar buen mezcal, había dos o tres marcas buenas, pero cuando probé el nuestro me pareció una delicia, porque es una cosa muy rica y lo siento como algo muy sano.

 

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¿Cómo surge Doña Natalia?

Hace más de 10 años. Cuando estaba estudiando mi maestría de historia en Cambridge, Inglaterra, conocí a una gran amiga que estaba haciendo un doctorado en veterinaria: se llama Rosa de la Rocha. Resulta que desde entonces ella, aparte de ser minera, charra y hacer muchas cosas en Durango, estaba impulsando la industria del mezcal, que estaba muy olvidada. Decidimos en aquel entonces hacer un negocio que apoyara una tradición antigua mexicana, pero aparte un objetivo importante que teníamos era crear una cooperativa para ayudar a las mujeres del pueblo donde se hace, que se llama Nombre de Dios.

¿Qué caracteriza a este mezcal?

Tiene una responsabilidad social muy grande, pero por el otro creemos que es sumamente especial: se conoce muy poco el mezcal de Durango, y soy creyente de éste porque lo tomo desde hace muchísimos años. Es de un agave endémico, durangensis, es silvestre y crece en tierra volcánica. Es la especie más dulce de todas las del país, es fuerte, porque tiene 40 grados de alcohol, pero a la vez es bastante suave y dulcecito. Lo hacen los maestros mezcaleros que llevan décadas elaborándolo en esa región; es una producción pequeña, pero la calidad es increíble.

 

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¿Por qué el nombre?

Tiene toda una leyenda: eran dos hermanas, Natalia y Genoveva, quienes sobrevivieron en la época de la Revolución. Eran ahijadas de Madero y la hacienda donde vivían fue invadida y quemada por las tropas carrancistas. Ellas sobreviven y, en fin, pasan muchas cosas que vienen en el colgante de la botella. Es una mezcal muy especial. Para empezar, la compañía está integrada por puras mujeres, la botella está inspirada en una de principios del siglo XX y el tipo de agave es muy poco conocido.

¿Dónde se vende?

En la Europea, en México, y lo vamos a distribuir en Los Ángeles, California, en varios restaurantes.

 

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¿Es una moda?

Evidentemente está de moda, pero eso no le resta la importancia de que es una bebida que se hacía en México desde hace cientos de años. Lo veo como una bebida tradicional, que es una maravilla que vuelva a salir un poco, que la gente lo vuelva a apreciar y a tomar. Inclusive creo que es curativa: en Nombre de Dios los viejos de más de 100 años tienen la costumbre de tomarse un tercio de caballito en las mañanas, es una tradición antigua y lo han hecho de toda la vida. Es muy noble, ideal para hablar de cosas sobre el alma y cuando uno tiene que tomar buenas decisiones, porque así de bien te pone.

¿En qué consiste el trabajo de las mujeres de la cooperativa?

Tenemos suscritas a 20 y ellas las embotellan, etiquetan, le ponen el corcho, los colgantes y todo los arreglos de la botella para que pueda venderse en la tienda. Además, ayudamos a refinar los productos que hacen, diseñando una imagen que permita sacarlos del país, queremos que les vaya mejor. Estamos preparando un programa de educación con talleres. También son las que se encargan de recibir los pedidos, la contabilidad y la bodeguita. Somos muy pequeños ahora, pero la comunidad nos está ayudando.

 

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¿Cómo lo tomas?

Solo y antes de comer o cenar. Me tomo dos o tres caballitos cuando es fin de semana y entre semana uno al día. Es muy interesante porque te puedes tomar cinco o siete y al día siguiente estás muy bien; es tan puro que no te hace cruda o te pones mal.

¿Está bien tomarlo en coctel?

Soy de la idea de que se debe tomar solo. Sé que es más comercial a través de un coctel y estamos haciendo un par de ellos, muy naturales, pero lo prefiero derecho, quizás picando algo de comer o como un aperitivo.