Perfiles

Síguele la pista: Kankyo Tannier

Desde muy joven, Kankyo encontró en la práctica del budismo zen una forma de lidiar con las vicisitudes de la vida

Karla Reynoso

Perpetuar con palabras las historias más cool de este mundo es lo que más me gusta.

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“Todos tenemos dentro de nosotros una gran calma y una gran presencia, lo que explico en mi libro es cómo volver a encontrar el silencia que cada persona lleva dentro”, cuenta la monja budista Kankyo Tannier, quien desde muy joven se vio cautivada por los textos del Dalai Lama y “la idea de la interdependencia, que todas las cosas están conectadas y el mensaje de Buda que dice: ‘No me creas así como así, tienes que explorar por ti mismo’”.

Desde muy joven, Kankyo encontró en la práctica del budismo zen una forma de lidiar con las vicisitudes de la vida actual, sin embargo, no está exenta de ser parte de la era digital, de hecho, se define como “la monja del siglo XXI”, porque es una persona activa en las redes sociales y tienen un blog en el que aborda temas de meditación.

Recientemente estuvo de visita en México para presentar el libro La magia del silencio, el cual ha tenido muy buena aceptación, a tal grado que se ha traducido a 13 idiomas. “Está escrito para todos aquellos que alguna vez han dicho: ‘No puedo más’ o ‘me falta el aire’, en esta época llena de tensiones en la que todo va demasiado rápido y no cabe la opción de parar”, afirma.

De ahí, que haya decidido compartir con la gente ese estado de silencio que desde hace varios años lograr en su cabaña de Alsacia, Francia, en la que está en plena conexión con la naturaleza y los animales. Es así como cada página sirve de guía para alcanzar un estado de paz (espiritual y físico) en el día a día y ayuda a mejorar el estado interior de cada persona sin necesidad de cambiar su estilo de vida.

Los métodos que utiliza para encontrar la tranquilidad y de los que habla en el libro resultan ser ejercicios fáciles y prácticos que cualquier persona puede hacer en su cotidianidad sin la necesidad de mudarse a un monasterio, “por ejemplo, podemos hacer una práctica muy sencilla, te sientas derecho, pones tus manos encima de tus piernas y colocas la mirada hacia abajo, creando un tipo de burbuja alrededor de nosotros, de esta manera volvemos a tomar el control de la mirada con el hecho de voltear hacia abajo y luego vamos a escuchar todos los sonidos que nos rodean. Hago muchas veces este ejercicio en el metro de una manera poco visible”.

Además, recomienda hacer al menos 15 minutos de prácticas en silencio o meditación. Para lograrlo de manera correcta, es importante cuidar lo que vemos durante un lapso de tiempo, “la mirada es atraída por un montón de cosas allá afuera, cada vez que alguien ve algo, la atención se dirige a eso y nos saca de nosotros, la idea es bajarla y controlarla, así uno vuelve a sentir que está presente, sin distraerse por el entorno”.

Los resultados que se pueden obtener al realizar este trabajo son encontrar la felicidad y la paz interior, desintoxicarse de la vida moderna abrumadora. “Es algo mágico, porque en cualquier situación sabemos que tenemos a nuestra disposición la capacidad de estar presentes en el momento. El silencio de palabras, para poder captar realmente lo que sucede a nuestro alrededor; el silencio visual, para que nuestra mirada sepa prescindir de la información inútil y el silencio corporal, para aprender a escuchar lo que nuestro cuerpo nos dice”. Kankyo podría quedarse cuidando a sus caballos en Francia, sin embargo, tiene la necesidad de compartir su filosofía por la situación en la que nos encontramos en esta época. “Veo que muchos seres humanos están perdidos y quería compartir algunas claves para simplemente vivir mejor”.

Uno de los mayores aprendizajes que quiere dejar en La magia del silencio es que todos pueden cambiar su vida, nunca es tarde. “Es como un barco gigante en el que para dar la vuelta toma su tiempo, pero, después, cambia su ruta. Así que si alguien quiere dirigirse hacía un camino con mayor silencio y calma, lo puede lograr poco a poco, así su vida puede cambiar completamente”, finaliza.

Fotos: Sergio Bejarano