Síguele la pista a Franshesca Oliveras

¿Cómo comenzó el proyecto?

Lobo Shoes empieza con el objetivo de cubrir dos pasiones en mi vida: los animales y los zapatos. Anteriormente trabajaba en una revista y en ese momento me di cuenta que hay que seguir tus sueños, así comenzó este proyecto.

¿Por qué la palabra LOBO?

Es un animal maravilloso, con una personalidad bastante importante. Son muy protectores, salvajes, pero no agresivos. De hecho apoyamos a la fundación Lince, la cual protege al lobo mexicano que está en peligro de extinción.

¿Un porcentaje se va destinado a esta causa?

Sí, apoyamos tres fundaciones, la principal es Lince. La segunda se llama Aquí nadie se rinde, que ayuda a niños con cáncer. La última la organizamos nosotros y se llama Paso a paso. Consiste en una recolecta de zapatos en buen estado, los cuales son donados a migrantes mexicanos.

¿Cómo llegaste a posicionarte en Masaryk, zona donde la competencia son marcas de lujo?

Más allá del lujo, Lobo Shoes es única porque los precios son más accesibles que otros que puedes encontrar en Masaryk. Sólo hacemos doce pares de cada modelo, los materiales son únicamente piel y cuero, no utilizamos sintéticos.

¿Cómo es la producción?

Trabajamos con un taller de zapateros, ubicado en el Distrito Federal. Es un negocio familiar de máximo 12 personas, en el que las técnicas se enseñan de padre a hijo, y el trabajo es de excelente calidad. En el caso de los detalles de algunos modelos como las punteras metálicas, se trabajan con joyeros, quienes también hacen las hormas. Todo es producto nacional.

¿Qué oportunidades encuentras en el mercado?

Era un tema que desconocía, pero en México hay muchas propuestas nuevas y cada vez se está valorando más lo hecho a mano. Por fin estamos eliminando el cliché de que en nuestro país no ofrece propuestas de diseño y buena calidad.

¿Qué hay del fashion film que se visualiza en la página oficial?

Fue la presentación de la marca y queríamos impregnar la personalidad de la firma de manera visual.Trabajamos con dos lobas, las modelos les tenían mucho miedo al principio, pero eran muy dóciles y terminaron amándolas.

¿Qué viene para ti?

Ahorita estoy enfocada en darle difusión en México a la tienda, la cual está ubicada en Virgilio 8, Polanco. Una vez que se tenga ese mercado, venderemos de manera internacional.