Perfiles

Ser mujer es: Brenda Castro

Presentamos cuatro historias de éxito, mujeres con ética y pasión
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Brenda Castro, campeona mexicana de crossfit, es el ejemplo claro de que cuando una mujer desafía sus límites, encuentra el mejor el camino para descubrir sus máximas fortalezas.

Suena el despertador a primera hora de la mañana. Tiempo de levantarse y estar lista a las 9 en punto para comenzar los entrenamientos del día. Un poco de pesas, ejercicios de crossfit y otras rutinas que terminan a las 12:30. Correr, porque a la 1 de la tarde hay clase de natación; después de 120 minutos bajo el agua, llegó el momento de comer. Sólo un poco de descanso, pues a las 5 de vuelta al gimnasio para más entrenamiento y concluir a las 8 de la noche. Al llegar a casa, toca preparar las comidas del día siguiente y a dormir para recuperar energía. El día siguiente la espera con la misma rutina.

Si, además, en tu filosofía de vida está el compartir el conocimiento y eres entrenadora, te faltarían un par de horas diarias dedicadas al coaching.

Esto es lo que ha hecho Brenda Castro durante los recientes años de su vida. Un régimen que la ha llevado a convertirse en la campeona mexicana de crossfit y, seguramente, la primera mujer latinoamericana en llegar a los CrossFit Games, la competencia mundial más importante de esta disciplina. De ahí que su mantra principal —el cual comparte con sus miles de seguidores en redes sociales— sea “Insistir, persistir, resistir y nunca desistir”...

 Y confiar, no detenerse, ni hacer caso de los roles que en México, y en gran parte del mundo, determinan cómo y qué debe hacer una mujer.

“El reto mayor fue convencer a mi familia de que éste no era un deporte peligroso, y convencer a mi papá y a mis amigos de que levantar pesas no te hace lucir como hombre. Desafortunadamente, todavía en la sociedad existen muchos estereotipos, que si no luces de alguna manera o lo suficientemente femenina, quizá no te ves bien”, asegura una de las atletas más destacadas en esta corriente de ejercicio que ha ganado terreno entre el género femenino.

“Mi físico no lo tengo porque realmente lo haya buscado, mi físico es una consecuencia de todo el entrenamiento que hago y estoy muy contenta con él porque es lo que me ha ayudado a lograr y llegar hasta donde estoy. Incluso, siempre que voy a una competencia me siento chiquita porque veo a mis compañeras y todas son o más altas o más grandes que yo, pero eso no me ‘achica’, al contrario, es un reto para decir: ‘aquí estoy y tengo las mismas circunstancias que ellas, con dos manos y dos piernas’, y para demostrar que nada es imposible en esta vida”.

AMOR A PRIMERA VISTA

Brenda nació en Mazatlán, Sinaloa. Actualmente radica en Monterrey, donde ha creado una comunidad en el gimnasio Crossfit Tigran. Es entrenadora, atleta latinoamericana en los Regionals CrossFit Games, así como atleta embajadora para marcas como Reebok.

Estudió la carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública en la Universidad Autónoma de Nuevo León, sin embargo, como otras tantas emprendedoras, dejó a un lado la profesión para seguir la vocación que descubrió “por casualidad”, como asegura.

“Empecé hace aproximadamente cinco años, y fue meramente casualidad porque un amigo me mostró un video de crossfit y me encantaron los movimientos. De chiquita fui gimnasta y algunos me recordaron esa época. Tomé mi primera clase de prueba y desde entonces me enamoré de la disciplina”.

Un estilo de ejercitarse que ha sido tan popular como polémico, debido a que visto de fuera, resulta una actividad dedicada sólo a los expertos, pero que cada vez es más solicitado. “Ya no es una moda, porque las modas están un tiempo y luego se van. El crossfit llegó a convertirse en un estilo de vida, porque te abre la perspectiva de cuánto eres capaz de hacer”.

Éste es un entrenamiento funcional en el que se mezclan varias disciplinas como gimnasia, atletismo, levantamiento de pesas y natación. “Es para cualquier persona, aunque no cualquiera puede hacerlo. Debes tener la mente muy abierta para sentir que tienes el poder de lograr lo que nunca lograste. Además, el desafiar tus límites te ayuda a darte cuenta que eres capaz de hacer todo lo que te propongas”. Una revelación que no es fácil y sí dolorosa, ya que implica perder unas cosas para obtener el éxito.

“Conforme te vas convirtiendo en un atleta de alto rendimiento, en el trayecto pierdes amistades que creías que iban a estar ahí, porque ya no tienes tiempo de salir a fiestas, te dedicas más a entrenar y tus objetivos son diferentes. Resulta doloroso, pero al final de cuentas, terminas ganando. Ganas salud, te sientes contenta con lo que haces y mientras eso suceda todo es fácil de superar”.

CAMINO A LA GRAN VICTORIA

El reto más importante para todos los que practican esta disciplina es el Open, un clasificatorio que se realiza en línea. La duración es de cinco semanas —entre febrero y marzo de 2018—, al término de este tiempo, el jurado otorga un pase a los mejores profesionales para los Regionales, que se llevarán a cabo en mayo; después, el trabajo se centra en buscar un lugar en la máxima disputa internacional: los CrossFit Games, a realizarse en el Alliant Energy Center, en Madison, Wisconsin, este 2018.

“El año pasado solamente hubo 10 pases para la región de Latinoamérica, y tuve la fortuna de quedar en primer lugar de aproximadamente 12 mil mujeres que participamos de toda América Latina”. La tan esperada justa será del 1 al 5 de agosto, fechas para las que Brenda se prepara con más intensidad que nunca: “Estoy trabajando todos los días, es mi pase para poder clasificar a los CrossFit Games, lo que me convertiría en la primera mexicana y la primera latina en conseguirlo. Es algo con lo que he soñado, sólo es cuestión de esforzarme más de lo que ya lo he hecho y trabajar fuerte”.

Al pronunciar estas palabras, sus manos se cierran con firmeza, anunciando que está lista para llevar su nombre y nacionalidad a la cima internacional. Casi podemos asegurar que así será, porque desde aquella clase de prueba, la primera que la acercó con su objetivo de vida, supo que el crossfit “será algo que esté en mí para el resto de mi vida. El día que ya no sea atleta, continuaré como entrenadora, pues me encanta cuando llega alguien a mi gimnasio, porque sé que al inscribirse, tendré la oportunidad de cambiarle la vida, así como me la cambiaron a mí. Y si en algo pude contribuir en esta sociedad, logrando algo bueno para las personas, lo voy a seguir haciendo por el resto de mi vida”.

Además de las largas jornadas de entrenamiento, Brenda se da espacio para compartir con otras personas su historia de vida. Como sucedió durante la presentación del nuevo calzado Nano 8 Flexweave, de Reebok, ideal para el deporte de alto impacto, y el cual utiliza en todas sus rutinas y competencias. 

 

Fotos: Sergio Bejarano

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