Perfiles

Ricardo González: un piloto emprendedor

Además de piloto, es también consultor e inversionista, se divide entre dos mundos y disfruta lo mejor de ambos
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Cuando era niño, Ricardo González Valdés recibió de su abuelo, el empresario Roberto González Barrera, conocido como El Maseco, un consejo:

“Hijito, identifica qué es lo que te deja más dinero, y deja todo lo demás, enfócate en eso. Busca cuál es la cosa que mejor sabes hacer y dedícate a sólo una cosa. Pero tienes que ser el mejor”.

González Barrera, quien fue presidente vitalicio de Banorte, era un hombre de frases célebres, como bien recuerda su nieto; sin embargo, la trayectoria de Ricardo González no fue delimitada por el consejo de su abuelo. Prueba de ello es que a sus 38 años, el empresario maneja una agenda en la que equilibra el trabajo de su consultoría con el calendario automovilístico del Mundial de Resistencia (WEC, en inglés), en donde es piloto.

En contraste a la máxima del abuelo, González se arriesga en planes ambiciosos y diversifica en distintas áreas: decidió tener su propio equipo este año, en el que el Mundial de Resistencia tendrá por primera vez una etapa en el Autódromo Hermanos Rodríguez el 2 y 3 de septiembre. Por otro lado, lidera un proyecto para inaugurar en el país la primera universidad norteamericana: la Universidad de Arkansas tendrá, en un año, un campus en Querétaro, cuyo terreno fue donación suya.

Por ahora, su faceta como piloto es lo que mayor tiempo le demanda. Al frente del equipo RGR Sport, en su escudería figuran los pilotos Bruno Senna (brasileño, sobrino del legendario Ayrton Senna) y el portugués Filipe Albuquerque; actualmente ocupan como equipo la segunda posición de la temporada. Este año, México recibe el WEC y la expectativa para el evento es hacer de la etapa “un mini Le Mans”.

La mención a las 24 Horas de Le Mans se justifica. La prueba francesa, la más extrema del calendario, marcó la conquista más importante de la carrera del mexicano, quien fue vencedor en la edición de 2014. La carrera, considerada como una las más peligrosas del mundo, exige a los pilotos rodar a más de 300 km/h la mayor parte del trayecto, pero también realizar frenadas fuertes, tomar curvas rápidas, durante todo un día.

“Requieres una fortaleza mental. Sabes que si algo malo pasa en Le Mans va a ser algo muy grande. No hay golpes pequeños allá”, cuenta.

Más de cuarenta años pasaron desde que el primer mexicano subiera al primer lugar del podio, Pedro Rodríguez en 1968. En 2014, González repitió la hazaña.

Fotos: Fernando Canseco

 

“Eso te pone en el mapa de todos los equipos, te abre las puertas de la alta dirección de la WEC. Fue una satisfacción muy grande”, dice. “Para mí, desde niño era un sueño ir a ver una carrera de Le Mans.”

Con estas credenciales, Ricardo González espera recibir la atención y el cariño del público en la etapa nacional del Mundial de Resistencia, en la cual participa desde 2012.

“Los mexicanos estamos muy orgullosos de nuestro país, de nuestra bandera, de nuestro himno. Además, queremos abrir la puerta para que otros pilotos mexicanos tengan la oportunidad de participar en el futuro. Fue en este momento que se me hizo natural crear el equipo”, comenta el piloto, que espera que los asistentes al autódromo echen porras a RGR Sport. “Esta categoría se va a volver mucho más importante dentro del mercado mexicano”.

Para González, la llegada del WEC, así como el regreso de la Fórmula 1 al país en 2015 tras 23 años, generará más interés del público nacional por seguirlos. “Queremos jalar a los jóvenes”, destaca. “A los jóvenes de hoy en día les tocó prácticamente vivir sin Fórmula 1 y se está detonando una nueva era. Creo que el automovilismo en México está empezando un nuevo ciclo, en el que permite que otras categorías también puedan crecer y principalmente formar nuevos pilotos”.

La pasión por las pistas vino como herencia, ya que su papá compitió a finales de los años 60. “Él me metió a los go-karts y no sólo eso, también se metió a correr conmigo. Yo tenía como 10 años, entonces él debía tener sus 40 y algo... y él ganó la temporada”, cuenta González, papá de cuatro hijos. “Ahora me toca a mí seguirlo con mis chicos”.

Con Bruno Senna, González se vio cerca de un familiar de su ídolo de la F-1, Ayrton Senna, piloto tres veces campeón, fallecido en 1994. “Cuando era niño y había Fórmula 1, yo iba al autódromo a ayudar, ya estaba metido en todo esto. Ahí lo conocí, y después vi cuando él sufrió un accidente. Yo estaba justo allí”.

Curiosamente, en una familia “100% gasolina”, como él la define, su hija Luciana escogió un deporte un tanto diferente: la equitación, pues es dos veces campeona nacional de salto, tiene un segundo lugar a nivel internacional y una victoria contundente en el torneo de Calgary, Canadá, a 1.30 metros.

“A los dos años ella ya jugaba con eso, relinchaba y me pedía zanahorias. Quitó todas las muñecas de su recámara e hizo granjas de caballos”, recuerda el papá. “A los cuatro años empezó con el ‘papá, quiero montar’, y no paró”.

Con esto, González no duda en decir quién es, de verdad, el deportista de la familia. “Son tantas competencias ecuestres en las que vamos toda la familia y nos involucramos tanto... Ella corre más riesgo con el caballo que yo en las pistas. Creo que si miramos el currículo de la niña ya es más largo que el mío...”