Perfiles

Ricardo Barroso nos abre las puertas de su showroom

El reconocido arquitecto y diseñador de interiores estrena un espacio lleno de lujo, sofisticación, comodidad y buen...
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El reconocido arquitecto y diseñador de interiores estrena un espacio lleno de lujo, sofisticación, comodidad y buen gusto, en el que crea la casa de los sueños de quien lo desee.

¿Por qué creaste este espacio?

Hace cinco años decidí hacer este showroom donde mis clientes potenciales pudieran venir a ver qué es lo que hago, de qué calidad, estilo y sobre todo que se sientan cómodos y sea un espacio agradable para ellos, como lo sería su casa. Me enfoqué en crear un lugar donde pudieran senitr las texturas, ver los materiales que uso, la iluminación la música, el olor, las flores todo. Es un espacio que envuelve los cinco sentidos.

¿Siempre luce igual o va cambiando?

Cada año lo he ido cambiando, realmente nunca lo había abierto al público ni a la prensa, siempre había sido un espacio muy privado, decidí abrirlo un poco más y que la gente vea qué es y de qué se trata. Este showroom es una retrospectiva de los últimos 20 años de carrera. Me interesa que conozcan cómo es la vida de un decorador y cómo trabajamos.

¿Cómo son los espacios que creas?

Tengo un estilo moderno clásico, definitivamente, es muy conservador y cómodo a la vez. El verdadero lujo radica en la comodidad, no creo en estos espacios que son estrictos y con muebles duros y acartonados. A través de estos 20 años he estado escuchando a mis clientes, lo que me piden, lo que les gusta y lo que no, gracias a eso ya sé cómo hacer las cosas.

 

¿En qué momento entras al proyecto?

Lo mejor es que me busquen al principio, cuando contratan a un arquitecto o constructor, para que empecemos a la par. A veces hay que ajustar algún detalle de la arquitectura y también porque me tardo uno o dos meses en hacer la propuesta porque todo es muy personalizado.

¿Cuáles son las tendencias actualmente en diseño de interiores?

Siempre serán el poder mezclar estilos, el que haya piezas conviviendo; por ejemplo, aquí pueden ver sillas del siglo VIII francesas, con muebles contemporáneos y cosas muy modernas también, el tapete lo diseñé aquí en México.

¿Qué podemos ver en tu showroom?

Todos los muebles que vemos actualmente son hechos en México estos sí los diseñé yo. En algunos casos prefiero poner piezas únicas en las casas, realmente no me gusta poner cosas que todo el mundo puede adquirir o conseguir, el valor que tiene un diseñador es crear algo muy único. Sin embargo, eso no quiere decir que no use marcas comerciales, más bien las que uso son muy exclusivas.

¿Porqué decidiste crear muebles?

Fue hace como siete u ocho años que empecé a diseñar muebles, las piezas hechas por mí vienen numeradas y firmadas. También saqué una marca comercial de accesorios de casa y decidí que lo mío era algo más exclusivo y a la medida de mis clientes, siento que pueden llegar a ser como piezas de arte más que mobiliario o un accesorio.

Fotos: Karla Gómez

 

Aparte de los muebles también haces tapetes...

Sí, es bastante complicado encontrar tapetes grandes en México, estamos hablando de espacios muy amplios como el lobby de un hotel, una sala muy grande o algo similar. Entonces me puse a diseñar los tapetes yo mismo y encontré a una persona muy profesional que me los hace.

Cuando los clientes quieren conocerte y ver tu trabajo, ¿cuál es el proceso?

Siempre les digo que es como un matrimonio, para empezar el diseñador te tiene que caer bien, tiene que haber muy buena relación porque nos vamos a estar viendo por lo menos dos años. Después platicamos de su estilo, porque la verdad de nada me sirve que yo les diga que les voy a hacer la casa de un color únicamente porque está de moda, y resulta que detestan ese tono o simplemente no es lo que quieren. Diseñar una casa es hacer un traje a la medida, es muy importante escuchar a los clientes y ya después proponer.

¿Tienes algún proyecto que haya sido más importante o significativo?

Siempre hay un nivel de dificultad, unos han sido un reto más fuerte que otros. Lo que sí puedo decir es que los que más me han costado trabajo siempre son los que al final y a largo plazo me acaban dando más satisfacciones y los recuerdo con mucho cariño. Por ejemplo, hice un barco en Italia, en la vida había decorado uno, ha sido uno de los mayores retos que he tenido porque hay muchas especificaciones y restricciones. Otro tema que es complicado son las discotecas, ésas tienen su ciencia, tienes que gastar muy poquito dinero, pero el lugar se tiene que ver muy extravagante, como si le hubieran invertido muchísimo, lo único bueno es que en la noche y con poca luz todo se ve súper bien.