Perfiles

‘Retropop’ en Art Department

Javier Andrés presenta su segunda exposición individual, inspirada en los comics de los años sesenta
Sergio Bejarano
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Dentro del ámbito artístico de nuestro país, Javier Andrés comienza a ganarse un nombre con su propuesta. Para su segunda exposición individual, titulada Retropop, el artista emergente se inspiró en aquellos comics de los años sesenta que inició a dibujar cuando era pequeño.

“Recuerdo que desde chiquito me encantaba hacer comics y caricaturas, incluso antes de conocer el concepto de pop art ya estaba encarrilado a dibujar con este estilo”, cuenta Javier.

La facilidad que tiene para trazar y las bases de pintura las adquirió de forma empírica, “siempre fui muy autodidacta, y cuando era pequeño lo que más me regalaban eran pinturas, además, mis abuelos pintaban y me acuerdo que en su casa tenían algunas de sus creaciones. Mis primeros cuadros fueron copias de esas obras”.

Jade Fraser, Javier Andrés y Roberto Carlo

 

Actualmente son menos los artistas que se dedican sólo a pintar, ése es un punto a favor en la carrera de Javier, “además ahorita no hay muchos exponentes de la cultura pop que estuvo tan de moda en los años 60”.

El pop art llegó a la vida de Javier cuando estudiaba la secundaria. “Tuve una clase de historia del arte que me encantaba y cuando llegamos al periodo donde estaban en auge Roy Lichtenstein y Andy Warhol, y vi que ya hacían cuadros de comics y cosas que a mí me gustaban, así fue como decidí que era a lo que quería dedicarme”, confiesa.

"Mi principal inspiración es Roy Lichtenstein y claro que mi obra se rige mucho por él, porque fue de los que creó las bases, sin embargo, cuando conocí sus piezas, me encontré con algo que yo ya hacía, vi algo que me gustaba, lo que había hecho desde niño alguien más ya lo había convertido en arte”.

Cuando llegó la hora de elegir una carrera, tomó la desición de inscribirse en arquitectura, sin embargo, jamás ha trabajado como arquitecto, “incluso creo que no podría hacer un proyecto arquitectónico”.

Fotos: Sergio Bejarano

 

Desde las primeras veces que pintó, una de sus metas era llevar su arte a los muros, volverse un muralista moderno, por eso, cuando un profesor de la carrera lo invitó a intervenir un muro, lo llenó de color y lo hizo suyo. “Fue para una empresa gringa que se llama 500 startups y la única condición que pusieron fue que querían un tema mexicano, entonces hice una serie de 20 metros, ¡fue increíble!”, cuenta.

Aunque siempre ha pintado en plano, otro reto llegó cuando la fundación Black Jaguar White Tiger y la marca de relojería Hubolt lo invitaron a participar para intervenir un pequeño jaguar que será subastado en enero. “Fue increíble esta participación porque resultó ser un nuevo reto, nunca había trabajado en algo tridimensional y creo que el resultado es bueno”.

Mientras esperamos a la subasta o nos enteramos de su próximo trabajo, las obras de este artista se encuentran en la concept store Pop Atelier, ubicada en Centro Santa Fe y Perisur, donde los nostálgicos del arte pop pueden adquirirlas.