Recorrido sensorial: Kenzo Takada

Kenzo Takada vino a México para presentar su más reciente creación en colaboración con la marca de productos de belleza Avon. Durante su estancia, el creador japonés aprovechó para conocer la Ciudad de México, sus colores, aromas, ambientes y sabores. Uno de los lugares que Takada no se quiso perder fue Xochimilco, Kenzo es un gran amante de las flores y de los paisajes coloridos, por lo que las trajineras y sus decoraciones florales le fascinaron.

“He viajado muchísimo pero México me conmueve, esta semana probé agua de tamarindo, el guacamole y visité Xochimilco, donde bailé con música de mariachis, fue muy divertido, me sentí muy bien acogido”, comentó con una gran sonrisa.

Durante su estancia platicamos con él para conocer más detalles de este nuevo proyecto y de su trayectoria como diseñador.

SU VIDA

Kenzo es el quinto de siete hermanos, nació el 27 de febrero de 1939 en la ciudad de Himeji, en la prefectura de Hyogo en Japón, muy cerca del Castillo Himeji-jo, sus padres eran dueños de una pequeña casa de té y un Bed & Breakfast.

Desde muy temprana edad mostró una gran pasión por la moda, de chico se robaba las revistas de moda de sus hermanas y pasaba horas leyéndolas.

A los 18 años, siguió los deseos de sus padres y asitió a la Universidad de Kobe, donde tomó clases de literatura. Aburrido y descontento abandonó la escuela. Poco tiempo después entró a estudiar diseño en la academia de moda de Tokio Bunka Fashion College, ubicada en Shibuya, la cual recientemente había abierto sus puertas a estudiantes masculinos.

Al terminar la carrera se mudó a París, donde empezó desde lo más bajo de la cadena en la industria de la moda, fue asistente y trabajó como diseñador freelance para ganarse la vida. Seis años después logró darse a conocer con sus revolucionarias y coloridas creaciones.

SU PROCESO CREATIVO

En 1970, Kenzo presentó su primer runway show en Galerie Vivienne y de ahí abrió su primera boutique llamada Jungle jap. Al inicio, sus diseños nacían de telas que encontraba en el Marché aux Puces, que era para lo único que podía costear. Por lo tanto sus piezas eran una mezcla de telas, texturas, colores y patrones muy audaces que sorprendieron y transformaron la visión de la moda parisina.

Además, sus primeros diseños tenían una influencia muy fuerte de los atuendos tradicionales de Japón, pero en una versión moderna, con siluetas grandes y llamativas que captaron la atención de los trendsetters de la época. Esto lo posicionó en su país de origen como el pionero que introdujo la cultura, moda y diseño japonés a la audiencia mundial.

Un año más tarde presentó su colección en Nueva York y en 1972 ganó el premio Fashion Editor Club of Japan. Para mostrar sus diseños oversized y patrones fuera de lo común, el creador decidió realizar pasarelas dramáticas con una temática atrevida e innovadora. Por ejemplo, convirtió un espacio en una tienda de circo, con mujeres a caballo vistiendo su línea de ropa; en esa ocasión, él cerró la pasarela sobre un elefante.

Kenzo explicó que “las experiencias de trabajo deben ser un desafío en donde nos preguntamos qué mensaje o emoción queremos transmitir”. No fue hasta 1988 que entró al mundo de la perfumería y lanzó sus primeras fragancias femeninas llamadas Ça Sent Beau, Parfum d’été, Le monde est beau y L’eau de Kenzo, así como los de hombre en 1991, siempre más atrevidos, fragancias y aromas fuera de lo común con notas ricas y osadas que echaban a volar la imaginación. A través de estos aromas Kenzo busca transmitir una sensación inesperada. Sus perfumes eran exitosos, sin embargo, el que se convirtió en insignia para la marca fue Flower by Kenzo, lanzado en el año 2000. La imagen es una flor de amapola en una gran ciudad, fuerte y frágil al mismo tiempo, esta flor realmente no tiene un aroma particular y Kenzo creó uno para representarla, fue un éxito global. Hoy en día la firma cuenta con 115 perfumes.

“Para crear un perfume hay que pensar en una emoción y lo que este aroma puede significar para quien lo use o huela, es algo muy personal”, comentó el diseñador.

Sus motivos siempre han estado inspirados en las flores, la naturaleza y el follaje, hasta en sus perfumes, las botellas tienen diseños de flores. Le encanta el animal print, los estampados audaces y la mezcla clásica con tartán en colores vibrantes y combinaciones exóticas.

Sus patrones son simples y lineales con formas atrevidas y extra grandes, elementos relajados como suéteres, sudaderas, pantalones, abrigos y vestidos con un toque fresco y renovado gracias a su influencia asiática y del tradicional kimono.

“He viajado mucho alrededor del mundo y cada una de estas aventuras me ha marcado, influyendo mi trabajo de una manera positiva, me encanta ver la belleza de la vida”, afirmó Takada.

Fotos: Fernando Canseco y Ana Lilia Rodríguez