Perfiles

Qué hay detrás del Riviera Maya Film Festival

Paula Chaurand nos cuenta cómo es competir con películas, lidiar con celebridades y comprobar que la playa es...

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Van cinco años desde que Paula Chaurand lidera el Riviera Maya Film Festival (RMFF) y aún escucha un comentario infame: “¿Pero cómo quieres que la gente deje la playa de la Riviera para ir al cine?”.

Paula, con una sonrisa en el rostro, de quien sabe que tal vez no se librará nunca de tal paradigma, siempre tiene la respuesta lista: “No queremos ni podríamos competir con la playa. Si piensas en un destino turístico vacacional, está perfecto: en la mañana tienes el mar, en la tarde descansas en el cine”, dice Paula. “El sol nace a las cinco de la mañana. ¿Se pueden parar temprano por unos días, ¿no?”. La idea de mezclar una muestra de cine a un destino paradisiaco nació cuando Paola se dedicaba a cubrir festivales de cine como periodista. La atmósfera agradable del Festival de Morelia, en el que la ciudad se involucra integralmente a la muestra, le sirvió como una primera chispa.

“Lo googleé y me sorprendió el hecho de no haber algo así, con ese mismo espíritu de Morelia en la Riviera, que se aprovechara del destino, del ambiente”, recuerda la directora. “Preguntando a las personas sobre la idea, me decían: ‘Hubo una vez un festival en Cancún y no funcionó’, pero no les hice demasiado caso. Me parecía una gran idea”.

En su quinta edición, el RMFF 2016 ya se estableció  como un “festival boutique”, como lo define su creadora, con 59 películas en exhibición y 10 pantallas; empieza en Playa de Carmen, del 24 al 30 de junio, y del 25 al 29 del mismo mes en Cancún. A partir del 2 de julio, continuará de modo itinerante en Puerto Morelos, Isla Mujeres y Tulum.

“Uno de los factores a nuestro favor para el festival es que en Playa de Carmen ya se volvió natural la idea de una semana de cine. El público la abrazó y hoy en día la gente se planea para asistir, y hasta los extranjeros la toman en cuenta”, dice.

 

Fotos: Fernando Canseco

 

Los números refuerzan su discurso, ya que la muestra ha mantenido un crecimiento de 30 por ciento en su público durante cada edición. “Si piensas en un destino de playa, en el que en la tarde descansas, pues ahí está, mételes una pantalla de cine”. Durante su breve historia, el evento ha logrado traer a famosos de Hollywood como los actores Susan Sarandon, Clive Owen, Christian Slater, Ethan Hawke y, más recientemente, a Maggie Gyllenhaal y su esposo, Peter Sarsgaard.

Para Paula Chaurand, sin embargo, el mérito más grande es traer buenas películas, aun mejor si son inéditas en México. “Que los invitados vengan a la Riviera Maya no es una invitación difícil de aceptar. Todos ya conocen el destino, el apelo turístico es muy muy fuerte”, cuenta.

Aun así, la directora del festival reconoce que hay batallas perdidas cuando el tema es convencer a los famosos. “Es una frustración enorme, porque los representantes te coquetean, te preguntan, ‘¿Cuál es el hotel? ¿Cuáles las fechas?’, y demuestran un interés que te da mucha esperanza. Pero luego algo pasa y no llegan”, cuenta Paula. Su caso más complicado fue con el actor británico Jude Law, cuya presencia negoció por varias ediciones. “Una vez me dijeron hasta que le había dado fiebre”, cuenta. “Ya no lo voy a invitar”.

Hoy Paula entiende que es “mejor una programación redondita que tener a una estrella por ahí”. La captación de películas que apenas llegaron a festivales tradicionales, como Cannes y Berlín, no es menos complicado: su staff se divide entre las muestras para asistir, inspirarse y negociar su proyección en la Riviera.

Este año, el RMFF sufrió especialmente con un cambio de fechas —tradicionalmente se celebra en abril, pero por primera vez se llevará a cabo en junio—, lo que hizo más difícil la búsqueda de películas.

“En junio ya pasó la temporada de festivales grandes, Cannes, Toronto, San Sebastián, y muchos cineastas están planeando sus vacaciones de verano, muchos están incomunicables por estas fechas”, lamenta Paula.

Curiosamente, el nuevo calendario les sirvió para conseguir su película de apertura, Julieta, de Pedro Almodóvar. Lanzada en abril en España, la cinta tuvo su debut internacional en Cannes y tendrá su primera función en el país en Playa de Carmen.

Lo mismo pasará con la biografía del genio del jazz Miles Davis, Miles Ahead, con el actor Don Cheadle en el papel protagonista, que estrenará en México durante este festival playero.

En la cartelera, también destacan títulos como Maggie’s Plan, con Julianne Moore en el elenco, película que fue exhibida al principio del año en Sundance y Berlín. Las referencias del exterior, sin embargo, no le impresionan demasiado a la directora. “En Cannes, con mucha suerte te tocará ver una o dos películas, tras dos horas de cola. No nos interesa hacer algo así o llegar a algo de ese tamaño. Es importante mantener un formato chico, pero robusto”, define Paula Chaurand.

 

Su mejor experiencia fue en el Festival de Locarno, que la pequeña ciudad suiza recibe cada agosto y tiene como gran atracción una proyección al aire libre para casi 10 mil espectadores en la Piazza Grande.

“Fue una experiencia inspiradora: la gente, el lugar, los negocios, todo se viste del festival, es algo muy cercano; vas a las fiestas y ves a los invitados y a los cineastas muy de cerca, todos muy accesibles.

Su público es fiel”, recuerda. “En cuanto salí de Locarno, supe lo que quería hacer aquí”.

Hoy en día, muchas de las productoras buscadas por el RMFF ya lo consideran como una vitrina interesante. “Ya nos dicen: ‘Déjenme ver qué películas tenemos para ustedes”, cuenta. “Ellos también nos ven como un ambiente único para su material”.

Fotos: Fernando Canseco

 

El cine mexicano y sus íconos tradicionalmente ocupan un lugar en la cartelera del Festival. Este año figura Gael García Bernal, protagonista de Eva no duerme, importante coproducción entre Francia, España y Argentina, dirigida por Pablo Agüero.

En este tema, Paula Chaurand tiene la misión de su evento muy clara. “Nosotros como festival estamos más cercanos a la gente del cine mexicano que no son los Cuarón, los Iñárritu... Estos que llevan el nombre de México en alto nos quedan muy lejos, es lo mismo que lidiar con Hollywood. Y la verdad, es más interesante promover a nuevos nombres”, revela. Este año, cineastas como Tatiana Hueso y Marcelino Islas tendrán sus cintas en la edición.

En el currículum del RMFF, vale resaltar, están títulos como Nymphomaniac, de Lars Von Trier, y que fue prohibida en países como Turquía por su contenido sexual explícito. Para la directora, fue la prueba cabal de que el ambiente veraniego no se traduce en solamente películas más “light”.

“Nymphomaniac va perfectamente bien, te digo más, ¿dónde más quedaría tan bien verla?”, reta Paula. “Fue sin duda de las películas más exitosas de todo el festival”.

Este año, el gran reto de la muestra viene con nombre difícil: Un arrullo para el penoso misterio es el título que recibió la obra del filipino Lavrente Indico Díaz, o Lav Díaz, que desafiará al público del festival mexicano con sus 485 minutos, es decir, 8 horas de película.

“Sí, es la gran cuestión: ¿lograremos esto? ¿Playa está lista para una sesión de 8 horas? No lo sé, puede que estemos siendo presuntuosos con esto. Estamos siendo valientes. Espero que no sea demasiado abrumador”.