Mujeres emprendedoras: Nancy Rodríguez

Después de vivir durante muchos años en Los Ángeles, California, donde estudió para diseñadora de vestuario y tenía su propia tienda de ropa y accesorios, Nancy volvió a México para ejercer su carrera en el mundo del cine, trabajar como stylist y, finalmente, animarse a lanzar su propia línea de joyería. Se trata de Driguez, distinguida por su estilo iconoclasta, en el que los grandes aros, las cadenas y las piezas recargadas son una declaración absoluta de libertad y fuerza, como la propia fundadora piensa que debe ser una mujer.

¿Por qué trabajas con plata, que es un material que ya casi nadie usa en diseño?

Primero, porque me encanta y segundo, porque es un metal muy dócil que sigue siendo considerado moneda a nivel internacional; cuando compras un anillo de plata y decides venderlo, puedes pesarlo en cualquier parte del mundo y valdrá algo, seguro.

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¿Por qué cambiaste del vestuario a la joyería?

Quería explorar todas las facetas de la moda. Estudié joyería con un excelente maestro en el Centro de la Ciudad de México porque quería hacerme mis propias joyas, a mi gusto. Entonces, la gente me preguntaba dónde la compraba y así empecé a venderles; poco a poco se hizo grande el asunto hasta que decidí sacar mi propia marca. Driguez tiene apenas un par de años, pero ha tenido una aceptación increíble.

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¿Cuál es el concepto?

Son piezas muy pesadas o muchas juntas, no vendo anillos sueltos, sino juego de cinco anillos o aros, porque la propuesta es que tengas mucho, ya que la idea es sentir que quieres más, que para tener un outfit completo, menos no es más.

¿Qué quieres demostrar con ello?

Quiero declarar garra, coraje, fuerza, definición. Mi propia personalidad es así, no me gusta tener un perfil bajo o no notarme. Me gusta que la gente se quiera; yo, por ejemplo, me arreglo para mí, no para los demás. Puede o no gustarle a los demás, pero si yo me gusto, me basta.

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¿Qué te dice la palabra  “feminidad”?

Que es el regalo más grande que la vida nos ha dado como mujeres; el simple hecho de ser mujer me emociona. No quisiera ser hombre. Me gusta ser yo, quererme, aceptarme, respetarme y disfrutarme.

En tu opinión de stylist, ¿cómo consideras que una mujer debe expresar su feminidad?

Físicamente, creo que no es necesaria la vanidad, cuando hablo de verte en el espejo me refiero a que lo hagas cada mañana, no que te la pases así, buscándote defectos. Tampoco me parece bien que tengas que reprimirte porque tus dedos sean gordos o el cuello pequeño y por eso no uses anillos y collares; hay que olvidar esas cosas y ser auténticas, usar lo que te llama, lo que te gusta. Hay que buscarnos virtudes y belleza, no defectos ni decir que los tenemos en el cuerpo.

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¿Dónde colocas al feminismo?

Es una palabra con un problema de semántica, hay una confusión al decir: “como soy feminista voy a hacer cosas que hacen los hombres”, y yo no pienso así, yo no quiero cargar tabiques, por ejemplo. Ser feminista, es buscar el éxito a través de lo que te gusta sin que te bloqueen, no competir con un hombre.

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¿Dónde dejas a la pareja en esta ecuación de éxito?

Me acabo de divorciar hace ocho meses, pero viví una relación muy hermosa con un hombre que quise mucho. Ahora tengo una vida nueva como mujer soltera, mi estilo de vida ya es otro, pero mis objetivos no.

¿Qué crees que deberíamos cambiar?

En general, mujeres y hombres debemos dejar de lado los prejuicios. A veces nos perdemos de personas fabulosas porque no obedecen a un arquetipo; hay que ser más abiertos y tolerantes.