Martha Mayer, Coach de Vida y Salud

Bajo la premisa de que la comida es algo para nutrir al cuerpo y no para cubrir un emoción, esta especialista ha desarrollado una serie de prácticas que buscan generar un equilibrio y bienestar entre sus pacientes, las cuales compartirá durante su participación en EXPO SER

¿De qué se trata el coaching nutricional?

Tiene que ver con lo que comes, pero también con las emociones y cómo las alimentas. Son cuatro pilares: las relaciones, el amar lo que haces, disfrutar tu cuerpo y la parte espiritual. Si tienes esos pilares bien no vas a comer porque sí.

¿Cómo es tu sistema?

Entreno al paciente a que ame y quiera su cuerpo, aunque sea gordito o desequilibrado, tienes que aceptarlo y así comienza a cambiar, porque si lo haces al revés ya empezaste mal. Trabajo con algo que llamó Power Team, aunque estudié sistemas de nutrición, no tengo una licenciatura, por eso me apoyo de un equipo de nutriólogos especializados en diabetes, deporte, mujeres lactando, en personas de la tercera edad o en niños. Muchas veces no sabemos comer y lo hacemos por ansiedad, los entreno para que sepan comer y aprendan a distinguir entre hambre y saciedad.

¿Cómo llegas a esta rama?

De chica siempre fui delgada, viví con un papá que se la pasaba cuidándose, crecí en un ambiente en el que la comida era buena o mala. Me mandan a estudiar al extranjero y engordé 18 kilos, regresé a México y recuperé mi peso, pero me fui al otro extremo, hacia cuatro horas de ejercicio y estudié para entrenadora personal.

Me mandan otra vez a estudiar fuera y esa vez engordé 27 kilos, regresé con mucho estrés y ansiedad. Todos me decían: “qué te paso”, mi papá me dijo: “puedo tener una hija fea, pero no gorda”, así que me llevó a nutriólogos, masajes y de todo, seguía estresándome y fue cuando casi llegué a los 100 kilos, no salía, ni iba a la escuela.

Empecé a ir a clases de meditación y yoga, a estudiar sicología, todo iba bien, hasta que recaí por la muerte de un familiar que era como un guía para mí, se me disparó el peso y una de mis maestras me mandó a terapia porque te estás compulsando, fue la primera vez que escuché el término, descubrí los disparadores que me generaban ansiedad, hice la especializaciónen trastornos de la conducta alimentaria a través de la terapia congnitivo-conductual.

Por ahí me llegó la invitación de hacer un coaching, me gustó e hice un coachingnutricional y life coaching, llevo desde 2012 trabajando con las personas para que tengan hábitos positivos, que disfruten lo que son y hacen. Mi punto de entrada es la alimentación.

¿La comida es nuestro reflejo?

Sí. El plato es un reflejo de tu universo exterior. Si una persona pone poquitas cosas y se restringe, probablemente también lo haga en otras áreas de su vida, si al contrario se sirven mucho, puede querer mucho y ser acumulador. La manera en como comemos tiene que ver en la forma como vivimos.

Se va a realizar Expo Ser del 15 al 17 de mayo en el WTC de la Ciudad de México, ¿qué harás ahí?

Daré la conferencia Somos lo que comemos, la que subdivido a manera muy simplista en cuatro pilares: la comida funcional, equilibrada, tóxica y dependiente. Cuando comes los químicos en tu cuerpo cambian. La comida funcional es la que te quita el hambre, pero realmente no te está nutriendo mucho, tal vez esa persona en su vida se relacione de manera funcional, sin gran impacto.

La tóxica es como la rápida de la que debes comer muy poquito, quien la consume mucho puede ser el típico que le echa bronca hasta su sombra; la equilibrada, que es lo más apegada a lo natural, generan que la gente sean equilibrada y armónica, porque sus químicos están bien; y la dependiente, como los chocolates, helados y papas, probablemente así sea, dependiente de todo. Es una manera muy simplista, no quiere decir que comas lo que quieres, lo que sugerimos es que 90 por ciento sea equilibrado y 10 esos lujos que a todos nos gustan.