Perfiles

Jeanette Longoria: Talento, creatividad y estilo

La  diseñadora, cineasta y actriz nos cuenta de la subasta que llevará a cabo en el Museo Jumex 

Ana Carballido / Fotos Rodrigo Terreros

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Jeanette Longoria es hija del empresario mexicano Octaviano Chito Longoria (q.e.p.d.) y de la extrovertida Jeanette Herrmann. Hoy, a sus 44 años, sus sueños se convierten en realidad: actuar, ser productora de cine y ser la diseñadora de su propia línea de tenis. En esta ocasión, además de platicarnos de su vida y proyectos, nos cuenta de la subasta que llevará a cabo en el Museo Jumex a favor del Teletón.

 

 

¿Cómo fue tu infancia?

De chiquita me la pasé increíble, teníamos una casa muy padre en Bosques de las Lomas, y casi siempre estaba ahí. Mis papás organizaban fiestas todo el tiempo, y cuando me despertaba, no sabía quién iba a estar. Un tiempo me entró por ser policía, a quien llegara a la casa le decía que era teniente. Una vez, mis papás hicieron una fiesta y uno de los invitados era Arturo Durazo, en ese entonces jefe del Departamento de Policía y Tránsito de la Ciudad de México, le dije que era la teniente Longoria y que manejaba esa división.

A otro día recíbí de regalo trajes de policía hechos a mi medida. Cuando me enteraba que iban a llegar visitas, o que era alguien importante, con seguridad les decía: “Soy la teniente Longoria y tengo el control de la casa”. En ese entonces, tenía diez años y me tomaba mi papel muy en serio. Un día mi mamá me dijo que iría a la casa una persona muy importante, a quien quería que conociera, ya en la sala mi mamá estaba sentada con la visita y me dijo: “Darling, ven para acá, quiero que conozcas a alguien”. Me acerqué, me quedé viendo al señor y mi mamá me dijo: Es el rey de Irán; en esa época él estaba en exilio. Le dije: “You’re not a king”. Mi mamá casi se muere, el Sha me explicó que una corona era muy pesada, le contesté que yo era su seguridad y que estaría al pendiente.

 

 

 

¿Dónde estudiaste?

Hasta los 11 años estudié en mi casa, luego entré al Colegio Del Bosque, pero fue difícil porque como mi mamá es estadunidense me hablaba en inglés, yo tomaba cursos de francés y en la escuela hablaba español. Era muy confuso para mí. Pero ahora agradezco haberlos aprendido. En el colegio sólo estudié dos años, porque nos fuimos a vivir a San Antonio. Después de un tiempo, regresamos a México. La casa era muy grande, y me sentía muy sola, ya que mi papá había fallecido y mi mamá siempre estaba de viaje. Tomé la decisión de irme a vivir a Los Ángeles.

 

¿Cómo sentiste el cambio de México a Los Ángeles?

Pienso que estoy acostumbrada, como viví en Texas y la mitad de mi familia es americana, soy muy independiente, donde me pongas, me acoplo; soy feliz donde sea que esté.

 

¿Cómo te describes?

No me gusta estar sola, por lo tanto soy muy amigable y extrovertida. Me gusta aprender de las personas y saber a qué se dedican.

 

¿Te consideras buena amiga?

Sí, la amistad y la lealtad son super importantes para mí. Los amigos que tengo han sido de toda la vida.

 

¿Cómo descubres tu pasión por el dibujo?

Desde niña siempre me ha gustado pintar, pero nunca me había visto como artista, había sido un hobbie; hasta que sin querer se fue convirtiendo en un negocio, en el que además puedo ayudar a los demás.

 

Entonces, es así como empiezas a diseñar tenis.

Sí, un día estaba en mi casa aburrida sin nada que hacer, así que empecé a dibujar en unos tenis, pero no para mí, los comencé a dibujar para mis amigos. Fue entonces cuando me empezaron a pedir cada vez más y más, y acabé siendo invitada a participar en la ceremonia de los Grammy, en la cual regalé 150 pares, luego, en 2013, me hablaron de los Oscar, y ahí les regalé un par a cada nominado. Por eso la gente me empezó a pedir y fue cuando dije: “¿qué hago con esto?”. Busqué una marca con la cual me pudiera unir y crear un proyecto. Después de varias pláticas, me uní con Vans, quienes apoyaron mi idea.

Cuéntanos de este proyecto.

Decidí hacer una subasta con 30 pares de tenis y con lo recaudado apoyar a una fundación. Escogí en este primer evento donar el dinero al Teletón. Conocí a Fernando Landeros, quien me cae excelente; pero lo interesante de esta historia es que mi mamá, hace muchos años, ayudó a construir el Hospital de Niños en San Antonio, tiempo después —cuando se mudó a México con mi papá—, junto con Azul Landeros, mamá de Fernando, y con Amalia Salórzano Bravo, es-posa del ex presidente Lázaro Cárdenas, se iban a la sierra a ayudar a las comunidades más desfavorecidas de la zona; y hoy la causa que escogí de Fernando Landeros es lo mismo que mi mamá hizo hace 30 años. Además coincide que el primer CRIT que hacen fuera de México, está en San Antonio, de donde mi mamá.

 

¿Te imaginaste como artista?

No, nunca. Había sido un hobbie y ahora se está conviertiendo en algo que quiero seguir haciendo; a lo mejor después de los tenis, diseño t-shirts y cuadros; pero eso sí, siempre ayudaré a alguna causa. Me siento feliz al ayudar a los demás.

 

Diseñaste para las ceremonias de los Grammy y Oscar, ¿cómo es que tus tenis acabaron ahí?

Giselle Fernández, reportera en la NBC, fue a verme a mi departamento y me dijo que le habían encantado mis tenis, y que tenía que meterlos en estas dos ceremonias, todo sucedió muy rápido, cuando acordé ya estaba ahí. Debo reconocer que me fue muy bien, pero como no tengo una empresa de tenis, no podía. La gente me hablaba para que les diseñara y fue cuando pensé que tenía que convertir este hobbie en algo más

 

Cada par es diferente, ¿cómo es tu proceso creativo?

La gente me dice lo que les gusta, y eso es lo que plasmo. Si no los conozco, los entrevisto, me cuentan grafías, de esa manera cuento sus historias.

 

 

¿Cuánto tiempo tardas en diseñar un par?

Si estoy muy concentrada, me tardo como cuatro horas, pero la verdad es que no puedo estar mucho tiempo sentada, pues se me cansa la vista, y si es así me tardo un día.

 

¿Qué técnica utilizas?

Siempre uso plumones; los traté de hacer con pinturas y, aunque sí me salen, los detalles son imposibles de hacer, para mí mientras más detalles tenga el diseño, mejor. Debo aceptar que tuve que aprender acerca de cómo utilizar las pinturas, porque al principio los marcadores que usaba se corrían, pero encontré el plumón adecuado. Se supone que la gente no los debería de usar, hay quienes sí lo hacen, así que les pongo un producto que los convierte impermeables.

 

¿Así nace Carlito’s Brand, tu marca?

Con Vans, que es con quien estoy haciendo esta subasta, ya tengo mi logo que es Carlito’s. Salió este nombre porque de chiquita decía que era el teniente Carlos, me encantaría saber de dónde saqué ese nombre, y siempre les decía eso a mis papás, pasaron los años y se convirtió en una broma entre amigos. Carlos es mi álter ego.

 

¿Te imaginaste que lo que empezó como un hobbie se convertiría en una marca?

Nunca. En ocasiones, las cosas más pequeñas que puedes crear, si les echas ganas, ni te imaginas lo que puedes lograr. Si algo te apasiona, al final es impresionante cómo empiezan a salir las cosas. Me emociona cada vez que me piden unos tenis, pero luego veo mi lista y me angustio, porque son muchos.

 

 

¿Cuántos pares vas a presentar en la subasta?

Son 30 pares, además diseñé otros 10 para Eugenio López, él ha sido mi amigo desde que éramos chicos, lo quiero mucho, en esos pares cuento prácticamente la historia de su vida; estoy muy orgullosa de lo que ha logrado a través del arte.

 

¿Después de esto qué sigue para ti?

He estado trabajando con Fernando Pérez Gavilán, de Videocine, en el guión de una película que se llama Amapola; nos ha costado mucho tiempo, los proyectos de cine tardan mucho y ésta es una película grande en la que llevamos trabajando varios años. Me da gusto y es casi un hecho que el próximo año ya empezamos a filmarla. También voy a participar, esta vez como actriz, en una película que se llama Compadres, con un papel pequeño, interpreto a una empleada de Western Union.

 

 

¿Regresarías a vivir a México?

Es muy chistoso, me fui a Los Ángeles porque quería actuar, pero la vida da muchas vueltas, mis raíces me pusieron con Fernando para producir, y mi primer papel como actriz va a ser en esta ciudad. Le agradezco a México todo lo que tengo y me ha dado.

 

Ahora a tus 44 años, ¿estás contenta con tu vida?

Estoy feliz con mi familia y con la gente que me apoyó en este proyecto, te das cuenta quiénes son los verdaderos amigos. Estoy muy contenta de con lo que he logrado, aprendo de lo bueno y malo, y lo que sale mal para mí son enseñanzas que te hacen crecer.