Perfiles

Hay que ir: Aída

El lugar que busca conquistar a los comensales más exigentes

Uriel Trejo

El destino te lleva por caminos inciertos. A mí me llevó al periodismo de estilo de vida, donde trabajar es ¡todo un gozo!

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De la granja a la mesa, así profesa la filosofía de este nuevo restaurante ubicado en el Hotel Hippodrome, el cual busca conquistar a los comensales más exigentes.

 

“Renovarse o morir”, bajo esa idea el hotel Hippodrome tuvo un proceso de remodelación que llevó dos años de trabajo. Entre las sorpresas de esta nueva etapa está la apertura del restaurante Aída, cuya cocina es liderada por el chef oaxaqueño Alejandro Sampedro, quien se ha dado a la tarea de desarrollar un menú que tiene como filosofía: “De la granja a la mesa”.

 

Para cumplirlo, el cocinero cuida mucho la selección de los productos, dándole prioridad a los de origen orgánico, con ellos crea platillos como carpaccio de apionabo, elote foie, cerdington (lomo de cerdo sellado, envuelto en pasta de hojaldre, acompañado de quenefa de puré de papa); otras de sus delicias son la chuleta de nagano sellado y terminado en el horno, barnizado con aderezo de miel, comino, aceite de olivo, orégano y páprika, con guarnición de camote confitado, y el lechón, el cual es marinado con hierbas de olor, canela, limón y naranja, y cocido por seis horas a baja temperatura.

DIRECCIÓN: Avenida México 188, col. Hipódromo Condesa./ TELÉFONO: 5211 5760.

 

Además, cuenta con baguettes gourmet y alimentos preparados con kale, quinoa y semillas, ideales para el desayuno. La coctelería también es una buena sorpresa, ahí el barman Ariel Meléndez crea varios drinks novedosos.

HORARIO: Desayunos de martes a domingo a 8:00 a 13:00 horas, martes y miércoles de 14:00 a 23:00 horas, jueves a sábado de 14:00 a 1:00 horas y domingo de 8:00 a 18:00 horas.

 

Todo esto se puede disfrutar bajo una agradable atmósfera generada por la decoración del lugar, que se caracteriza por sus materiales naturales como madera y piedra contrastada con metales. Pero, sin duda el alma del lugar es el jardín vertical, que brinda frescura y un toque de naturaleza.

Otro detalle que no hay que perderse son sus noches con música en vivo: miércoles de Gin&Sax y jueves de violín. Sin duda, un spot digno de visitarse y disfrutar al máximo.