Perfiles

En corto: Sofía Segovia

La novelista nos plática de su último libro “El Murmullo de las abejas”

Gabriella Morales-Casas

Periodista con 21 años de trayectoria en medios impresos y audiovisuales, para los que ha trabajado las fuentes de deportes y cultura, sociales y estilo de vida, en los que se ha especializado en los últimos años.

Publicado el:

 

Mamá, esposa, escritora y soñadora. La novelista regiomontana recupera pasajes del Nuevo León pre revolucionario en su novela “El Murmullo de las abejas”

 

Detrás de una madre de familia regiomontana se escondía una estupenda escritora, una mujer conuna capacidad narrativa que comenzó a explorar en el periodismo, para después darle rienda a la ficción, donde encontró la libertad.  Debutó con Noche de Huracán, a pequeña escala, pero fue con El Murmullo de las Abejas con la que consiguió reconocimiento, a través de la historia de la familia Morales, en plena Revolución, con sus carencias y enfermedades, pero también las nostalgias de una nación que ha cambiado en 100 años.

 

Es una novela con datos históricos muy precisos, ¿fue complejo escribirla?

Es un trabajo más de imaginación, pero sí hubo investigación, aunque, la verdad, mucho me lo contaron mis abuelos y gente que vivió en esa época que narro del México pre revolucionario, en la ciudad de Linares, en Nuevo León, y quise recuperar su historia antigua, porque hoy en día pensamos en Monterrey como la gran capital, pero ese privilegio lo tuvo Linares alguna vez.

¿Cómo llegó a ti esta historia particular?

Mi abuelo dejó Linares alrededor de la época y las circunstancias vividas entonces. Tenía sus haciendas y tuvo que mudarse a la ciudad, como les sucedió a muchos mexicanos que tuvieron que reinventarse en otro lado tras la guerra.

A través de esa nostalgia me di cuenta de que no se puede conocer la historia de México sin entender la vida de nuestros antepasados, de nuestros abuelos... Somos una cultura de generaciones que no cuentan historias porque hay dolor en ellas, y eso pasa en todo el país. Pienso que para avanzar hay que dejar atrás el dolor, y por eso hay que contarlo y recordarlo.

 

Tienes una gran pericia narrativa, un ama de casa sin clichés...

Creo que no hay mejor maestro para un escritor que ser un gran lector. Leer me ha enriquecido, y si puedo lo hago en el idioma original (leo en inglés y francés) y todos los géneros posibles; así trato de ampliar mi universo. Como escritora, lo que más me interesa es contar una buena historia. Mi filosofíapersonal es escribir como ser humano, no como mujer para mujeres. Mi protagonista es hombre, Simonopio Morales, que siente un gran amor por la tierra, un sentimiento de incertidumbre y rencor. Tenía que meterme en su piel.

Fotos Sergio Bejarano

¿Cómo lograste escribir 500 bellas páginas y dirigir una familia?

Tengo tres hijos, la mayor va a cumplir 25, el segundo tiene 23 y la pequeña, 18. Fui mamá joven y soy una mamá contenta que ama a su familia. Cuando mis hijos estaban más chiquitos escribí mi primera novela y ahora que están mayores me han acompañado en la aventura, al igual que mi esposo, muy disciplinada, no escribo rápido, corrijo y releo muchísimo; cuido mucho los aspectos detallados, que no queden cabos sueltos y profundizo mucho en los personajes; para eso no me puedo dar prisa.

 

¿Cuándo te decidiste a escribir como un estilo de vida?

Mi primera novela la comencé en el año 2000.  Antes escribía discursos políticos en campañas y algunos guiones de teatro, pero quería hacer cosas mías. Empecé a explorar con cuentos; en eso, encontré en el periódico una convocatoria para el taller literario de Felipe Montes, quien es un escritor muy conocido y respetado en Monterrey. Entré pensando que iba a hacer ejercicios o algo así, y el primer día me preguntaron: “¿De qué trata tu novela?”; no tenía nada. Así que escribí un avance de Noche de Huracán. La terminé en 2003, pero no supe qué hacer con ella. La mandé a dictámenes a las grandes editoriales y ahí se quedó. Se me atravesó la vida.

Fotos Sergio Bejarano

 

¿Te decepcionaste?

La guardé cinco años en un cajón hasta que el estado de Nuevo León realizó un proyecto literario para buscar talento local; mandé mi novela y la publicaron en Conarte en 2012. No sólo me dio emoción verla publicada, sino que tuve contacto con los lectores y eso fue mágico. Creo que la profesión más antigua es la narración, y perdura gracias a los lectores.

Fotos Sergio Bejarano

Y ahora estás aquí, ¡cómo cambió todo!

El Murmullo de las Abejas me tenía dando vueltas, me senté a escribirla y en el proceso de la búsqueda editorial di con una editora que también buscaba historias, coincidimos en ello y así fue como publiqué con Lumen. Mi anterior novela no salió de los cerros de Monterrey, pero ahora estaré en Estados Unidos, Sudamérica y España. Ha sido una gran aventura que estoy disfrutando mucho, pero lo que más espero es que la novela sea leída por muchas personas.