En corto: Rina Gitler

Estudió medicina, un posgrado en medicina estética y cirugía reconstructiva, y hace ocho años fue diagnosticada con cáncer de mama. A raíz de esta experiencia de vida y su labor como médico, Rina decidió crear Fundación Alma y ayudar a todas las mujeres mexicanas a prevenir y combatir esta enfermedad.

¿De qué manera el cáncer cambió tu vida?

Me lo detectaron a los 35 años y mis hijas tenían 5 años y un año y medio. La verdad fui muy afortunada porque en mi celular tenía el contacto de los mejores médicos que me podían tratar. Tuve una segunda oportunidad en la vida y sentía que tenía que dar algo a cambio entonces empecé Fundación Alma. Me di cuenta que las mujeres vivimos en una burbujita, pensamos que eso nunca nos va a pasar, nadie está exento de la enfermedad. En México, una de cada ocho mujeres le va a dar cáncer de mama en algún momento de su vida.

¿Qué es Fundación Alma?

Cerré el consultorio que tenía en un hospital privado y ahora me dedico a hacer campañas de cirugía de reconstrucción en 10 estados del país con pacientes que de verdad no tienen acceso a este tipo de operaciones. Somos un grupo de 14 médicos cirujanos que vamos a los Estados y hacemos de 10 a 20 operaciones en un fin de semana. Los dos pilares de reconstrucción mamaria en México, los doctores José Luis Hadad y Fernando Magallanes están en la fundación. Al principio el deporte era la manera de recaudar fondos, ahora varias empresas y 10 entidades se han unido a la causa.

¿Quién puede donar o cómo funciona?

Al principio recaudábamos a través del deporte, fui a maratones y triatlones con causa en Estados Unidos. En 2011, conocí a Héctor Ponce de León, el alpinista que ha llegado más veces a la punta del Everest y de ahí nació un proyecto increíble, reuní un grupo de 22 empresarios mexicanos y fuimos a la cumbre del Kilimanjaro. La idea es que cada persona que quiera realizar el viaje debe pagar su fee de expedición y a través de sus redes sociales recaudar al menos 50 mil pesos para una cirugía de reconstrucción. Si desean aportar a la fundación todos los apoyos son importantes para nosotros.

¿Qué tipo de actividades realizan para concientizar?

Una vez a la semana voy al Estado de México o algún otro municipio donde organizan eventos de mil personas. Van las mamás con las hijas y les enseñamos a conocerse, les hablamos del cáncer y les leemos un cuento que escribí. Parte de la capacitación es la autoexploración, en Alma ya hemos enseñado a más de 15 mil personas en todo México. En estos talleres me he dado cuenta que para muchas es la primera vez que se tocan bien. Para tratar este tema hay que actuar desde la educación y llegamos a la parte final del tratamiento que es la reconstrucción, muchos piensan que no es importante. Sin embargo, tenemos pacientes que nos dicen, que si hubieran sabido que iban a quedar de esa manera hubieran preferido morir, es tristísimo y gravísimo.

¿Cuántos libros escribiste?

En mi familia había mucho cáncer entonces tendría que hacerle a mis hijas la prueba genética y a los 18 años la mastectomía con reconstrucción inmediata. Como yo lo viví y la verdad es un procedimiento muy salvaje decidí escribir una historia que se llama El Brasier de Mamá, para que las niñas aprendan a conocer su cuerpo desde que se están desarrollando. Hoy en día estamos a punto de imprimir la copia un millón de ese libro. Después, Ese Monstruo Tiene Mi Cara, en el que las niñas aprenden a querer su cuerpo como es y a aceptarse durante la pubertad. Finalmente cuando estuve luchando contra el cáncer lo más difícil fue explicarle a mis hijas lo que me iba a pasar, ahí nació la trilogía de salud mamaria y Las tres reglas que cambiaron todo, dedicado a las mujeres que están pasando por esto, para que tengan una herramienta y puedan explicar lo que viven.

¿Cuáles son los proyectos actuales de Fundación Alma?

Tenemos un banco de prótesis externas, son de silicón de la mayor calidad que existe en el mercado, tienen el peso de la mama que perdió la mujer. Se pone como un bra y se puede usar en el mar, en la playa, en climas calurosos y funcionan perfecto. De estas hemos donado más de 4 mil en diferentes estados. También tenemos una alianza con la UNAM, donde estamos haciendo pruebas genéticas, vimos que hay 143 genes relacionados con cáncer de mama, antes se pensaba que eran únicamente el BRCA1 y BRCA2. A partir de esto hicimos el primer estudio pionero en México con 300 pacientes ya diagnosticadas. Éste se presentó en tres congresos internacionales; ahora vamos con la segunda fase en la que tratamos a las familias de las pacientes en riesgo, podemos empezar con hijas, hermanas y mamás de estas pacientes. La mastografía se debe hacer a partir de los 40 años o de los 35 si hay alguna historia en la familia de cáncer, pero en algunos casos puede ser muy tarde. Realmente esta es la única forma de prevenir este tipo de cáncer, ya que nos indica que tan propensa es la mujer a desarrollarlo. 

Fotos: Fernando Canseco

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