Perfiles

En corto: Óscar Soto, destino estelar

El concepto de que un hombre baje el sol, la luna y las estrellas se vuelve realidad con el talentoso astrólogo Óscar Soto

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¿Por qué decidiste ser astrólogo?

Mi trayectoria esotérica de alguna forma viene porque en mi familia se dedican a esto, mi madre, es una gran numeróloga y mis tías igual. Crecí en un ambiente donde era muy natural el estar tratando con las energías y el tema del destino, así que desde chiquitillo me fui acostumbrando. El no ver las cosas raras es lo que va haciendo que poco a poco vayas entrando y te familiarces con estos temas, hasta que un día te despiertas y dices: “quiero ser astrólogo”, hay niños que desean ser presidente o futbolista.

 

¿Es algo que se estudia o es un don?

La astrología se estudia mucho, todas las ciencias esotéricas se estudian, lo que sucede es que la astrología requiere de mucha constancia y tener el don de querer estudiar, ya que requiere de mucha matemática aunque nunca fui bueno de niño en los estudios. La directora del colegio era astróloga y un día escuchó que sabía leer las cartas, estuvimos platicando y me dijo que podría ser astrólogo, me comentó que muchos profesores de mate terminaban siéndolo.

 

¿Qué se necesita para ser un buen astrólogo?

Tener una conciencia del destino, de la vida y respeto hacia las energías. Hay que ser muy observador. La gente tiene la idea de que es sólo lo que aparece en la sección de horóscopos de las revistas. Se me seca la boca de decir que no, que es mucho más que eso; es tratar con espíritus, energías, potencias celestes que no son trozos deroca, sino que a su manera vibran. Todo vibra en la naturaleza, si lo aprecias es la mejor herramienta que cualquier ser humano puede tener.

 

¿Cuál ha sido la experiencia más impresionante que has tenido?

Bueno, en mi trabajo, que principalmente se orienta a la predicción y la terapia, sí he tenido momentos importantes. Sí hay un abracadabra en la vida; he visto cosas fascinantes en el tema de lo mágico, donde realmente me he llegado a sorprender. En realidad lo más impresionante de mi carrera es el cambio en las personas, enseñar a disciplinar su energía para crecer y poner atención a que determinadas conjunciones planetarias que se dan hacen a unos ricos y otros pobres, el enseñar a que todo el mundo sea próspero.

 

¿Cómo es que alguienno se predispone cuando le dices algo y espera que eso pase?

Se predispone todo el mundo, pero hay muchas teorías de que atraes aquello que piensas, que vibras. Creo que atraes lo que sientes y que cuando uno no quiere aceptar lo que te están diciendo te predispones a lo que te interesa y no porque lo hagas es que termina sucediendo. En realidad el destino tiene su propia línea de trabajo y el individuo antes de nacer sabe qué personas tiene que conocer en qué fechas y qué circunstancias, buenas o malas, fáciles o difíciles le van a llevar a una experiencia.

 

¿Cómo se traduce lo que ves en los planetas en las circunstancias que pueden llegar a suceder?

El astrólogo clásico se asomaba y veía que Venus y Mercurio salían antes que el sol anunciando el día y observaban que ese astro era el que venía a indicar el nacimiento de algo. Entonces cuando alguien nace se observan esas estrellas para saber los cambios. Por ejemplo, cuando una persona va a casarse tiene un aspecto en su carta astral con Venus, en la mayoría de los casos, pero también puede determinar la muerte. Los planetas tienen doble filo, en el caso de Venus de unión o desunión, en el caso de Júpiter de fortuna, pero también de excesos y adicciones.

 

¿Llega un punto donde puedes saberlo todo?

No vivo de otra cosa más que de planetas; actualmente colaboro en revistas en materia de astrología, doy clases y atiendo en consulta privada. Lo vivo día a día en todo, en mis decisiones; sabes que si el cielo se mueve a una velocidad puedes saber lo que puede suceder en marzo.