Perfiles

En corto: Motodestino de Matías Hardy

Una fundación que buscar llevar agua potable a toda la república mexicana

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Matías Hardy es amante de las motos, viajero de corazón y creador de una fundación para llevar agua potable a toda la República Mexicana

 

¿Dónde creciste?

Soy de un estado que se llama Formosa, está en la frontera de Argentina con Paraguay, hay mucha selva, es un pueblo pequeño y es uno de los más pobres del país. Tuve una infancia muy libre con mucha relación con el medio ambiente. Estudié en Buenos Aires, soy licenciado en sistemas y trabajé en un programa de televisión en el que recorríamos el país en búsqueda de historias de vida.

 

¿Cómo llega la moto a tu vida?

Siempre estuvo presen-te, mi papá tenía una desde antes de que naciera. Mi mama viajaba con él hasta cuando estaba embarazada de mi, se subía a la moto. A los 12 años me dieron mi primera. La moto genera un vínculo muy lindo entre las personas como una hermandad y sientes una solidaridad de parte de la gente al llegar a un lugar, te atienden, preguntan y se interesan. Además, es parte fundamental en mi vida.

 

¿Cuándo fue tu primer viaje largo?

En 2009, mi mejor amigo Sebastián Pedro y yo teníamos la inquietud de invertir ese tiempo en viajar. Decidimos realizar un road trip desde Argentina hasta Estados Unidos. Salir a la carretera, platicar con la gente, buscar las diferencias, problemas, soluciones y denominadores comunes. Empezamos a planear un camino, conseguimos el apoyo de una red mundial de hostales; la cual nos dio una guía de lugares a los cuales podríamos ir. Nos dimos cuenta que la problemática del agua está bastante avanzada, no hay una conciencia generalizada y nos está afectando a todos, se está convirtiendo en una mercancía.

 

 

¿Cuál fue el recorrido?

Salimos en diciembre de 2009, con dos motos, poco dinero y muchas ganas de conocer. Fuimos por Argentina, Bolivia, Paraguay; en Brasil me rompí la clavícula, y estuve un mes internado en un convento de monjas en lo que me recuperaba. Saliendo nos dimos cuenta que nos habíamos gastado todo el dinero y no teníamos visa, así que tuvimos que regresar a hacer todos los trámites, esta vez en camión para no perder más tiempo.

Después recorrimos toda la costa de Brasil hasta el Amazonas, subimos por Venezuela, Colombia y tomamos un velero para cruzar el Caribe. Finalmente llegamos a Nueva York a fines de noviembre de 2010 y en México recorriendo el país.

 

¿Por qué tuvieron tanto interés por el agua?

Sebastián Pedro es ingeniero hidráulico, y cuando estuve trabajando en el programa de tele en Argentina llamado Estudio Pais 24, me di cuenta que siempre mencionaban el problema del agua. Vimos que había muchas comunidades en situaciones críticas, mucha mortalidad infantil relacionada directamente con este tema. En el camino fuimos documentando toda la realidad del agua, haciendo reportajes y escribiendo. Logramos tener un libro que todavía no hemos terminado de editar, que habla de toda esta situación.

Este viaje que voy a hacer a Alaska será el fin del libro. Gracias a esta información conseguimos unos filtros para potabilizar el agua y de ahí nace el proyecto de llevarla a pueblos donde hay una extrema necesidad.

 

¿Por qué crearon Motodestino?

Para generar conciencia, entender qué está pasando con el agua en el mundo y aquí cerca. Quizá mucha gente no se interesa realmente, no lo ven cercano o no se dan cuenta de la gravedad del asunto. Somos 8 mil millones de personas, cada día el recurso es más escaso y hay más necesidad. Nuestra ideaes ayudar, compartir y darnos cuenta de que es un problema grave. Sin agua no hay vida. Mi amigo regresó a Argentina y desde allá está involucrado.

Yo viví en Chiapas y Quintana Roo, siempre tratando de conocer más acerca de esta situación. Cuando llegué al DF decidí formar una fundación para recibir donaciones y recursos y hacer algo al respecto.

 

 

“En Motodestino buscamos llamar la atención y ayudar por medio de la aventura.”

 

 

¿Cómo obtuvieron los filtros?

Cuando llegamos a Nueva York nos pusimos en contacto con las personas que los desarrollan, les explicamos lo que habíamos vivido. Nos dieron 400 filtros de mil litros para repartir en México. El primer lugar donde llevamos uno fue en Tlamacazapa, Guerrero. Al llegar vimos que era una solución muy buena para la gente. Ya no tenían que acarrear leña para hervir el agua que recogían del río en unas cubetas, y con la leña contaminaban, a veces se incendiaban sus casitas.

 

¿Cómo eligen a las comunidades a las que les entregan el filtro?

Investigamos mucho, hablamos a Conagua y con una fundación canadiense que se dedica a esto también. El problema es que no hay una logística para entregarlos, en muchos casos es muy costoso llevar agua a todos estos lugares y no es una prioridad para los estados. En Motodestino investigamos a donde ir y qué comunidad visitar.

 

¿Por qué involucrar a la moto en todo esto?

La idea es hacer un grupo con la gente que ama la moto, que hagamos el rodaje para algo bueno con un motivo. Vamos a un lugar maravilloso y al mismo tiempo ayudamos a una comunidad. Me gustaría hacer una costumbre sana, realista que nos permita salir con ganas disfrutar y hacer un beneficio, un movimiento de apoyo. Además, cuando vas en moto la gente te recibe súper bien, y comparten y platican su vida

Fotos Sergio Bejarano*

 

¿Cuál es el próximo paso?

Empiezo una aventura a Alaska; Ducatti me está apoyando con una moto para realizar el viaje. Durante el trayecto, cada mil kilómetros haré una parada para que una comunidad reciba un filtro de agua. En total son 20 días de viaje, algunas de las comunidades se encuentran en Baja California, Estado de México, y las seleccionamos conforme vayamos avanzando en el viaje.

 

¿Por qué Alaska?

Es el destino al que cualquier motociclista quiere llegar, ya estuve en Ushuaia por lo que Alaska es el próximo punto importante. Quiero unir un extremo al otro, me considero un explorador. Mientras tanto voy contando una historia. Además, siento que los viajes con objetivos son los más lindos porque tienen un karma muy bueno.