Perfiles

En corto: Mariana Baños

Encabeza la más reciente cruzada de Fundación Origen para erradicar la violencia en la pareja
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La campaña titulada Parece amor, pero es Violencia surge en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre), como un llamado a la acción contra la indiferencia frente a la violencia en la pareja, explica Mariana Baños, directora de Fundación Origen. La intención es ayudar a identificar actitudes que dentro de la pareja pueden ser consideradas muestras de afecto, pero conllevan actos que minimizan y lastiman a la mujer.

Contó con la colaboración de académicos de la Universidad de la Comunicación, quienes realizaron un estudio de neuromarketing que permitió potenciar el efecto de los mensajes que transmitirá el proyecto.

Los materiales de comunicación que serán distribuidos por medio de redes sociales a nivel nacional proponen hacer una búsqueda rápida de palabras clave en las conversaciones de WhatsApp y Messenger en las que se pueden encontrar expresiones que indicarían una relación violenta con su pareja.

Asimismo, es una invitación a hacer un ejercicio de autoanálisis para descubrir los actos que podrían hacer daño a alguien más.

¿Por qué poner atención en este tipo de violencia?

Porque se esconde y es sutil. El acoso, el abuso verbal, las faltas de respeto, la agresión a la dignidad, el chantaje, la manipulación y los celos son algo que hacemos tan cotidiano que no pasa nada. Nos acostumbramos a escuchar que ‘tú no sirves para nada’ o ‘sacaste cero otra vez, eres un burro’ y vivimos en una sociedad donde constantemente vives oprimido poco a poco por tus maestros, tus papás, amigos o parejas. Somos el primer país de la OCDE en violencia sexual a menores de edad, eso no tiene que ver con género, con clase social ni con geolocalización, es general y grave, porque un niño que crece con un acoso sexual, cuando lo sacas de adulto te genera muchos problemas.

No tienen que ser situaciones graves.

Sí, exacto, no te tienen que matar a golpes o semimatar para que levantes la voz y digas: ‘A mí no me gusta que me hables así’.

¿A quién va dirigido el mensaje?

Va enfocado mucho a gente joven, porque ahí es donde empieza, Para que tengan la capacidad de identificar, poner límites, decir que no y elegir qué es lo que quieres y lo que no. Eso es lo que puede cambiar a las nuevas generaciones.

¿Cuáles son las señales de alerta que se deben identificar?

Nosotros hicimos la prueba, cuando estaban presentando la campaña, propusimos buscar en el historial de las conversaciones en el teléfono, cuántas veces te han pedido perdón, o la palabra pegar’, ‘no te quise gritar’, cuando eso es constante, tienes que poner atención porque puede que estés metida en un problema y no te has dado cuenta. En la línea Origen, recopilamos palabras que muchas veces se repiten y se repiten, siempre empiezan con ‘me faltó al respeto’, ‘me gritó’ o ‘me pegó’. En el caso de las mujeres, los ciclos de violencia siempre comienzan con un abuso de algún tipo, por lo general es emocional y a partir de ahí incrementa o a lo mejor se queda ahí, pero tienes que tener la capacidad de identificarlo para no seguirlo, porque sí genera demasiado resentimiento, mucho enojo social y dentro de una relación que luego provoca que te vayas rompiendo por dentro, por eso tienes que tener más cuidado para identificar ciertas palabras o actitudes y acciones que no estás de acuerdo con permitir o que no quieres seguir haciéndolas.

¿Cuál es el mayor problema que identificaron?

La normalización de la violencia y es un tema que no tendría que estar sobre la mesa. Hay problemas mundiales y en el país de violencia por falta de oportunidades, por rezago educativo o por injusticia social, en fin, muchas situaciones que se tienen que solucionar. La violencia hacia la mujer, hacia una niña, es un tema que no tendríamos que estar discutiendo, que se tiene que erradicar de raíz, tiene que haber una consecuencia.

¿Esta campaña también es para quienes han ejercido violencia?

Yo creo que todos en la vida hemos gritado, hemos insultado, sin querer o queriendo. Esas cosas son las que también tenemos que identificar, porque si no reconocemos que hemos cometido actos que pueden llegar a ser violentos, ofensivos o que nos están pasando, no hay manera de generar un cambio. Y de verdad que es un tema grave en el país, en los últimos años nos hemos dado cuenta de que la problemática es mucho más grave de lo que parece.

¿Qué importancia tiene esta campaña para Fundación Origen?

Para nosotros es un mes muy importante, porque desafortunadamente es un problema latente, ya llevamos casi 20 años de trabajo y las estadísticas son las mismas. Pero por otro lado, creo que no solamente hay que concientizar sino tomar acciones mucho más rudas y presionar a las instancias que deben ser presionadas para que se tomen las acciones necesarias para acabar con estos problemas.

 

Fotos: Edgar Silva Fuentes S.