En corto: Karla de Lara

A partir de que comenzó a trabajar en México, surgió el verdadero estilo de la tapatía Karla de Lara y los premios comenzaron a llegar.

Había gozado de gran aceptación en Asia y Estados Unidos, en Europa fue nombrada por los críticos como la madre del pop hiperrealista, una combinación de técnicas que nadie más ha logrado en el mundo. Sin embargo, decidió que no podría considerarse una artista consolidada hasta que lograra destacar en su país natal.

“En México es difícil sobresalir, hay tantos artistas tan buenos, que todos lo ven normal, en cambio en el resto del mundo todos te ponen en un pedestal”, opina De Lara. Aquí comenzó, hace casi siete años, la búsqueda de su propia propuesta, se alejó de lo que le pedían sus representantes y construyó lo que en 2018 la hizo merecedora del premio en la Bienal de Venecia.

“En estos años en que como artista he madurado, me siento más cómoda con lo que pinto, encontré mis estilos, que yo he construído y que nadie más pinta con ellos”, explica Karla, “me dejaba llevar por lo que me pedían porque no estaba segura de cuál era mi propuesta y eso es lo que he ido construyendo con el paso del tiempo, ahora a nadie le tengo que preguntar, pinto lo que yo quiero”.

Cuando un grupo de curadores consiguió que la invitaran a participar en la Bienal de Venecia, ella no esperaba ganar, a pesar de que acababa de recibir el premio Leonardo da Vinci en Florencia, competir contra 500 artistas de 53 países, todos ampliamente reconocidos, era un reto aparte. Viajó a Venecia para recibir el premio Tiziano y preparó dos piezas inéditas para la Bienal, utilizó dos técnicas diferentes, ambas inventadas por ella, para recrear la misma estampa de los canales de la ciudad italiana en cada uno de los lienzos que terminaron por conquistar al jurado.

“Como ya estoy pintando dentro de lo que me hace sentir cómoda, aunque sigue evolucionando y voy sacando cosas nuevas, creo que eso le va dando madurez a mi obra que me da la seguridad de que son piezas que van a gustar en cualquier lado”, considera. Sin embargo, ahora la multipremiada autora no piensa más que en mejorar para superarse a sí misma.

“Siento que apenas estoy arrancando, llega un punto en el que ya te sientes cómodo con lo que estás haciendo, pero ahora te tienes que dedicar a hacerlo bien y cada vez hacerlo mejor. Ya hice el mural más grande de Jalisco, ya me han dado premios que nunca le habían dado a una mexicana, pero no se trata de eso, sino cómo lo capitalizas, primero en proyectos que dejen algún legado y luego en impulsar a más personas para que saquen todo su potencial”, considera la tapatía. 

La nueva misión de Karla no sólo incluye preparar sus próximas exposiciones en Londres y en el Carrusel del museo del Louvre y mayor presencia en foros de esa magnitud, ahora también quiere impulsar a más mexicanos a conseguir el éxito.

Como embajadora de la iniciativa Yo Soy México busca ser un ejemplo de lo más positivo que tiene el país, “cuando tú crees que lo que haces está bien hecho, porque lo estás haciendo con toda tu alma y cada día tratas de superarte, en ese momento sientas un precedente para que el resto de los mexicanos haga lo mismo desde su trinchera”.

Fotos:  Edgar Silva Fuentes S.

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