Perfiles

En corto: Jerôme Seignon

Más de 15 años al frente de Möet Hennessy en nuestro país 

María Escalante / Fotos: Cortesía

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Jerôme Seignon es originario de  Champagne, Francia, y  tiene 15 años al frente de Möet Hennessy en nuestro país

 

¿Qué te enamora de la champaña?

Es muy fácil, nací en la región de Champagne, Francia, y siempre me pareció fascinante cómo la población de una zona vive durante todo el año al ritmo del cultivo.

 

¿Cómo se comporta la gente de Champagne?

Dependemos del clima. Hay un momento crítico en el año, cuando la vid saca su flor, pero en esa región puede todavía haber granizos durante ese tiempo, y si ocurre cuando la planta está floreando, es una catástrofe porque rompe desde muy temprano la cosecha que tendremos los siguientes meses; ése es sólo un ejemplo, pero algo que siempre me llamó la atención. También el ver cómo todo el proceso de la champaña se hace a mano por ley o por búsqueda de calidad, realmente absorbe a toda la población.

 

¿Elegancia y champaña van de la mano?

Totalmente. El glamour en una botella de Moët & Chandon está presente en las grandes fiestas y en las mesas de los restaurantes de mayor renombre. Hay una especie de antagonismo entre el origen que conozco muy bien por haber nacido en Francia y el glamour, brillo y atracción que tiene la champaña, a lo que fui sensible desde temprano.

 

¿Tu familia elaboraba este producto?

No, no estaba relacionada con la champaña en lo absoluto, pero me encantaba ir en moto a ver el viñedo y a las prensas al momento de la vendimia.

 

¿Cuándo decides dedicarte a esto?

Como a todos nos pasó, hubo un momento que tenía que decidir lo que quería hacer en mi vida y pensé que sería genial poder compartir esa dualidad o riqueza que tiene la champaña alrededor del mundo. Tuve mucha suerte porque pude entrar a Moët & Chandon a la primera, y aquí he hecho mi vida profesional tanto en Francia como en otros países de América Latina y México.

 

¿Cuánto tiempo llevas viviendo en México?

 Tengo 15 años en este país y siempre he trabajado para Möet Hennessy, que es parte del grupo LVMH, que tiene otras marcas como Dior, Guerlain y Louis Vuitton.

 

“Aunque los integrantes de mi equipo no sean  originarios de la región de Champagne, tengo mucha responsabilidad de cuidar y tomarme el tiempo de transmitir toda la cultura.”

 

 

¿Cómo ha sido su colaboración con Millesime?

Hemos estado presentes durante los cuatro años de la muestra. Creemos que Moët & Chandon puede elevar un poco más la propuesta gastronómica, cada chef se está esforzando muchísimo para compartir su talento y nosotros sabemos, por experiencia, que una copa de nuestra champaña puede resaltar aún más su creatividad.

 

¿Ellos hacen el maridaje?

Sí. Es por eso que nació la hora Moët & Chandon desde el año pasado, de seis a siete de la tarde durante los tres días, cada chef y cada puesto propone su creación acompañada de una copa de champaña.

 

¿Qué representa  destapar una botella de champaña?

Mucha generosidad, ése es nuestro papel, si hay un esfuerzo magnífico como el de Millesime, quiero ayudar a que su concepto explote, se realice plenamente y con esa hora de Moët & Chandon sean muchas más copas que se ofrezcan, que todos tengan una en la mano. Es un poco el sueño de todo chef, ver su comida acompañada del mejor vino del mundo: la champaña, es un momento muy natural, de mucha armonía, alegría y felicidad.

 

¿Cuáles han sido tus logros trabajando para Moët Hennessy?

El principal es que ha sido un gran trabajo en equipo. Cuando iniciamos, era una empresa muy pequeña con muy pocas personas, pero siempre ha existido un ideal: todos deben ser verdaderos expertos en los productos, hay mucha alineación cultural dentro del equipo.

 

¿Cómo buscas esa alineación cultural?

Aunque los integrantes de mi equipo no sean originarios de la región de Champagne, tengo mucha responsabilidad, de cuidar y tomarme el tiempo de transmitir toda la cultura. Si todos trabajamos con el entusiasmo de que venimos a ofrecer, descubrir y traer novedades seguirá funcionando.

 

¿Qué sigue para Möet en México?

Hoy somos la tercera marca de vinos y licores premium, es un enorme logro, pero creo que estamos todavía al inicio de todo, cuando empiezas con muy poco y trabajas bien es natural que exista un progreso; ahora que somos más relevantes y que la cantidad de consumidores que hemos ganado ya es significativa, es cuando tenemos que ser más buenos sin perder la sinceridad y seguir haciendo las cosas desde el corazón, no volvernos una empresa, debemos seguir siendo un grupo de entusiastas unidos atrás de un objetivo común: que es compartir una pasión por la champaña con consumidores e ir acompañándolos en su descubrimiento.

 

¿Qué le gusta a los mexicanos?

Cuando llegué a México, estaba Möet Impérial que es la champaña emblemática, pero la realidad es que a los mexicanos les gustan las cosas afrutadas, tenemos un producto que es el Néctar Impérial, su sabor a frutas es bastante fuerte, por lo que le dije al equipo que iba a funcionar mucho y así fue. México se convirtió en el consumidor de este producto más grande en el mundo, porque hay una afinidad muy buena entre el producto y el paladar de los consumidores de este país, ya sean hombres o mujeres.

 

¿Tienes una champaña favorita?

Mi preferido es el Néctar Impérial. Lo serviría en una copa grande con hielos y un zeste de naranja, es perfecto.