En Corto: Javier Lumbreras

 Un vistazo a las colecciones privadas más importantes del mundo y algunos secretos para comprar obras ofrece Javier Lumbreras en su libro El arte de coleccionar arte

¿Cuándo empezaste a coleccionar arte?

Desde antes de nacer (risas). Tomé conciencia a medida que maduré.

¿Cómo empezaste?

Tengo históricamente una afinidad por el coleccionismo, pero también me dedico al comercio de obras, son dos actividades muy diferentes, requieren disciplinas muy específicas. En el comercio manejo un fondo de inversión y adquiero piezas que van del Renacimiento hasta mediados del siglo XX. Por otro lado y en lo personal, colecciono arte contemporáneo, que son apuestas recientes. Siempre digo que me interesa el arte desde cuatro partes: intelectual, emocional, estético y financiero. En mi faceta de coleccionista lo hago para satisfacer las tres primeras y en la parte de inversión compro de artistas ya muy establecidos, porque el valor financiero cobra un papel preponderante.

¿Por qué decidiste escribir El arte de coleccionar arte?

Mucha gente me preguntaba por qué y cómo se colecciona arte, qué hay que hacer y qué comprar. En lugar de entrar en largas pláticas de qué pueden adquirir, lo mejor es que cada uno descubra sus gustos e inclinaciones. A través de este libro quiero provocar que cada uno haga una búsqueda introspectiva y diga qué les atrae. Tiene muchos tips de cómo potencializar el conocimiento del arte para aprender a coleccionar, que fundamentalmente es saber ver. Mucha gente se deja ir por “el artista de moda se llama fulanito de tal”. Entonces estás comprando con el oído, no con el ojo.

¿Cómo se educa el ojo?

En las artes plásticas tienes que ver, ver y volver a ver, no hay más.

¿Cuál fue el mayor reto para crear el ejemplar?

Fueron mil 600 horas las que puse. También la recopilación de imágenes, hay casi 500 obras de colecciones privadas, porque no tenía chiste que fueran de museos o institucionales. Lo más costoso y difícil fue visitar esas colecciones y pedir permiso para la reproducción.

¿De qué forma lograste los permisos?

A lo largo de 30 años de carrera que llevo he conocido a muchos coleccionistas. Fue cuestión de llamarles, visitarlos y pedir que nos permitieran la reproducción, lo que agradezco mucho.

¿Por qué debemos invertir en arte?

No es una obligación. Cuando vas a invertir ese patrimonio tienes ciertas formas de hacerlo. Un banquero te lo va a distribuir de ciertas maneras en productos financieros que puede ser en renta fija o variable, y en fondos de inversión, como títulos y acciones que implican bonos y otros tipos de commodities, como se les llaman, a los instrumentos tangibles llámese propiedad inmobiliaria, oro, plata, maíz, trigo, etcétera. El arte desde que fuimos capaces de crear índices para valorizarlo, por ahí de 1875 hasta la fecha, resulta que tiene unos parámetros que nos demuestran una baja correlación con otro tipo de relación. Eso significa que cuando las acciones suben el arte baja y cuando el arte baja las acciones están a la alza. Hay gente que quiere diversificar su patrimonio e invierte en cosas que no están correlacionadas con la renta variable. Esa capacidad la tiene el arte, es un buen activo para mantener recursos en épocas de inflación. La moneda y productos se devalúan. El arte no, continúa revalorizándose.

¿Cuáles son tus artistas favoritos?

Tengo varios para cada movimientos. En el Renacimiento a los clásicos empezando por (Giovanni) Bellini, Piero della Francesca, Leonardo da Vinci, Tiziano Vecellio; en el Renacimiento alemán te diría Alberto Durero; en el Barroco europeo, sobre todo del flamenco, (Peter Paul) Rubens y Rembrandt. También me llaman mucho la atención artistas como Bremen. Más recientes, me saltaría el XVIII y casi XIX para llegar al Impresionismo, Postimpresionismo, la academia francesa o los pintores de la época victoriana, destacando a Edouard Manet y Claude Monet. En la pintura moderna obviamente a Picasso y Marcel Duchamp. En el arte contemporáneo son muchas las apuestas, me gustan muchos artistas. De hecho mi mujer y yo coleccionamos arte de más de 100 artistas diferentes.

De tu trabajo, ¿cuál es la parte que más disfrutas?

Ver y comprar arte.

¿Realizas alguna actividad artística?

No pinto nada, lo intenté pero me salían unas cosas tan naif y absurdas que mejor lo dejamos para otra vida.

¿Qué recomendación para los que quieren empezar a coleccionar?

Primero que eduquen el ojo, que descubran aquello que más les gusta, qué periodo de la historia. Que tengan una disciplina, que asignen un presupuesto y no le tengan miedo, algunos de los errores que cometan al principio son aciertos para mañana. Algunas de las obras con las que desarrollen una relación más intima emocional no necesariamente tendrán que subir de precio y otras sí. Recuerden que el arte trae muchas satisfacciones, no sólo las económicas. Cuando alguien les diga: “compre aquello que le guste sin importarle su precio”, hay que huir porque ese es el típico consejo de personas que le quieren vender algo que no vale lo que dicen. No está bien que te vendan una obra por “n” veces su número de valor cuando hoy en día sabemos que el arte es muy cuantitativo y podemos ponerle un costo de mercado.