Perfiles

En corto: Fernando Barbachano

Un mexicano en Lamborghini 

Fernanda Brambilla

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Fernando Barbachano tenía su destino decidido como heredero de un imperio hotelero. Sin embargo, en un viaje de vacaciones todo cambió. Ahora es piloto, vive en Las Vegas y corre para la Escudería Italiana

 

¿Cómo fue la primera vez que entraste en un coche de carreras?

En Las Vegas, en un viaje que hice con mi familia. Fui por diversión a la empresa Dream Racing, que ofrecía una experiencia de manejo. Cuando terminé, uno de los managers, Enrico Bertaggia (expiloto de Fórmula 1), se sorprendió con mis tiempos yme preguntó si ya había pensado en ser piloto. Regresé a Mérida con una invitación para una carrera.

 

¿Ya habías pensado en ser piloto?

Toda mi vida había querido, pero mis papás nunca me habían dejado. Desde que era un bebé lo quería, pero lo tuve que descartar hace mucho tiempo. Eso fue el destino.

Tu papá, quien es dueño de Mayaland Resorts en Yucatán, debe esperar que un día sigas en ese negocio.  ¿Cuál fue su reacción?

Cuando me invitaron a la carrera, pedí a Dream Racing que me fuera de intercambio. Entonces no sabía si iba a ser piloto, pero por lo menos iba a aprender cosas nuevas. Al principio mi papá dijo que no, entonces le pedí una oportunidad: si me iba bien en la carrera, veía qué onda. En la competencia logré la primera posición.

 

Hoy eres piloto en Súper Trofeo. ¿Tus papás te apoyan?

Sí, mi familia es parte de mi equipo. Al principio estaban preocupados por el peligro, pero se están acostumbrando. Además, siempre he sido el que lleva la contraria, les dije que no iba a estar en el negocio familiar. No es lo mío. Y sé que las puertas van a estar siempre abiertas por si esto no se da.

¿Y cómo explicas que te haya ido tan bien?

No sabría explicarlo, fue algo muy natural, y como es mi primer año sé que mis expectativas no pueden ser altas, pero después que entras a este universo, quieres siempre más. Muchos de los pilotos llegan a Súper Trofeo después de otras categorías, Fórmula 1, 3, Turismo, y mi tendón de Aquilles es la falta de experiencia.

 

¿Cómo reacciona la gente cuando dices que eres piloto de Lamborghini?

La verdad es que aquí en México no me gusta mucho decirlo, digo que trabajo con coches. En Mérida, la gente cree que ser piloto es malo, que es ser desmadroso y vivir la vida bien. Parezco muy presumido, y no me gusta. Porque la verdad es que implica mucho más que eso, es bien cansado.

A los 21 años, eres el único mexicano en una categoría que no es conocida en el país. ¿Mucha gente te pregunta qué es en lo que compites?

Así es, Súper Trofeo tiene apenas cinco años, pero está creciendo mucho. Este año por primera vez tuvimos un público de 25 mil personas. Soy el único mexicano y además de mí hay un venezolano; tampoco somos muchos latinos. Mucha gente no conoce, pero eso está cambiando.

 

En Súper Trofeo los coches son distintos, ¿pero el campeonato tiene algo que ver con la Fórmula 1?

Es parecido, pero con dos carreras cada fin de semana y sólo seis carreras en el año. En la última, serán 60 coches en la pista, pues se juntan los Súper Trofeo  Europa y Asia.