En Corto: El secreto de verse natural

Tras más de 20 años en la industria de maquillaje decidiste lanzar una marca con tus hijas. ¿Cómo se dio esto?

JF: Soy ingeniera química y siempre trabajé con belleza; desarrollaba productos en MAC y en 2000 creé una marca llamada Cover FX. En esa época mis hijas estaban en pañales. Cuándo se volvieron adolescentes, la vendí. Mi plan era jubilarme y ser ama de casa. Pero no fue así... eso duró dos años.

¿Qué te hizo cambiar la idea del retiro?

JF: Es que soy de la generación Sex and The City, para mí el maquillaje es algo muy importante: soy de las que se despierta una hora antes para arreglarse, peinarse y maquillarse. Y veía cómo a mis hijas no les importaba nada, pero nada. Dormían hasta tarde, se arreglaban en cinco minutos y no usaban nada de maquillaje. Un día les sugerí, ¿por qué no nos vamos de shopping a comprar maquillaje? Y no querían.

¿Y por qué no, Ally?

AF: Creéme, había ido a todas las tiendas de Toronto y me parecían espantosas. Nada parecía ser para mí, era todo muy profesional y artístico o muy falso. No sentía que había algo común, que tuviera que ver conmigo.

¿Fue la premisa de Nudestix?

JF: Siempre puse mucha atención en lo que me dicen mis hijas, pero no lo creía. Pensaba que la industria había logrado evolucionar tanto en la parte de cuidado de la piel como en la tecnología de productos. Pensé, ¿serán sólo ellas? Y no, era lo mismo con sus amigas, su generación, y sabes qué, yo también quería algo práctico. Querían algo para la chica común, que fuera divertido y simple, sin eso de 10 pasos. Mi jubilación terminó con la pregunta, ¿cómo sería el maquillaje para la mujer moderna común?

La base de Nudestix son lápices. ¿Cómo llegaron a eso?

AF: Porque yo simplemente no sé usar los pinceles, ¡no lo aprendo! Ya me han enseñado, hasta mi mamá, pero no se me hace lógico usar pinceles si puedes pasar tu maquillaje con tus dedos (risas). Además, la idea es que puedas usar un sólo producto en la mitad de la cara.

JF: Empezamos a platicar sobre qué no les gusta del maquillaje y fuimos quitando artículos. Nos quedaron los lápices. Nos gusta pensar que son crayones fusionados con Chanel, pues los crayones son divertidos y Chanel es lujo. Los lápices son multiusos, el labial sirve como blush; el delineador es también sombra; la base tiene un primer y un iluminador.

Ally es ecofriendly, mientras Taylor (su hermana, 19 años) es parte de la generación millennial. ¿Cómo sus personalidades influyeron?

JF: Los productos no tienen parabeno, conservadores, preservadores, gluten y no pasaron por pruebas en animales. Los lápices vienen de bosques sustentables. Porque mis hijas son así, súper saludables y exigentes con lo que ponen en sus cuerpos. Taylor quería un look retro, vintage, entonces cada Nudestix viene en una envoltura que es una latita, con espejo y sacapuntas. Y el estuche no puede ser más grande que el teléfono, porque hoy en día eso es lo que decide el tamaño de las bolsas de mano, ¿no?

Fotos: Rodrigo Terreros

Actualmente, Nudestix tiene más de 50 productos y está  presente en tiendas como Sephora y Urban Outfitters. ¿Cómo fue el comienzo?

JF: Soy una entrepeneur, entonces cuando vi que teníamos una gran idea no descansé hasta lanzarla. La piel es mi especialidad, empecé a formular productos a los 21 años, trabajé siempre con dermatología, el gran reto era lograr lo que usualmente está en polvos y líquidos, en forma de bastón y con gran textura. Cuando empecé a hablar con revendedores, me decían: “No podemos hablar que menos es más, eso no va a vender productos”. Fue cuando supe que estaba en el camino correcto.

Hoy tú, Ally, y Taylor dan conferencias a cientos de ejecutivos de la industria. ¿Cómo es eso para ti?

AF: Me daba miedo al principio, pero pronto vimos que ellos nos escuchaban, porque entendieron que la voz de las generaciones más jóvenes hoy en día cuenta mucho en el mercado. Y siempre supimos lo que queríamos, tonos nude son la base de todos nuestro colores. Y sabes, no importa si los tonos de temporada son naranja y azul, porque no los vas a usar todos los días.

Ally, ¿cuáles son tus primeros recuerdos del maquillaje?

AF: ¡Los peores! Tenía mucho acné y por lo tanto usaba mucho maquillaje, lo que sólo empeoraba el problema, pero no entendía esto, sólo quería esconderlo. Después fui al dermatólogo, traté mi piel y hoy sé que no quiero cubrir toda mi cara si no sólo lo que necesito. Fue un largo proceso de aprendizaje. Al principio, me sentía rara sin tanto maquillaje. Siento que muchas niñas hacen eso hoy, pero siento que llegas a un punto donde simplemente te aceptas y aprendes a lidiar con las imperfecciones.