Perfiles

En Corto: Arlette Esqueda

Elegida como Embajadora del Maratón de Bahamas 2016

Leticia Casarin

Me encanta la música, cantar y el teatro. Soy maniática de la ortografía.

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¿Cuál fue tu primer acercamiento al mundo deportivo?

La verdad es que nunca había hecho tanto ejercicio como ahora; sin embargo, desde chica mis papás me inculcaron el hábito del deporte. Jugaba tenis, estaba muy clavada y constante hasta que se volvió una obsesión tener que calificar e ir a competir, ya no me gustó y tuve que dejarlo. Al mismo tiempo bailaba en una academia y luego fui buscando clases extras y cursos junto con una de mis hermanas, pero no era tan clavada.

Hace unos años, una amiga me invitó a correr, vivía en Estados Unidos y empecé con 25 minutos, luego 30, y hasta que corrí mis primeros 10 kilómetros, ahí empezó todo. Poco a poco me involucré en el triatlón y empecé a dar clases de fitness, body combat, turbo kick y entré a Siclo, un gimnasio privado, a dar clases de spinning con música y baile. Ahora estoy muy interesada en el ciclismo, es lo que más me gusta.

 

Con el perfil, experiencia y profesionalismo que tienes, ¿cómo ves el papel de la mujer en los deportes?

Ahorita nos estamos haciendo más presentes en el deporte, uno cree que cuando te casas y tienes hijos ya acabó tu vida, pero estamos tomando más consciencia de que tenemos que hacer algo para nosotras mismas que nos haga sentir y vernos bien. En el ciclismo hay muchísimos hombres, sin embargo las mujeres estamos haciendo cada vez más presencia, igual en el triatlón y las carreras, que es una moda y todo el mundo ya quiere hacerlo. Siempre digo que soy adicta al deporte, pero la verdad ojalá todos tuviéramos una adicción así.

¿Cuál consideras que ha sido tu mayor reto?

Cuando empecé a ver que en la tabla general de las competencias quedaba entre los primeros 15 y 20 lugares, ahí fue cuando me di cuenta que no era tan mala y decidí esforzarme más. Ahora mi mayor reto es aprender a llevar mi disciplina y vida deportiva con mi vida familiar.

 

¿Cómo logras ese balance?

Trato de separar mis tiempos. Mis hijos tienen una edad en la que se van a la escuela de siete de la mañana a tres de la tarde y aprovecho toda la mañana para dar clase o entrenar. Cuando mis hijos tienen alguna clase en la tarde, en lugar de sentarme a tomar un café, me voy a seguir entrenando.

Pero siempre los hago parte, platicándoles lo que siento y cómo es. Por ejemplo, nunca fui tanto de música y a mis hijos les encanta y están al día, en Siclo ellos me ayudan a hacer mis playlist. Ya estoy tratando de involucrarlos, me los llevo a andar en bici, hacen natación y, más al ser hombres, tienen que desahogar su energía, ya han hecho triatlones para niños y aprenden lo que es, con mi esposo también hago triatlones. De esa manera combino todo para tener un equilibrio.

 

¿Cuál ha sido tu mejor experiencia?

La verdad soy cero nadadora y volver a retomarlo ha sido un reto muy fuerte, la primera vez que me metí a aguas abiertas fue una experiencia fuerte, al principio no sabía qué estaba haciendo ahí. En La Paz, la corriente y la marea estaban fuertísimas y cada brazada que daba era una ola inmensa, las gaviotas volaban encima de mí, lo hice muy consciente y me dije a mí misma “si salgo de aquí, podré hacer lo que sea”.

¿Qué debemos esperar en el Maratón de Bahamas 2016?

Bahamas es un gran destino con actividades familiares e individuales, la idea es invitar a toda la gente a correr en este destino y sentir la experiencia de hacerlo a nivel del mar, en un paraíso. Además, si haces buen tiempo, ahí consigues la calificación.

 

¿Qué sientes ser nombrada embajadora en LATAM del Maratón de Bahamas?

Ha sido un gusto ser elegida embajadora y poder tener un enlace entre ese país y todos los mexicanos. Está padre que se animen a inscribirse y pasar unas vacaciones familiares para que les echen porras. Otra maravilla es que no sólo es maratón, también puedes correr medio maratón, hay carreras de 10 y 5 kilómetros, y de relevos.

 

¿Qué triatlón recuerdas con cariño y por qué?

Hace cinco años fue mi primer triatlón. Empecé con sprint en Acapulco y ese lo recuerdo con nostalgia y emoción, no tenía idea de lo que era cambiarle las velocidades a la bicicleta ni el plato grande, ni el plato chico, ni los piñones, ¡no tenía idea de nada! Cuando me entrené dos meses antes, le pregunté a mi esposo que qué era eso y el me dijo: “no te preocupes, tú empieza con el plato chico y sólo pedalea”. Logré subir, pero en la bajada le pedaleaba y no sabía por qué me gritaban “¡cámbiale de plato!” para mí sorpresa llegué en quinto lugar, pero nunca lo imaginé. Me empecé a picar por seguir haciéndolo, lo no competitiva que era de chiquita ahorita me volví en el triatlón. Trato de pensar que es contra mí misma y saber que siempre va a ser diferente. He hecho varios aquí en la República, tenemos unos paisajes increíbles.

Fotos:  Sergio Bejarano* 

 

Actualmente hay un boom con los maratones, ¿qué se requiere para ser parte?

Maratonista, triatleta o cualquier tipo de deporte se necesita disciplina, constancia y la decisión de querer hacerlo, fijar una fecha y comenzar a prepararte, para un maratón se requieren mínimo cuatro meses previos. Creo que en la vida, no sólo para un maratón, hay que saber qué quieres hacer y decidirte a hacerlo.

 

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Cierro una etapa importante con el maratón de Bahamas en 2016 y para el año que entra chance me dedico un poco más a la bici porque me encanta y antes de los 45 quiero hacer un ironman completo, mi marido dice que estoy loca (se ríe), pero creo que todo se puede.