Perfiles

Eduardo Jiménez, make up artist de Guerlain

Nos cuenta cómo utilizar el maquillaje sin perdernos en tendencias
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Nació en España, pero gracias a su profesión como maquillista recorre el mundo entero, lo que le ha dado la oportunidad  de tener una imagen global de la belleza femenina. En sus manos han estado los rostros de Penélope Cruz, Catherine Deneuve, Eva Herzigová y de modelos profesionales que desfilan en las pasarelas más renombradas.

Esta ocasión, visitó el país para hablar sobre la nueva colección de Guerlain, firma en la que se desempeña como make up artist international, para presentar los lanzamientos de la línea Météorites en México, país que le ha dejado mucho.

 

“Me encanta venir porque si hay un país en América Latina donde la mujer se maquilla, es México. Quieras o no, cuando estás maquillando a clientes se aprende muchísimo de los tips que tienen, quizá les puedes dar consejos de la aplicación, perfeccionarla, pero ellas llevan la batuta porque son súper seguidoras”.

 

Sin embargo, por más que amen el maquillaje, él trata de rescatar la personalidad de cada mujer que se le acerca para pedir consejos, porque asegura que “hoy estamos muy condicionados por las redes sociales, es un bombardeo impresionante, que si Kim Kardashian, que si todas las que han salido, entonces se ha convertido en algo tan rápido y mediático que creo que la mujer está condicionada a saber qué hace bien o qué mal, si se debe de maquillar todo el día o no”, por ello Eduardo se convierte en un fiel defenso de la individualidad, pues está seguro que “la mujer o debe perder nunca quién es ella, su identidad.

 

Sigo la moda, sí; sigo la tendencia de maquillaje, sí, pero tengo que ser consciente para cuándo y dónde me tengo que maquillar, si es para trabajar, puedo ser médico o editor de una revista de moda, además dependerá de cómo seas tú. No significa que tengas que ir con máscara, contouring, brillos, cejas, eso es darle a las mujeres trabajo extra”, asegura contundente, a pesar de saber cómo han impactado las redes sociales, los tutoriales y la infinidad de marcas y productos que abundan en el mercado.

“No hay nada inventado en maquillaje, no falta nada; el contouring no lo ha inventado Kim Kardashian, es una técnica, es el ABC del maquillaje, es luz y sombra, lo que tiene que saber cualquier maquillista; el eye liner, lo rescatamos de décadas anteriores. Al final el make up es una fusión o rescatar pequeñas pinceladas de lo que ya se ha hecho”, como la tendencia de la década de los cincuenta tan vigente hoy en día, y que cautiva a este experto.

 

“Mi época favorita son los años cincuenta, son inspiradores con esos labios velvet mate, esa perfección en la estética de la mujer, esos pelos como rubios con ondas, que hoy —más o menos deshechas— se usan, las bases de maquillaje perfectas, ese ojo con máscara de pestañas muy definida… es mi preferida, porque fue el momento que después de una guarra la mujer vuelve a tomar la importancia y las riendas de su vida”.

 

Laborar en esta industria por tanto tiempo, le ha permitido ser testigo y partícipe de su evolución, la cual no siempre ha dejado fenómenos tan favorecedores para las mujeres. “Llevo en el mundo del maquillaje 22 años, y esto ha corrido a una velocidad loca, ahora abres las redes sociales y ves a cualquier chica guapísima haciéndose un tutorial en el que se han puesto 25 colores, con puntos, con líneas, etcétera.

 

Y cuando una niña de 20 años lo ve y quiere estar guapa, ¿cómo crees que reciba esa información? ¿Cuánto dinero tendría que invertir y cuánto tiempo debe tener? Eso se me hace un poco salvaje”, aunque no está en contra de esta moda, recomienda ver estos videos con la conciencia de que no todo es lo que parece.

 

“Más allá de todo, esos tutoriales —te lo digo como profesionista— tienen mucho detrás, es imposible hacer ese maquillaje en cinco minutos, como parece que se lo hacen. Cuando una mujer lo lleva a lo cotidiano, no es el mismo resultado, no es lo mismo hacerlo con luces o tras una cámara, se ve mucho más natural que si una niña sale a la calle después de haberse hecho ese tutorial. Cuando mis clientas me preguntan sobre éstos les digo: ‘tú trata de hacerlo, si lo logras en cinco minutos, te vienes a trabajar conmigo y me das clases’.

 

Considero que, no es que no nos ayuden, pero se lo están complicando a la mujer. Es un sí o sí, hoy, tienes que ir maquillada. En este sentido, no se están ayudando”. Lo dice un profesional que ha trabajado en semanas de la moda como la Pasarela Cibeles Fashion Week o Barcelona Fashion Week, realizado looks para las revistas Elle, Marie Claire o Vogue, y quien ha acumulado más de dos décadas de experiencia maquillando a mujeres con estilos muy distintos entre sí, desde top models hasta las señoras que se acercan para pedir un consejo.

 

“Siempre digo, si te gusta la tendencia, ok, pero filtra y ajústala para ti. Podemos volver años atrás y pensar en qué necesita una mujer para verse guapa. Como maquillador te puedo recomendar productos, pero si me dices que te levantas a las cuatro de la mañana, tienes hijos y cuentas con cinco minutos para dedicarle a tu maquillaje, yo no te puedo dar primer, iluminador, contouring, máscara, y no sé cuánto. Ahí es cuando digo que hay que filtrar, porque no es sólo el tiempo sino cuánto cuestan todos estos productos.

 

Llevo muchos años de llevar el maquillaje a mis amigas, a mis clientas, y no les tengo que imponer nada en su rutina, porque el maquillaje es una herramienta, y te lo puedo poner tan complicado como quiera, pero no me vas a comprar nada, porque no vas a poder replicarlo; la contraparte es ponértelo sencillo para que te animes, compres el producto y lo intentes en casa”.

 

MAQUILLAJE SIN FRIVOLIDAD

 

Ya sea para una celebridad, para un ama de casa o una estudiante, Eduardo siempre busca que al final las mujeres se sientan a gusto con el resultado de su maquillaje, porque es cuando él puede decir que fue una “misión cumplida”, pero nada le había dado tanta satisfacción como el ayudar a mujeres en otra condición.

 

“Un área en la que estuve trabajando en Madrid, España, de forma altruista, fue en un hospital de personas que acababan de recibir quimioterapia, un momento durísimo en mi vida. De repente llegamos a la primera charla y entraban las señoras sin pelo, con pelucas, mascadas, sin pestañas, tristes por el tratamiento y con muy poca autoestima al verse en el espejo con ese look”.

 

Ésta fue una de las experiencias más intensas que ha vivido como maquillista, al punto que tenía que hacer pausas para no derrumbarse. “Más allá de eso, cuando empezamos a trabajar con ellas, les enseñamos a hacerse una ceja nueva, a dibujarla, a ponerse pestañas postizas o les dijimos qué tratamiento utilizar, fue una satisfacción tal de ver cómo había cambiado esa mujer”, una actividad que no todos pueden vivir, pues el mismo Eduardo recuerda que “el primer día que fui, al salir me puse a llorar en el coche, pensé: ‘Con qué poco había hecho feliz a una mujer’, y empecé a entender cómo el maquillaje tiene la parte nada superficial, que es una herramienta que influye en la sociedad y en la autoestima de una persona. No soy capaz de describir la emoción que se siente”.

 

EL MUNDO GUERLAIN

 

Con esa filosofía de potenciar a una persona a través de la herramienta es como encabeza al grupo de profesionales, dirigidos por Olivier Échaudemaison, director creativo de Guerlain, firma en la que labora.

 

“Una de las cosas más bonitas de esta marca, además de los 200 años de historia, es que le gusta respetar al individuo. En una pasarela tú impones el maquillaje, porque no es un cliente, no es una persona del día a día, pero cuando trabajas con clientes es distinto.

En nuestra formación está poner la firma, hacer el maquillaje más complicado para que se note, pero al trabajar con clientes es respetar a la persona que tienes delante, su estilo. Ése es el ADN del maquillaje de Guerlain, enriquecerla, pero respetar su valor, su momento individual”. Asegura que esto es posible gracias a que “no somos una marca de diseñador, no estamos condicionados por una tendencia en costura, tampoco imponemos el look que tiene nuestro nombre, cualquier visual de maquillaje que veas de Guerlain podrás decir: ‘Soy yo’”.

 

Justo como sucede con la colección de reciente lanzamiento dedicada a las pieles perfectas. “Estamos de suerte, pues de pronto, cuando se lanza algo batallas con la tendencia porque se lleva purpurina y mi marca no la tiene, es complicado, pero ahora estamos muy en tendencia, porque somos amantes de la piel, ante todo la cuidamos, y viene una piel satinada, ligeramente brillante, y nuestra línea de Meteoritos te ofrece luminosidad en cuatro pasos primer, base baby glow, polvos de acabado y baby glow touch con tres colores de efecto iluminador, todo con un acabado que prácticamente pensarás que no llevas nada”.

 

Los labios no se quedan atrás y una nueva corriente se agrega a la línea KissKiss. “Se llama KissKiss Matt, lo bueno que tiene es que generalmente los labios mate te quedan acartonados, pero ésta tiene manteca de mango para un labio confortable y colores vibrantes con ocho horas de duración”.

Mientras nos explica, su plática está llena de pasión; al hablar de cada producto, simula la aplicación con las manos al aire, imaginando que lo hace sobre uno de los tantos rostros que ha maquillado. Inspira como lo hace un artista, y no es raro sabiendo lo que significa para él esta profesión.

 

“Cuando estás en tu momento de creación en una pasarela, por la atmósfera que se vive, gente que va y viene, la concentración es un momento de adrenalina importante; un shooting para una celebridad o modelo es un momento más íntimo, en el que puedes conversar o no, pero también impones un poco el look; trabajar con un cliente es muchísimo más delicado, a muchos no les gusta, pero es gratificante en otro sentido. Todas las áreas por las que he pasado han sido muy gratificantes, tengo la suerte de trabajar enlo que me gusta y vivir de lo que me gusta”, concluye.

Fotos: Edgar Silva Fuentes

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