Delicias: Mangostín

Mujeres que combinaron su creatividad y gusto por la repostería para convertirlo en un negocio

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Publicado el:31/08/2016 02:56:41 pm

¿Cuál fue tu primer acercamiento con la gastronomía?

Desde chiquita me la vivía en la cocina, decidí estudiar gastronomía pero me iba a especializar en ensaladas, hasta que hice mis prácticas en repostería y me fue gustando más, aunque cuando era pequeña siempre cocinaba postres porque era lo único que podía hacer (risas), siempre me gustó y al final fue así que me decidí por esto.

¿Cómo comenzaste el negocio?

En los cumpleaños siempre me pedían, y hace como tres años empezaron a aumentar los pedidos cada vez más y así fue como decidí comenzar a venderlos. Al principio eran las recetas de la abuelita, muy caseras, ya después fui creando mis propias ideas hasta consolidar mi marca: Mangostin.

¿Qué ofreces?

Básicamente hago lo que me piden, no tengo un estilo en específico, me gusta que me digan un poco qué es lo que quieren o se les antoja y yo me las ingenio, puede ser dulce o salado. También hago alfajores, galletas y brownies.

¿Qué es lo que más disfrutas preparar?

Yo creo que pasteles, puedes jugar más, la galleta te lleva mucho tiempo.

¿Qué nuevos proyectos estás haciendo con Mangostin?

Estoy comenzando a hacer naked cakes, que son pasteles sin betún, con frutas, verduras o plantas. También me gustaría poder tener un local.

¿Cuáles son las ventajas y desventajas de trabajar en tu casa?

Siempre voy a querer más espacio; hubo una vez que me pidieron un pastel de 10 kilos y fue un problema para meterlo al refrigerador, tuvimos que sacar muchas cosas. La ventaja es que todo es a mis tiempos, puedo ver la tele mientras se hornea un pastel, algunos beneficios así que no tienes si trabajas fuera.

¿Con cuánta anticipación deben hacerte pedidos?

Con dos días, mientras esté en mis posibilidades, se puede hacer.

¿Qué prefieres: la decoración o el sabor?

Yo no pruebo mucho mis pasteles, la verdad, pero depende de cada uno, hay veces que necesitan ser más decorados, y otros que lo primordial es el sabor.

Fotos: Cecilia de la Rosa y Fernando Canseco

¿Tienes alguna anécdota?

Una vez me pidieron un pastel de chocolate y a la hora de desmoldarlo se quedó pegado, salí corriendo a comprar más ingredientes y lo volví a hacer y se volvió a quedar pegado. Tuve que empezar a pegarlo con las manos y decorarlo para disimular el desastre (risas).

¿Cuál ha sido el pastel más difícil que has tenido que hacer?

El de 10 kilos, nunca había hecho algo tan grande, no sabía ni las porciones, hacía tres veces la masa y no me alcanzaba, conseguir los moldes fue todo un rollo también, además como fue un naked cake conseguir las plantitas, limpiarlas, estuve como una semana haciéndolo.