De Italia para el mundo: Giacomo Marzotto

Llevar las etiquetas de Santa Margherita, localizada en Véneto, Italia, se ha convertido en la tarea de Giacomo Marzotto, quien estuvo de visita en nuestro país.

Descendiente de una familia de empresarios y heredero del carisma italiano, Giacomo desde hace poco más de cuatro meses se dedica a aprender del vino con el negocio que sus abuelos tuvieron a bien construir desde 1935.

“Pasión y ganas de innovar fueron los principales motivadores para que hace casi 90 años, se iniciara Santa Margherita”, cuenta Giacomo. Sin embargo, antes de desarro- llarse en la empresa familiar, probó suerte y consiguió el éxito en otros ámbitos como la moda, trabajando para Valentino durante casi cuatro años como director regional en Asia.

La visión global que tiene este italiano se basa en los 10 años que radicó en algunos paises asiáticos como Singapour y Hong Kong; en este último vio su mayor triunfo personal y profesional cuando montó SEPA Bacaro Veneziano, un restaurante con el que se vio inmerso en la vida gastronómica y estuvo obligado a conocer más sobre la industria vinícola.

A sus 34 años, luego de su aventura por tierras de Oriente, decidió tomar los consejos de su padre y adentrarse de lleno a Santa Margherita. “Mi padre repetía un proverio de Confucio que dice: ‘si quieres ser feliz por un día, emborráchate; si quieres estar feliz durante un mes, enamórate; si quieres ser feliz durante un año, cásate; pero si quieres ser feliz toda la vida, enamórate de tu tra- bajo” y es lo que ha venido haciendo desde julio pasado, día a día se maravilla con las posibilidades que tiene esta industria.

“El sector vinícola es muy interesante, y te obliga a seguir aprendiendo, pero creo que la principal motivación para que siga trabajando en Santa Margherita es que me gustaría repetir los pasos que han dado mi padre, mi abuelo y mi bisabuelo”. La idea de Giacomo es continuar con el legado y lograr el reconocimiento de sus vinos como productos de alta calidad.

“Creo que la curiosidad es la mejor forma para aprender y seguir mejorando (...) por eso aplaudo que fuimos pioneros en la plantación de proseccos, que hoy en día es una de las uvas más trendy y cool, y que se dan en gran parte del mundo”.

El grupo Santa Margherita ha seguido  creciendo, “actualmente tenemos bodegas que se encuentran en otras zonas de italia, y si algo nos caracteriza es que hemos puesto énfasis siempre en un elemento que consi- deramos sumamente importante: la calidad”, asegura Marzotto.

DE ALMA ALTRUISTA

“Una de las principales enseñanzas de mi padre fue: mientras más recibas más tienes que dar, y si nosotros hemos nacido con algunos privilegios tenemos la obligación de dar más a la gente”, confiesa Giacomo.

“Para nosotros todos los que trabajan en la empresa son como de la familia: siempre, desde los tiempos del bisabuelo, hemos buscado generar una sociedad sustentable, de hecho hay casas y escuelas que fueron constriuidas para los empleados y sus hijos”. Existe una fundación que lleva su apellido por nombre, “algunas de mis tías se ocupan de ésta (...) todos los recursos para apoyar a la gente salen de las ventas de los vinos de la bodega, de ahí se ayuda a diferentes causas, por ejemplo tenemos un asilo de gerontología”, finaliza.

Fotos: Karla Gómez

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