Conoce los logros de Lorenzo Ruiz

Muchos son los logros que ha tenido Lorenzo Ruiz en su vida. Esta vez tiene en mente uno muy grande: alcanzar la cima del Everest, y así ayudar a jóvenes de escasos recursos. Les dejamos la segunda parte de la entrevista. 

¿Cómo va a ser la expedición?

Volaré entre el 20 y 25 de marzo, estoy esperando la confirmación del gobierno de Nepal sobre un permiso que me debe dar para poder entrar al país. Me reuniré con la expedición chilena -por cierto, soy el único mexicano que va- en Katmandú, donde estaremos cinco días para ultimar detalles, a partir de ahí comienzan los 25 días de ascenso.

El 1 de mayo tenemos que empezar con el trekking de los 10 días para llegar a la cima, porque sólo tenemos una ventana de tiempo, el Everest es como una Aurora Boreal, que sólo te da un espacio para poder conquistarlo. Mientras tanto hay que esperar haciendo entrenamientos.

-En el Aconcagua con Martien Jacobsen, Kristine Solberg, Sarka Soderstrom, Fredik Comigjen y Sebastián Varela-

Es importante descansar e hidratarse, tomar por lo menos siete litros de agua diarios. En la montaña debes llevar un diario de marcha, que basicamente es donde anotas lo que hiciste ese día y también sirve de registro por si algo te llegara a pasar.

Posteriormente pienso publicar mi diario con fotografías. También la experiencia del Everest quedará plasmada en un libro que llevará por nombre 101 razones para ser feliz, con frases de gente común.

¿La experiencia te ha cambiado?

No soy ni la mitad de lo que era antes, he cambiado radicalmente desde mi visita a la Antártica. No saben el aprendizaje que te da la montaña, donde rico es aquel que menos necesita, porque se trata de sobrevivir, tus prioridades cambian, entiendes que todo tu esfuerzo tiene que estar enfocado en una meta.

-Plaza de Mulas, en el Aconcagua-

Entonces, ¿te lleva al extremo en todo?

Te lleva al límite y al autoconocimiento, porque caminas por periodos de 8 ó 15 horas en las que no puedes platicar ni gastar energía, en ese silencio no hay otra cosa más que reflexionar y escuchar tus pensamientos.

¿Qué dice tu mamá?

Está muy orgullosa y preocupada.

¿Cuál es el mayor miedo, fuera de la muerte?

En la montaña hay algo que se llama subir en estilo, que significa que así como subes: con diez dedos en los pies y manos, dos orejas, un mentón y una nariz; igual debes llegar al campamento base.

¿Es tu proyecto de vida?

Apenas estoy comenzando, después de esto seguiré siendo el Lorenzo Ruiz que vende trapos, no soy un alpinista y no puedo volverlo mi principal actividad, lo utilizaré como una forma de complementar un estilo de vida, para mantener perspectiva y ser mejor persona.

Sin embargo, amo el mar y mi proyecto de vida es tener un bungalito con acceso a la playa y un negocio que me dé para vivir bien.

-En la base de investigación rusa, en la Antártica-

¿Cómo es el entrenamiento?

Diario hago cardio, pongo la banda inclinada a todo lo que da para aumentar mi capacidad torácica y me veo en la motaña, una recomendación que dio la gente de Chile fue que al dormir me visualice en mi sleeping bag, sintiendo el frío de la montaña y pensando que es la noche previa al ascenso a la cima.

Además, he entrenado en todas las montañas de México; en Leonera, Pintor y Plomo, en Chile, y El Aconcagua, en Argentina. Siempre acompañado de Sebastián Varela, mi guía, quien vive en México por su trabajo. Tuve la fortuna de que estuviera aquí y que hemos podido practicar para el ascenso al Everest.

Cuando bajas, ¿qué es lo primero que quieres hacer?

Encuerarte, odias la ropa vas todo sudado, añoras darte un baño y es curioso, porque mis amigos me dicen: “te vas a la montaña y cuando regresas sólo quieres dormir”. Eso pasa porque en la altura de da insomnio.

-En trekking por glaciares durante la expedición a la Antártica, que duró 10 días-

¿Qué es lo más importante para sobrevivir?

En la montaña tus prioridades tiene que ver con estar hidratado, mantener tu temperatura corporal y estar seco.

¿Qué hay después del Everest?

Existe el gran slam de la montaña, compuesto por las siete cumbres más altas de cada continente y las que quiero lograr, porque cuando conquistas un reto, vas al siguiente, es un tema de ambición, si todos los mexicanos fuéramos ambiciosos, otra cosa sería.