Perfiles

Con una misión: Pablo Suinaga

Algunos de los directivos del deporte en nuestro país. Conoce su historia y lo que han logrado en su ámbito

RSVP Staff

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Pablo Suinaga pide un momento antes de que le tomen una foto y ajusta el grande escudo de la Federación Mexicana de Golf —bordado en dorado— sobre el bolsillo del saco. Ese gesto ejemplifica un trazo determinante del actual presidente de esta asociación deportiva del país: Suinaga es un enamorado del golf y éste representa un lazo familiar y una misión de vida. “El golf viene en la sangre de mi familia desde hace mucho”, dice en entrevista.

Su abuelo tenía el mismo cargo que él en 1947, y el gusto por el green ha estado fuertemente presente en las generaciones que siguieron. “Mi abuelo juega todavía. De hecho, mi papá y mis hijos son la quinta generación en este deporte”.

Para conciliar la rutina de empresario y padre de familia con la posición honoraria —el presidente de la FMG no recibe sueldo—, nada más simple que unirlos para aprovechar los dos a lo máximo. “Me preguntan, ¿no te quita mucho tiempo el golf? Y no, no me quita, me da tiempo. Tengo que trabajar, tengo mis negocios y tengo una familia que va a la escuela, además de tener que sacar el deporte adelante. No me da para estar en todos lados, ni en todos los torneos, y la federación es algo que te quita tiempo hasta los fines de semana. Pero es tal tu pasión que lo haces con gusto. Se me hizo especial involucrarlos en ello. Entonces siempre me llevo a mi esposa, a mis tres hijos y mi nuevo convivio con familia es en el deporte”.

El objetivo principal de una federación de una modalidad no tan popular en el país se resume en una palabra: Crecimiento. “Que haya más jugadores interesados, acercar el deporte a más gente es el gran reto”, dice Suinaga. “El golf siempre ha sido considerado un deporte elitista. Si pudiéramos lograr que hubiera campos públicos de golf como hay en China, Estados Unidos y Europa, ayudaría mucho en el desarrollo”.

“Estamos platicando con gobiernos estatales la posibilidad de que se haga alguna aportación de terreno a la federación; que sea un préstamo, no necesariamente que nos lo regalen. Luego, conseguir a 18 empresas y que cada una se comprometa a mantener un hoyo del campo”, explica el dirigente. “Así, ya no dependeríamos de la condición de los jugadores”.

Además de políticas innovadoras como ésta, Suinaga reconoce que el golf recibió hace unos años un gran incentivo, un motivo que llevaba a los mexicanos a interesarse más por sus reglas y normas. “El fenómeno más grande que ha existido para promover el golf se llama Lorena Ochoa. Es nuestra máxima jugadora; ella respira, vive y ama el golf”. La exjugadora, nacida en Jalisco, fue la número 1 del mundo durante 157 semanas consecutivas, de 2007 a 2010.

“Los mexicanos nos levantábamos el domingo para ver a qué hora era la LPGA en la tele, para verla”, recuerda Suinaga. “Era un orgullo ver a una compatriota alzar la bandera en el primer lugar en cualquier circuito internacional, y ella lo hacía siempre. Eso acarreó muchísimas niñas de esa generación, que querían jugar golf y ser como Lorena”. Ochoa se retiró de las competencias, pero el deporte del país conoció, por su aporte, nuevos talentos como Gaby López, María Fassi y Regina Plasencia.

“Ellas empezaron a los 8 o 9 años, cuando Lorena era la estrella”, dice el dirigente. Para los que critican el golf por considerarlo un deporte de élite, Suinaga ya tiene un discurso de réplica. “Es un deporte que te enseña muchas cosas para la vida, la más fundamental de ellas es que te enseña a ser humilde”, declara.

Su explicación es lógica: en el campo, hasta el jugador más experimentado está a merced de factores como el aire y las condiciones climáticas, que son inevitables y pueden ejercer un papel definitivo en un partido. “Tan pronto te crees el mejor, al día siguiente tiras el peor score de tu vida. Es un deporte que lleva muchas circunstancias alrededor, para empezar con tu mente, con cómo amaneciste”.

Para Suinaga, hasta los mejores del golf han sucumbido. “Si revisas la historia y ves a los grandes, Jack Nicklaus y Tiger Woods ganaron 20 de los más de 200 torneos que jugaron. No se trata de un deporte de ganadores, no existe un Federer por ejemplo”, explica.

Sí ha habido un Tiger Woods, y eljugador californiano es considerado uno de los mayores en la historia, con 14 títulos majors en la carrera. Sin embargo, en 2009, cuando se hizo público que Woods había sido infiel a su esposa, el jugador perdió patrocinios importantes y el público no lo perdonó. Era como si hubiera manchado el honor de toda una categoría de golfistas.

“Las reglas de este deporte vienen de tradiciones de países como Inglaterra y Escocia de hace mucho tiempo. La gente que lo jugaba era de nivel socioeconómico muy alto, gente culta. Algunas cosas no cambiaron tanto hasta hoy en día”.

En el golf, al mismo grado de importancia de los swings, están valores nada técnicos, como la educación y el respeto. “Además, yo no conozco un campo de golf que sea feo. El campo más feo que exista es muy bonito de naturaleza”, sonríe Suinaga.

 

Fotos: Sergio Bejarano, Fernando Canseco y Rodrigo Terreros